En plena Avenida La Dehesa se levanta un proyecto que, muy pronto, reunirá el teatro con el cine, la literatura y las artes visuales. Se trata del Centro para las Artes Zoco, la nueva apuesta de la cartelera cultural santiaguina que este jueves 24 de noviembre dio su primer paso con la apertura del teatro que lleva el mismo nombre, y que próximamente aspira a convertirse en un epicentro cultural.

La obra Pulsión, dirigida por Marcos Guzmán y Francisca Márquez (Colectivo Sonámbulo) y basada en Reasons to be happy del afamado dramaturgo Neil LaBute, fue la encargada de abrir los fuegos de este nuevo espacio para las tablas, que busca nutrir su cartelera con títulos pertenecientes al realismo y que aborden temáticas contingentes para la ciudadanía.

Centro para las artes Zoco. Fotografía de Maglio Pérez

“Es un núcleo que está concebido para que estas distintas manifestaciones se retroalimenten. Y no sólo el cine y el teatro, o el teatro y la biblioteca. Este centro para las artes está inserto en un proyecto inmobiliario más grande, que tiene otros espacios, comercio, restoranes, un hotel, una plaza, un centro donde también van a ocurrir distintas cuestiones de orden artístico. Está concebido como un ecosistema donde las distintas partes se van retroalimentando”, explica Pablo Halpern, director de teatro que hoy ejerce como director artístico de Zoco.

Un cargo que él mismo define como “un desafío muy atractivo para alguien que le apasiona el teatro como me apasiona a mí”, y que lo mantiene ocupado del proceso que abarca desde la curatoría de las obras hasta sus posteriores estrenos, pasando por la convocatoria de los directores y artistas que luego darán vida a los textos.

Centro para las artes Zoco. Fotografía de Maglio Pérez

Sobre la relevancia que tiene este proyecto para la comunidad, Halpern apunta a la limitada oferta de nuevos espacios teatrales en suelo nacional. “Lo primero que habría que reconocer es que se abren muy pocos teatros en Chile, y el sólo hecho de que se genere un espacio nuevo para el teatro es, en sí mismo, un aporte bien importante”, expresa.

“Pero luego, queremos ser también un teatro que pone en escena obras de primer nivel, que conecte con las cuestiones que le importan a la gente. Que se conecte tanto en el espacio de la reflexión como también en el plano de las emociones, y que lo que ocurra en el escenario sea relevante. Esa es la aspiración que tenemos. Queremos convocar a los mejores artistas y abrirles un espacio para la creación, que son escasos en nuestro país y en Santiago. Y si logramos convertir esto en uno de los epicentros del teatro, para hacer un teatro de calidad, que conecte con las personas, con buenos actores y directores, creo que eso ya es suficiente”, agrega Halpern.

Pulsión, una obra que problematiza la felicidad

¿Puede un encuentro casual entre dos ex novios desestabilizarlo todo? En Pulsión, Steph y Greg pasaron por una ruptura bastante dolorosa. Y después de tres años en los que siguieron caminos separados, ambos se preguntan si podrían volver a intentarlo. Esto, a pesar de que ella está casada y que él se emparejó con Carly, la mejor amiga de Steph, madre soltera de una niña y ex esposa de Kent, un hombre celoso con problemas para expresar sus emociones.

Para Marcos Guzmán, se trata de una historia sobre “un grupo de amigos un poco fracturados en sus relaciones, a propósito de ciertas decisiones que han tomado, acciones que han ejecutado”. Entre sus elementos más interesantes, Guzmán destaca que “la obra tiene, indudablemente, una clave de humor, e invita por momentos a una cosa súper dinámica entre los cuerpos, entre estos personajes”.

Pulsión, obra dirigida por Marcos Guzmán y Francisca Márquez que inauguró el Teatro Zoco. Fotografía de Maglio Pérez.

Pulsión es la bajada que hizo el equipo sobre Reasons to be happy, obra de origen estadounidense que se configura como la segunda entrega de una trilogía creada por LaBute, y que fue todo un éxito en el circuito teatral del país norteamericano.

“Había escuchado el nombre del dramaturgo por sus proyectos cinematográficos, pero no había entrado mucho en su dramaturgia. Así que a propósito de la invitación de Pablo Halpert, y en concreto por este texto, con Francisca Márquez comenzamos a investigar el imaginario de LaBute. Entender su tipo de lenguaje y hacernos las preguntas en términos creativos de cómo abordar esas texturas desde nuestra propia identidad. Ese fue el trayecto creativo. Tratar de entender cómo podía ser leído eso desde un grupo de creadores y creadoras de acá”, comenta Guzmán respecto a la preparación de la obra, protagonizada por los actores Soledad Cruz, Benjamín Westfall y Moisés Angulo.

