Doble lanzamiento para Pamela Anderson. Este martes la modelo y actriz de 55 años llega a librerías con su nueva autobiografía, Love, Pamela, cerca de 250 páginas que han sido descritas por el periódico The New York Times como “un viaje deslumbrante y ocasionalmente vertiginoso”.
También hoy, pero en Netflix, debuta Pamela Anderson: Una historia de amor, documental dirigido por Ryan White en que recorre sus orígenes, sus pasos por Playboy y Guardianes de la bahía y el escándalo alrededor de su video sexual con Tommy Lee.
Producido por el mayor de sus hijos, Brandon Thomas Lee, el filme explora el mundo interior de una de las mayores celebridades de la última parte del siglo XX. Estas son sus claves:
*La Pamela más humana
La cámara ingresa hasta la casa de Pamela Anderson, donde tanto la ambientación como la apariencia de la dueña expresan austeridad. Pronto nos enteramos de que ese inmueble –contiguo al hogar de su mamá– no es su residencia habitual y que se mudó a propósito de la pandemia. Esa distención permite que luzca natural que en un momento de la conversación, debido a la emoción que le genera el relato, se detenga y deba continuar en otro momento.
Todo aquello le da calidez al relato en primera persona de la actriz y modelo, quien habla de sus orígenes de chica de pueblo en Canadá, del alcoholismo de su papá, de las difíciles situaciones que enfrentó en un núcleo familiar inestable y posteriormente de su consolidación como el mayor ícono sexual de Norteamérica. Siempre ha sido una entrevistada franca, pero pocas veces ha transmitido la cercanía que exhibe en este documental.
*Los diarios de vida
Probablemente a estas alturas a pocos les sorprenderá enterarse del gusto de Pamela Anderson por la escritura. Pero de todos modos despierta fascinación el archivo personal al que da acceso a los realizadores: los diarios de vida que aún conserva, en que registró desde sus más tempranas experiencias hasta el estrellato y los altibajos de su adultez.
Debido a la dificultad que supondría leerlos, les entrega esos escritos al equipo, los que son reproducidos a través de una voz femenina. En relación con sus primeros días en Playboy, cuenta: “Jamás fui tan rubia, pero estoy agradecida. Me siento bendecida y avergonzada a la vez”. En otro pasaje, al hablar de su separación con Tommy Lee, indica: “Amaba su alma. Siento que una parte de mí ha muerto”.
*El abuso infantil
Anderson revela dos situaciones traumáticas que marcaron su infancia. La primera tiene que ver con la niñera que la cuidó de pequeña. Señala que durante tres o cuatro años fue víctima de sus abusos, hasta que un día la mujer sufrió un accidente en que perdió la vida. Según su relato, 24 horas antes le había deseado la muerte. Un secreto que, afirma, atormentó esa época de su vida.
En otro momento detalla que cuando tenía 12 años el hermano mayor del novio de su amiga la violó. “Sentí que era mi culpa”, apunta en su diario de vida, junto con explicar que jamás le contó a su mamá para no agregar preocupaciones a su atribulada vida. Más adelante, vuelve a esa agresión sexual a raíz del impacto que le causa la divulgación de su cinta con Tommy Lee.
*Una enamorada del amor
Pamela Anderson siempre ha creído en el amor. No tiene problemas en asegurar que siempre creyó en que cada una de sus relaciones amorosas durarían para siempre. Aparecen citados el actor Scott Baio, el intérprete francés David Charvet y el surfista Kelly Slater, compañero de elenco en Guardianes de la bahía a quien dejó cuando se casó con Tommy Lee a días de haberlo conocido.
A propósito de esa convicción es que al acercamiento de Sylvester Stallone –que se difundió en la previa al estreno del documental– no le generó ni una pizca de interés. “Me ofreció un Porsche y un condominio para ser su chica número 1. Le dije: ‘¿Entonces hay una número 2? No, Gracias’”, recuerda, para luego continuar: “Quería estar enamorada de verdad. No quería nada menos”.
*Tommy Lee y el video sexual
No llevaban ni un año de casados cuando Pamela Anderson y Tommy Lee vivieron su mayor pesadilla: la caja fuerte que contenía una pila de cintas privadas y diversos objetos de valor desapareció de su casa. La seguidilla de hechos alrededor del video sexual incluyo una oferta para que la compraran a cambio de US$ 5 millones y la distribución de la cinta, sin su consentimiento, por obra de Internet Entertainment Group (IEG).
El matrimonio demandó a la compañía, iniciando un proceso en que los abogados apelaron al historial de Anderson en Playboy para cuestionar los límites de su privacidad. “Me hicieron sentir una mujer horrible. Yo solo era un trozo de carne, y eso no debería significar nada para mí porque básicamente soy una puta. No sentían mucha compasión por mí”, dice, para luego describir que todo el episodio “se sintió como una violación”.
La pareja desistió de continuar con la acción, lo que derivó en que la cinta circulara sin control a través de internet y, en consecuencia, la imagen de la modelo se deteriorara. Jay Leno, Matt Lauer y Howard Stern son algunas de las figuras que aparecen entrevistándola y burlándose de la filtración. “En ese momento supe que mi carrera se había terminado”, sostiene.