Secretos, saltos en avión y cienciología: Tom Cruise, la última estrella de acción
A sus 60 años, el actor asoma como un seguro candidato a figurar en los nominados para los de la Academia en 20 años gracias a su taquillera última cinta, Top Gun: Maverick.
Tom Cruise no estaba interesado originalmente en realizar una secuela a Top Gun. En los años 90 había rechazado la propuesta del director original de la primera Tony Scott, señalando que era demasiado temprano para seguirla. El director de Top Gun: Maverick, Joseph Kosinski, cuenta que para convencerlo con la secuela de 2022 tuvo que viajar a París (ciudad en la que el actor se encontraba filmando la sexta entrega de Misión Imposible) y presentarle su idea en 30 minutos, el único espacio disponible en su ajetreada agenda.
En esa pequeña reunión, el director de Oblivion (2013, cinta en la cual también colaboró con Cruise) le contó la trama que tenía considerado. “Esa sería la historia. Y tan pronto como dije eso, pude ver que las ruedas en la cabeza de Tom comenzaron a girar porque entró en esa habitación listo para decir: ‘Gracias por venir, pero no voy a hacer otra secuela de Top Gun. Lo siento chicos’”, señalaba en una entrevista con el medio Collider hace un mes.
Y hoy, esa misma película es la que lo lleva a estar en la palestra. A sus 60 años, el actor es un seguro nominado en la categoría de Mejor Actor de los Oscar, compitiendo junto a estelares como Austin Butler y Brendan Fraser.
Los últimos años de su carrera se han caracterizado por un compromiso total al género de la acción; el actor detrás de cintas como Cuestión de honor (1992) y Ojos bien cerrados (1999) no ha actuado en una cinta dramática o de comedia desde hace más de diez años; el actor ha preferido protagonizar producciones de gran presupuesto como la saga Misión Imposible y Jack Reacher. Solo para entretener a las audiencias y en línea con su política de prescindir de los efectos digitales, el actor se ha atrevido a trepar uno de los edificios más altos del mundo, aguantarse la respiración por más de seis minutos y saltar desde un avión junto a camarógrafos sin la ayuda de dobles.
Maverick no fue la excepción a la regla. El actor tuvo un rol especial en la producción, instando a sus compañeros de reparto a soportar arduos entrenamientos de vuelo y velocidades de fuerza G que los hacían vomitar. Además, demandó la inclusión del actor Val Kilmer para protagonizar al personaje Iceman en una emotiva reunión. Los paisajes y trucos de aviación que se muestran en la cinta parecen computarizados, pero no lo son. Cada avión tenía un piloto de verdad, mientras su actor giraba como una hoja en una tormenta. Los desiertos y fondos naturales eran reales, al igual que las reacciones de los actores. Y todo esto se debe a la insistencia de Cruise de prescindir de los efectos de post-producción.
En cuanto a su vida personal, el actor disfruta de un secretismo. Sus apariciones en los medios suelen ser cortas, y generalmente se hacen en un contexto controlado en el que solo se le pueden hacer preguntas relacionadas a la cinta que esté promocionando, como se evidencia en este último año. El periódico The New York Times vincula esta reticencia a la atención que han recibido sus vínculos con la Iglesia de la Cienciología, mientras que otros medios la relacionan a su mediatizada relación con la actriz Katie Holmes.
Los proyectos futuros del actor contemplan una cinta grabada en el espacio exterior junto a Universal Pictures y Misión Imposible 7, la última entrega de la saga que será lanzada en dos partes durante 2024.
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