En 2018 Amazon Prime se apuntó un éxito al estrenar la versión en serie de las aventuras de Jack Ryan (un analista de la CIA que se ve metido en medio de un complot internacional), mientras que a mediados de este año Star+ logró un hit propio con The Old Man, sobre un ex operativo de la misma agencia que es perseguido por sus ex colegas. The Americans, Homeland, 24, Person of Interest… los ejemplos de exitosas series sobre agentes, ex agentes o enemigos de la CIA son numerosos, y sin embargo es una vía por la que Netflix aún no había circulado. Hasta ahora.
El novato es el nombre de la ficción con la que el gigante del streaming entra a esta competencia. Aquí por supuesto la apuesta es por la acción, peleas y giros de trama, pero también por una buena cuota de comedia.
La trama gira alrededor de Owen Hendricks (Noah Centineo, To All The Boys I’ve Loved Before), un joven abogado que entra a trabajar a la CIA, donde le dan la tarea de revisar las pilas y pilas de correos con amenazas contra la institución, en su inmensísima mayoría irrelevantes. Pero por supuesto que el chico nuevo y sin experiencia encuentra en su primera hora de trabajo una carta que llama su atención. Fue enviada desde la cárcel por una mujer que asegura tener información ultra clasificada, la que revelará a menos que le dejen en libertad.
Esa es la base para una serie que sigue bien las fórmulas del género, entregando una buena cuota de patadas y balazos. Que divierte y logra mantener al espectador al menos parcialmente enganchado, y que también se anota un acierto al no hacer un dramón de esta historia llena de momentos inverosímiles (partiendo de la base de que el abogado es quien está al medio de toda la acción que debería ser para un agente), sino que optar por la comedia, con un buen sentido del humor.
Con todo esto, El novato es sin duda una serie secundaria; que no sólo no se convertirá en un gran clásico, sino que engrosará la lista de esas producciones que nadie recuerda muy bien dentro de pocos meses. Los personajes son superficiales, la trama tiene pocos matices. Es un producto para pasar el rato y luego avanzar al siguiente.