Al poner su nombre en la popular plataforma de búsqueda Google, lo primero que sale de Mario Vargas Llosa es el comidillo del momento. El término de su relación con la socialité filipina Isabel Preysler. Tras 8 años, la pareja habría terminado -según la prensa del corazón- debido a problemas de celos. Como sea, el afamado escritor peruano ha tenido unos últimos años bastante agitados.

En abril de este 2022, el mundo editorial se sobresaltó debido a que el autor de La ciudad y los perros dio positivo por coronavirus. A inicios de mayo, ya recuperado y presentándose en la FILBA (Feria del Libro de Buenos Aires), comentó cómo fue su vivencia al respecto. “El Covid fue una experiencia desagradable porque comencé a sentir mucho frío en las piernas y, de pronto, comencé a perder la respiración, a ahogarme, a respirar con mucha dificultad”, indicó. Además, comentó que debió ir a la clínica por problemas respiratorios. “Fue una experiencia de solo 24 horas, pero muy angustiante. Recuerdo como una liberación cuando me colocaron el oxígeno”.

(Photo by PIERRE-PHILIPPE MARCOU / AFP)

Como siempre, en la ocasión añadió sus clásicos comentarios políticos donde criticó a la izquierda de la región. “Tengo poca confianza en la izquierda latinoamericana y lo digo por mi país. Es una izquierda fanática, dogmática, cerrada a nuevas ideas, con una visión distorsionada de la realidad”.

En ese marco, se entiende el cerrado apoyo que en septiembre del 2021 le dio al escritor nicaragüense Sergio Ramírez, una vez que sobre este cayó una orden de arresto por parte de la fiscalía de su país acusándolo de “lavado de dinero, bienes y activos; menoscabo a la integridad nacional, y provocación, proposición y conspiración”. Fue entonces que en el festival literario Centroamérica Cuenta, desarrollado en Madrid, Vargas Llosa dijo: “Acaba de sufrir un atropello escandaloso que ha motivado muchas respuestas en el mundo y creo que tendríamos que rendirle un homenaje. Él es un magnífico escritor, pero también ha participado de manera muy activa en la vida política de su país y lo ha hecho siempre de la manera moderada, que es la que se asocia más a sus convicciones, a su carácter, a su manera de ser y también a su manera de escribir”.

Por supuesto, Vargas Llosa no dejó pasar la oportunidad de tirar dardos contra el mandatario de Nicaragua, Daniel Ortega. “(Sergio Ramírez) se ha salvado de milagro de estar en la cárcel con los otros muchos opositores que tiene esta pareja siniestra, el comandante Ortega y su esposa (Rosario Murillo)”.

En noviembre de ese año, Vargas Llosa también hizo noticia por haber sido seleccionado para ingresar a la Academia Francesa de la Lengua, ocupando el escaño 18. Es su segunda experiencia al respecto, dado que es miembro de la Real Academia Española de la Lengua. La noticia causaba impacto porque la institución pasaba por alto dos de sus normas. La primera, admitir a un escritor que no escribe en francés; la segunda, a un candidato mayor de la edad tope de 75 años, ya que el peruano tenía 85 en ese momento.

“Me hace mucha ilusión ser el primer latinoamericano que la Academia recibe en su seno. Cuando comencé a escribir, la cultura francesa era inmensamente popular en América Latina y, desde luego, tuvo muchísima influencia en mí”, dijo el escritor en ese momento.

Sin embargo, su llegada dejó cierto ruido en el aire. Un grupo de intelectuales franceses publicó una carta en el diario Libération en el que se manifestaron contrarios al nombramiento del autor de Pantaleón y las visitadoras. “Amenaza con legitimar posturas que pisotean los valores de la democracia a los que Francia quiere asociarse, como la libertad de expresión, la aceptación de resultados de sufragios y el derecho a defender causas sin arriesgarse a perder la vida”, señalaron.

Además, recordaron su apoyo a la candidata a la presidencia Keiko Fujimori, quien negó legitimidad de la elección del candidato ganador, el ahora expresidente Pedro Castillo. Fujimori “hace campaña por la destitución del nuevo presidente. Grupos de ultraderecha atacan físicamente a personalidades políticas de centro izquierda y centro derecha. Algunos piden un golpe de Estado. Vargas Llosa ha jugado un papel activo en la llegada de este caos a Perú haciendo una campaña sin reservas en favor de Keiko Fujimori, a la que presenta como último obstáculo contra el comunismo”.

En el plano literario, este 2022 publicó La mirada quieta (Alfaguara), una semblanza sobre el escritor español Benito Pérez Galdós. Considerado dentro los buenos escritores peninsulares, no es muy conocido en Latinoamérica. Para acercarse a él, Vargas Llosa leyó toda su obra durante la pandemia, por eso pudo describir su obra en términos claros.

“Él intentó, y en gran parte lo consiguió, describir el siglo XIX a través de novelas sencillas, ligeras, entretenidas, escritas en un lenguaje muy accesible para un gran público. De esta manera, ponía hechos históricos importantes al alcance del gran público. Tuvo mucho éxito con los Episodios nacionales pero curiosamente no se publicaron fuera de España”, dijo el autor de Pantaleón y las visitadoras en la FILBA.

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