Un terrible incidente en la casa de una amiga gatilla una avalancha de acontecimientos para Maren (Taylor Russell), la protagonista de la historia. Su padre (André Holland) le revela que es una caníbal, la abandona, y la adolescente inicia un extenso recorrido por pueblos de Estados Unidos en busca de una mamá de la que no tiene recuerdos.
La carretera la cruzará con Sully (Mark Rylance), un singular caníbal que le enseña una o dos cosas sobre los de su especie; con Lee (Timothée Chalamet), un joven algo mayor que ella por el que se sentirá fuertemente atraída, y con otros personajes que definirán su viaje de iniciación.
Con una cadencia placentera, el director italiano Luca Guadagnino (Llámame por tu nombre) filma la novela Bones & all (2015) como un estudio de personaje y como una exploración del momento cultural de un país. Y sale airoso a pesar de que la cinta se acerca a moldes y registros que tienden a manejar sus propias reglas.
“Creo que puede ser muy difícil hacer una película que se aproxima a ciertos géneros sin que los géneros la abrumen. Creo que eso es algo en lo que Luca es muy bueno, porque al final a él sólo le importan los personajes. Si algo está ayudando al público a conectarse con los personajes es útil. Si no está ayudando, no es útil”, señala a Culto David Kajganich, guionista de Hasta los huesos, filme que acaba de llegar a cines chilenos tras convertirse en uno de los títulos más alabados de 2022.
El escritor leyó la novela de la autora Camille DeAngelis gracias a que se la mostró Theresa Park, una agente literaria que también oficia como productora de cine. Le encantó y creó un guión basado en ella. En un momento la idea era que la dirigiera Antonio Campos (El diablo a todas horas) y después, tras retirarse del proyecto por problemas de agenda, llegó a las manos de Guadagnino, con quien ya había colaborado en A bigger splash (2015) y Suspiria (2018).
“Luca es una persona muy cariñosa, especialmente con los desvalidos. Él fue la elección correcta, porque la película trata de dignificar la vida de estos personajes en lugar de objetivizarlos a través del lente del horror”, argumenta.
Según ha definido el cineasta detrás de la miniserie We are who we are (2020), su nueva película es una fábula. Una apreciación que Kajganich comparte. “Llamarla fábula, en lugar de cuento de hadas, fue probablemente una elección acertada”, plantea. “Como en muchas fábulas, hay monstruos, hay ritos de paso, todas esas son cosas que suceden en el filme. Así que me gusta mucho la idea de llamarla así”.
Como sugiere la premisa, Hasta los huesos es una relectura bastante retorcida –pero no menos bella– de ese tipo de relatos, donde los caníbales emergen como figuras trágicas y aisladas socialmente.
El guionista opina que ese elemento de la historia “nos permite tener una metáfora en el centro de la película que se puede ajustar a diferentes direcciones de una manera realmente encantadora”. Luego, en vez de describirla con un dispositivo literario, indica: “Es un espacio en el medio del filme al que las personas pueden traer su propia ansiedad, trauma o dolor”.
Además de ver la cinta francesa Raw (2016), de Julia Ducournau, Kajganich tenía la experiencia de haber escrito la primera temporada de la serie The terror, que se inspiró en la historia real de una expedición británica cuyos sobrevivientes cometieron actos de canibalismo.
“Tuve que representarlo de un modo que trataba de entender cómo personas razonables podrían haber tomado esa decisión en circunstancias muy poco razonables. Así que lo entendí de una manera muy práctica, lo que también ayudó en este proyecto (Hasta los huesos), porque no estamos tratando de fetichizarlo, glamorizarlo o sensacionalizarlo. Es algo que tiene que hacerse”, explica sobre el brutal impulso de sus protagonistas.
Galardonada con el Premio Marcello Mastroianni en el último Festival de Venecia, Taylor Russell consigue una actuación vibrante y forma una pareja entrañable con Timothée Chalamet. El escritor cuenta que no adaptó la novela original pensando en ellos (ni en ningún otro intérprete en particular), pero que la apuesta lo convenció de inmediato.
“Cuando los vimos juntos por primera vez honestamente fue el mayor regalo de esta película, (porque) realmente se sentían como personas, en términos de que se conocen y se enamoran. Sé que en este filme ese sería el trabajo de cualquier dupla de actores, pero (con ellos) te lo crees absolutamente. Son unos actores tan exquisitos”, apunta.
Si Russell es la gran revelación del largometraje, Chalamet vuelve a probar su elasticidad para rendir tanto en superproducciones como en dramas más modestos. “Es alguien muy generoso como persona. Es muy pensativo. Es alguien que tiene humildad respecto a su trabajo y su lugar en el mundo. Y creo que eso es lo que realmente brilla en sus actuaciones”, concluye.