Antes que actriz, espectadora. Antes que una de las principales estrellas de la serie, parte de la audiencia que cayó seducida por la ficción. Lo reconoció en las palabras que se hicieron públicas en agosto de 2020, cuando describió a la producción sobre la familia real británica como “magistral” y “me ha enganchado absolutamente desde el primer episodio”.
Por lo tanto, conversar con Elizabeth Debicki (París, 1990) es acceder al corazón de The Crown, pero también a una fiel seguidora de la historia creada por el guionista Peter Morgan para Netflix. Alguien que puede explayarse con propiedad acerca de las primeras cuatro temporadas y, sobre todo, de la gestación de las últimas dos.
“Verla como fanática me permitió entrar en una versión imaginativa de lo que atraviesa esta gente”, dice a Culto. “Definitivamente me permitió tener compasión y empatía por lo difícil que es cumplir con ese papel y ser esas personas. Creo que ese es el poder de lo que la serie puede lograr”.
Desde el estreno del quinto ciclo, a comienzos de mes, la actriz australiana se ha convertido en uno de los puntos más comentados de la ficción. Debicki encarna a Lady Di en medio de los huracanados años 90, desde que se terminó de disolver su matrimonio con el entonces príncipe Carlos (Dominic West) y se desvinculó progresivamente de la reina Isabell II (Imelda Staunton) y compañía, hasta los meses previos a su muerte.
Conectada a Zoom una semana después del lanzamiento de los nuevos capítulos, la intérprete admite que ha optado por evitar leer la recepción de especialistas y seguidores.
“Me mantuve alejada de eso. Como una regla”, afirma. “Nunca leo críticas. Nunca he hecho eso como actriz. Creo que sería algo aterrador. Porque te importa, te importa mucho cómo la gente recibe el trabajo”.
-Ud. ha mencionado que se encontró con un enorme tsunami de información de los años 90. ¿Eso le ayudó a hacer su trabajo o lo hizo más difícil y complicado?
Ayudó al trabajo, porque te ayuda a entender ciertos elementos. Desde una perspectiva técnica, es muy útil poder observar a las personas durante un largo período de tiempo. Y hay tantas imágenes disponibles de los años 90, porque fueron (personas) muy observadas y documentadas.
“Es interesante pensar si ello lo hizo más difícil. Creo que definitivamente ayudó… Empecé a mirar por mirar, con fines documentales. Pero luego te encuentras hipnotizado con ella (Diana), porque era increíblemente hermosa y magnética. Y piensas: ¡No! ¡Enfócate! Estoy estudiando, no amando a esta persona”.
-Esta temporada explora los grises de su personaje. ¿Qué tan consciente era de que la serie estaba haciendo un esfuerzo por indagar en varias dimensiones de ella?
Creo que eso es lo que siempre hace Peter (Morgan) con estos personajes. Siempre está tratando de construir un retrato realmente complejo de ellos, lo que es delicioso como actor, porque puedes interpretar muchas dimensiones y capas diferentes. Todas las personas somos inherentemente contradictorias en nuestra naturaleza: lo que decimos versus lo que hacemos, y lo que queremos hacer versus lo que logramos. (El guión) realmente se las arregla para encontrar el núcleo de eso y explorarlo. Creo que eso es lo que lo convierte en un drama tan bueno.
-¿Qué tan complejo fue su trabajo con Dominic West? Tienen momentos muy potentes en esta temporada.
Me encantó trabajar con Dom. Es un actor increíble. Es supergeneroso. Pudimos hacer esta gran escena en el episodio nueve, que es realmente como un desmantelamiento de casi toda la relación hasta la fecha, y un tipo de material que es simplemente increíble de tener como actor. Hacer eso con alguien como Dom fue simplemente una alegría, creo que ambos lo pasamos muy bien. Aunque la escena es muy triste, fue algo muy hermoso de explorar, porque también es el estudio de lo que significa amar a alguien y cómo dos cosas son ciertas al mismo tiempo: no estás enamorado de la persona, pero la amas para siempre. Eso es muy real para tantos en la vida.
Su antecesora y las críticas
El fichaje de Elizabeth Debicki en The Crown se confirmó cuando restaban algunos meses para el lanzamiento del cuarto ciclo. Esa tanda de capítulos introdujo a Diana como personaje, en la interpretación de Emma Corrin, quien terminó triunfando en los Globos de Oro gracias a su encarnación de una joven princesa de Gales.
Si bien asegura que no estudió en detalle su trabajo, revela que “la observé y la absorbí. Me pareció que era asombrosa. Ella realizó una actuación tan hermosa, delicada y superpoderosa”, plantea. “Retratar a la misma persona pero en un período muy diferente de su vida, con cosas muy diferentes que le afectan, hace toda la diferencia del mundo, porque vemos a estos personajes crecer en sí mismos”, añade.
-¿Qué le pareció la decisión de Peter Morgan de no incluir la muerte de Diana en esta temporada y dejarla para el inicio de la sexta y última?
Creo que es una decisión creativa totalmente válida. Confío en Peter. Totalmente. Siempre lo hago.
-¿Qué opina de las críticas en torno al hecho de que la plataforma no advierte que The Crown es un “trabajo de ficción”?
Creo que siempre ha tenido alguna versión de un descargo de responsabilidad. (Pero) pienso que fue un debate interesante. Entendí lo que la gente decía. Yo, como espectadora, incluso antes de hacer este papel, siempre entendí que era una dramatización, porque había actores interpretando cada rol. Y supongo que entendía que había mucha ficción entre los hechos reales. Por eso es muy entretenido. Pero también hay mucho de verdad en ello. Ahora que este descargo de responsabilidad está ahí, es muy, muy claro para la gente, cuando consideren ver o no la serie.
-Hay que confiar en la inteligencia del público.
Creo que el público es muy, muy inteligente. Realmente creo que no puedes subestimar eso. Pero si es muy importante para la gente, entonces que así sea. Y está ahí (el descargo de responsabilidad).
-¿Qué otro personaje de la vida real le gustaría interpretar?
No lo sé. Soy muy mala respondiendo estas preguntas. (Pero) estoy segura de que probablemente hay alguna persona de la vida real de la que nunca he oído hablar y que tuvo una vida muy pequeña pero importante. Creo que probablemente me gustaría interpretar a alguien así. ¡Quizás alguien que no todo el mundo conozca!