Columna de Daniela Lagos: Shrinking, el camino de regreso

Shrinking wsp

El resultado de Shrinking es exitoso, si se está dispuesto a perdonarle el ser demasiado azucarada. El elenco liderado por Segel y secundado por Harrison Ford, Jessica Williams y Christa Miller, entre otros, es una colección de personajes imperfectos, cada uno pasando por problemas o sintiéndose atrapados.


A mediados de 2020, el servicio de streaming Apple TV+ logró su primer gran éxito con Ted Lasso, una comedia llena de positivismo y fe en la humanidad, con un humor extraño para estos tiempos, sin cinismo ni mucha oscuridad, pero que al mismo tiempo lograba no ser boba o demasiado melosa.

Casi tres años después, uno de los creadores de esa serie (Bill Lawrence) se asoció con una de sus estrellas (Brett Goldstein, que interpreta a Roy Kent) y con el actor Jason Segel (How I Met Your Mother) para ver si lograban otro éxito tocando notas algo similares, aunque esta vez con personajes llenos de dolores y traumas que deben sortear.

El resultado es Shrinking, también estrenada en Apple TV+, una mezcla entre comedia y drama sobre un terapeuta (Segel) que se ha pasado el último año desde que enviudó adormeciendo su dolor con alcohol, drogas y mujeres, y sin ponerle atención a su hija adolescente. Al mismo tiempo siente que sus pacientes están atrapados, en loops de los mismos problemas, y toma una decisión radical: primero, volver a ser un padre presente y dejar atrás la fiesta constante, y cruzar un límite con sus pacientes de decirles lo que realmente piensa y no sólo guiarlos y acompañarlos, sino que gritarles a la cara lo que no quieren escuchar y ver si logra resultados diferentes.

Con todos estos elementos, el resultado de Shrinking es exitoso, si se está dispuesto a perdonarle el ser demasiado azucarada. El elenco liderado por Segel y secundado por Harrison Ford, Jessica Williams y Christa Miller, entre otros, es una colección de personajes imperfectos, cada uno pasando por problemas o sintiéndose atrapados. Así, los episodios se vuelven turnos de unos ayudando a otros e intentando en conjunto terminar el día un poco mejor parados de lo que lo empezaron. En ese camino lo que sostiene la serie son sobre todo buenos guiones, llenos de chistes realmente graciosos además de una buena química entre los personajes (en la dupla que les toque), entre los que además no hay villanos.

Sin duda no es una serie perfecta y probablemente habría sido una buena idea conocer un poco más al personaje principal en su momento de oscuridad, de la que empiezan a sacarlo a pocos minutos del inicio, pero sin duda es una serie entretenida, de buen corazón y de esas que se pueden ver de a varios capítulos a la vez.

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