Calor, polvo y deshidratación: el día en que Paloma Mami convirtió Lollapalooza en un caos y descontrol
La cantante recién había despegado en la escena chilena tan sólo un año antes, con apenas un par de hits, por lo que la devoción que generó en el evento fue una sorpresa incluso para los organizadores. Un desborde. Eso sí, sirvió de antecedente para su actual paso por Viña.
Corría el 30 de marzo de 2019, y un centenar de personas se dirigía al pequeño escenario Lotus del festival Lollapalooza Chile. En ese momento, el rapero mexicano Alemán concluía su set ante un público tibio que crecía con cada canción, pero no necesariamente por él.
Después de su presentación seguía la de Paloma Mami, la revelación urbana del año. A sus 19 años y con solo tres hits bajo la manga, la ex participante de Rojo daría un set de 20 minutos en el escenario más pequeño del festival. Su presentación había sido una de las últimas confirmadas en el evento, asegurándose solo semanas después de que los organizadores lanzara la parrilla inicial de artistas.
A pesar de no ser headliner, su espectáculo casi pareció el de un protagonista gigante del evento. Antes de que empezara la presentación del mexicano, ya centenares de fanáticos de la chilena cruzaban por un puente rudimentario las acequias que rodeaban el escenario para verla lo más cerca posible, y cuando este terminó, el Lotus ya se encontraba repleto. 15 minutos antes de que Paloma iniciara su set, los organizadores salieron al escenario para pedir que el publico diera un paso atrás; había llegado tanta gente que ya se estaban generando empujones involuntarios. El contexto era tenso y peligroso.
El reloj marcó las 18.12, y acompañada por bailarinas, la cantante se adentró en el escenario bajo los vítores del público. Empezó su set con Don’t talk about me, entre una nube de polvo y problemas técnicos que impedían que los fans que estaban más alejados la escucharan, o que los más bajos la vieran.
Luego procedió a cantar Not steady, el sencillo que lanzó a solo semanas de haber dejado el programa de talentos, para seguir su rumbo artístico en sus propios términos. La cantidad de público le causaba emoción y nervios; antes de empezar, hizo una pausa para que tanto ella como sus fans se tranquilizaran.
Para cuando un violinista tocaba las primeras notas de Fingías, una buena parte del público intentaba desesperadamente salir; la combinación caótica del calor, la deshidratación y el estar apretadas por mucho tiempo descompensó a algunos. Pablito Pesadilla, musico urbano que tuvo el rol de DJ en la presentación, recuerda la caótica escena: “Fue una locura. Vi gente subiéndose a los árboles para ver el show, y a cada rato veía gente que salía desmayada, una y otra y otra”.
Paloma decidió concluir su presentación con No te enamores, e invitó al productor DJ Luian al escenario. La inclusión del puertorriqueño en el show fue criticada; hizo un baile íntimo que incomodó a muchos, incluyendo a la misma Paloma que incluso logró soltar un “CTM” antes de concluir sus versos y despedirse del ajetreado público.
La productora del evento estimó en 12 mil el número de personas que acudieron a la presentación, una cantidad que el escenario claramente no estaba preparado para recibir. La escena post show fue tan caótica como el concierto en sí: salir de ahí, tarea que tomaba usualmente unos 5 a 10 minutos, se convirtió en una estresante odisea de casi 30 minutos gracias a un cuello de botella generado a la salida. Los fans que aún tenían algo de energía después de la apocalíptica presentación intentaban amenizar la salida gritando memes.
A pesar de todo, el debut fue un éxito para la cantante: su presentación fue más vista de la historia en la transmisión televisiva del evento, y le abrió el camino a otras oportunidades dentro y fuera de Chile. El Festival de Viña la invitó en dos oportunidades al certamen, pero sólo aceptó la tercera. Hoy, debutará en la Quinta Vergara cerrando su primer día.
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