Plumas - Sobre el júbilo y la pena
Precedido de una campaña derivada en trolleo, este EP de los hermanos Zicavo intenta sacudir la plástica buena onda del debut de 2021 oscilando “entre energía y estridencia” hacia una “delicada musicalidad”, según reza la promoción de este segundo apronte. El primer corte ironiza sobre la violencia en redes sociales -el pomposo single BOT (en rigor, una perorata en contra de los haters en rrss)-, para luego criticar en Te van a olvidar a otros artistas (¿urbanos? ¿cantautores?), la composición más lograda al aplacar los aires de musical desaforado rúbrica del dúo, con la voz chillona de Abel Zicavo empecinada en cuestas imposibles, con resultados que semejan una especie de descarte de algún acompañamiento de 31 Minutos.
Tal como en el primer disco, se pretende demostrar versatilidad en un margen pop rock, sin dominar ningún género en particular. Sobre júbilo y pena amplía el radio a piezas acústicas románticas engalanadas de cuerdas (Magdalena), y algo de rap (Cosa de tiempo, junto a Liricistas). Las colaboraciones con artistas renombrados como Pedropiedra y Angelo Pierattini (que además oficia de productor), no revierten la impronta de Plumas como un proyecto donde campea la arrogancia. El verso “si presumes de lo que careces” de Te van a olvidar, es un boomerang.
Américo - Cumbia despechada
Con excelente timing en medio de esta temporada de despechos con el alto auspicio de Shakira, Américo regresa en plan conceptual cantando sobre “desamor, despecho y dolor”. A diferencia de Soy Cumbia (2019), donde el astro de Arica aún tanteaba variables tropicales a pesar del rotundo título, Cumbia despechada es más focalizado con notable protagonismo del acordeón, instrumento clave desde Colombia hasta el norte de México en la música de arraigo popular.
Américo cubre prácticamente todas las variables emocionales y físicas derivadas del quiebre. Aquí abajo aborda la ruptura mediatizada por alcohol y tabaco -”llorar, fumar, tomar, rogar es casi necesario”-; No lo beses es el clamor desesperado ante la pareja en retirada para vivir nuevas experiencias carnales -”no lo mires como a mi, no lo acaricies nunca así”-; La Culpa asume tardíamente la responsabilidad en el cierre de una relación -”yo se que el pacto entre tú y yo ha quedado desecho, que sin quererlo te hice mal y perdí mis derechos”-, y Repítela recurre al bar como locación de penas -”repita ese disco hasta que se raye, que yo se lo pago y plata es lo que hay”-.
Basado en hechos reales según Américo, la sincera interpretación es una carta de credibilidad.
Paramore - C’est Comme Ça
En una época como esta dominada por solistas, Paramore posee algo de vieja escuela aferrado al formato banda mediante una trayectoria exitosa y azarosa con una líder carismática como Hayley Williams capitaneando un sinnúmero de alineaciones, donde la única constante es ella. Este EP de tres cortes del grupo punk pop de Tennessee funciona como antesala de This is why, programado para el 10 de febrero, tras cinco años sin novedades de estudio.
La canción que da título transmite en clave de pegajoso dance punk con alternancias spoken word (palabra hablada, según nuestro idioma), de las dificultades de Williams para lidiar con su existencia -”en un solo año, he envejecido cien”, sintetiza-, en un eficaz ejercicio cargado de dinamismo, a pesar del estribillo reiterativo. This is why ralentiza las vibras por algunos segundos antes del enérgico pulso bailable (“por eso no salgo de casa” es el resumen de los últimos cuatro años de la líder), con un bajo sinuoso cargado de dibujos, y una batería jazzie de muñeca suelta.
El cierre llega con The News, confirmando una característica de este apronte: Paramore tiene necesidad de crear distintos ambientes en escasos minutos, sin enrevesar innecesariamente. Solo el carrete y el talento permiten esa elocuencia.