Pulsión, obra dirigida por Marcos Guzmán y Francisca Márquez que inauguró el Teatro Zoco.

La adaptación de la obra también incluyó una modificación a su título original, que se explica por las distintas emociones que lo atraviesan y que el equipo busca relevar en la puesta en escena. “La pregunta que nos hicimos fue qué tipo de contexto darle, qué versiones nos parecían más interesantes, con más teatralidad, y que nos permitían mayor juego para poder levantar el relato, que también está atravesado por el deseo”, explica Guzmán.

“Hay una energía, una fuerza... La sensación que uno tiene es que el protagonista de la obra cree que está un poco confundido, en una especie de estado en el cual no logra tomar decisiones y del que no logra salir. Al mismo tiempo, estos cuatro amigos están llegando a una cierta edad donde parecieran estar un poco empujados a tener que tomar decisiones que parecieran ser irrevocables en torno a sus vidas”, complementa.

Pulsión, obra dirigida por Marcos Guzmán y Francisca Márquez que inauguró el Teatro Zoco.

Soledad Cruz, actriz que dará vida a los dos personajes femeninos de la historia, también destaca el proceso que significó la indagación de una obra que se enmarca en un contexto cultural muy específico y diferente al de nuestro país. “Siempre un proceso nuevo implica desafíos distintos y, en este caso, el proyecto en general tiene varios desafíos. Es un texto estadounidense que contiene una cultura, una idiosincrasia específica y muy distinta a la nuestra. Interiorizarse con eso ya era un paso importante a entender cómo viven la cultura estos personajes”.

Sobre las implicancias de interpretar a Steph y Carl, la actriz afirma que se trató de una tarea “muy interesante y bonita, porque de alguna manera he ido adaptando a estos dos personajes a mí, como una actriz que juega dos versiones de sí misma también. Mi pretensión no es generar la ficción de dos actrices. Es una actriz en dos circunstancias distintas, digamos. Con sus características, carácter y personalidad distintas, pero no se aleja de mi propio centro. Sigo siendo yo. Creo que uno de los desafíos más interesantes que me ha tocado a nivel teatral”.

Pulsión, obra dirigida por Marcos Guzmán y Francisca Márquez que inauguró el Teatro Zoco.

Para Cruz, el hecho de ser parte de la obra que estrenará un nuevo espacio para las artes escénicas igualmente representa una situación particular para su carrera. “Tener el privilegio de inaugurar un teatro, que espero funcione años y años, con nuestra obra es casi impensado. Algo que jamás siquiera soñé. Porque como actriz llegas a muchísimos teatros antiguos, otros más nuevos, pero en general llegas a teatros con historia. Que ya han tenido uso. Y estar aquí, en un teatro que todavía está con las butacas con nylon, que el escenario no ha sido pisado por ningún actor, ninguna actriz, es muy mágico. Dando inicio, además, a un proceso que democratiza el arte en relación a la Región Metropolitana, y estamos llevando teatro de calidad. Porque la idea es que el Teatro Zoco tenga una curatoría de teatro realista, con un enfoque desde la reflexión y el pensamiento”, complementa.

Por su parte, Guzmán destaca la importancia de un espacio que busca la convergencia de diversas expresiones artísticas con el teatro. “Nosotros también desde lo teatral pensamos que hoy, en lo contemporáneo, hay zonas de cruces súper interesantes entre las distintas disciplinas artísticas. Y en ese sentido, la propia estructura, el hecho de que también haya salas de cine, etc., da cuenta de eso, que es algo muy de la contemporaneidad. A propósito de la propia obra, la propuesta intenta trabajar desde un punto de vista visual... Pensamos lo teatral también desde ahí. En el centro obviamente está el texto, pero también las texturas, las imágenes, las atmósferas. Y en ese sentido, creo que se arma un relato súper coherente con la misma propuesta de este centro”, concluye el director.

Pulsión, obra dirigida por Marcos Guzmán y Francisca Márquez que inauguró el Teatro Zoco.

El estreno de Pulsión (que permanecerá en la cartelera hasta el 17 de diciembre de este año y cuyas entradas están disponibles a través de Puntoticket) y la puesta en marcha del Teatro Zoco es el primer paso de varios. Muy pronto entrarán en funcionamiento el resto de frentes que conformarán la totalidad del proyecto, que contempla una colaboración con el histórico cine El Biógrafo por el lado cinematográfico.