“Después de 1087 días la Quinta cobra vida”, dice una voz en off tras un video introductorio filmado mayoritariamente en el tradicional conjunto habitacional Las 7 hermanas, amenazado por el devastador incendio que afectó a Viña del Mar en diciembre, una especie de última defensa antes de que el fuego pudiera eventualmente arrasar con la Quinta Vergara, y dejarnos sin festival por tercer año.
En el escenario desfiló un cuerpo de baile variopinto con una clave que claramente será la tónica en esta edición, tras la pausa obligatoria por la pandemia: masiva presencia femenina rehuyendo los estereotipos que por décadas dominaron los espectáculos, con mujeres de diferentes aspectos, decididas a devorarse el escenario con energía y convicción.
El número musical introductorio también subrayó otra constante de lo que será este festival, con la música urbana dominando y sometiendo en un medley incluso a los artistas que provienen de otras tradiciones musicales como Los Jaivas y Fito Páez, las únicas excepciones de una parrilla que como nunca antes privilegia notoriamente los gustos juveniles. Ocho artistas de los doce programados favorecen a la audiencia centennial. Cinco de los seis días del certamen son para ellos.
Aparecen los animadores y, en una nueva señal de cómo es el nuevo orden del festival, saluda y habla primero María Luisa Godoy. El público dominado por mujeres en una noche donde los siguientes números también son femeninos, con la humorista Pamela Leiva y la estrella pop chilena Paloma Mami, exige inmediatamente el tradicional beso, una de las entelequias del evento.
“Niñitas, hijos míos, esto es para la tele”, dijo la periodista y conductora, ataviada con un vestido de rojo furioso, antes del piquito con Martín Cárcamo.
El animador saludó al Ñuble y Bío Bío, entre otras zonas afectadas por los incendios que han devorado el centro sur del país este verano, en tanto Godoy sumó las zonas afectadas de la ciudad jardín.
“Aquí en la quinta no hay divisiones”, proclamó Cárcamo, “(...) bienvenidos al festival del reencuentro”, dando paso a la fanfarria de la orquesta reincorporada a último minuto.
“Al regreso de esta pausa todas nos convertimos en Bichotas”, cerró María Luisa Godoy, antes de la pausa para el debut de la estrella urbana colombiana Karol G.
“Vimos a Pailita, vimos a Myriam Hernández”, comentan emocionados los periodistas de Canal 13 en los bastidores.
Los comerciales acaban y se lanza un video protagonizado por dos niñitas, seguido de imágenes con los ensayos de Karol G, Pamela Leiva y Paloma Mami.
Los animadores regresan al escenario y prosiguen las presentaciones de la alcaldesa Macarena Ripamonti que se lleva aplausos, marcando una diferencia con la pifiadera que cundía en la Quinta en los últimos años de la ex jefa comunal Virginia Reginato. Luego los saludos a los ejecutivos de los canales organizadores, que el público apenas ubica.
A continuación, el guión de los animadores hizo lo habitual, exagerando la presentación del primer show. Karol G es anunciada como “la número uno” y “la latina más escuchada del planeta”.
“La tremenda”, remató Martín Cárcamo.
La colombiana abrió su show con Gatúbela, un hit representativo del contenido lírico triple equis empoderado que abunda en sus canciones -”estaba loca por cazarte, hacértelo rico yo”-, acompañada de una efectiva banda compuesta exclusivamente por mujeres, donde destacaron la baterista y la guitarrista que incluso soleó tras la nuca, más un cuerpo de baile.
Karol G siguió con Poblado -”hicimos poses que, en verdad, desconocía”-; Alguien que me rompa -”porque no pueden con mi pum-pum”-, y Gato malo, con la guitarrista luciendo la pirotecnia de Jimi Hendrix.
Luego apareció Cris MJ canturreando anémico sobre pistas, para una deslucida versión de su hit Una noche en Medellín, superado completamente por el carisma de Karol G.
“Los sueños se cumplen”, repitió el artista urbano nacional, sin mucho más que aportar.
La colombiana continuó con la romántica A ella mientras el público le gritaba “ídola”, seguida de “una nuevita”, la manera en que introdujo X si volvemos, con la voz grabada de Romeo Santos, otro ejemplo del alto contenido erótico de sus letras.
“Es una porno, a mi me encanta cómo lo hacemos”.
Después presentó “una canción que no está en el set list”, en referencia a Ocean. “Cuando escribí esa canción y la lancé”, relató, “se volvió la (...) favorita de todos”.
El momento tierno de la noche ocurrió cuando tomó en brazos a una pequeña ataviada con una peluca roja imitando su cabellera, seguido del anunciado dueto con Myriam Hernández para interpretar el clásico romántico El hombre que yo amo, que evidenció más ganas que ensayo. La reconocida baladista nacional dejó un espacio para que el público centennial cantara.
“Te amo, te amo”, repitió Myriam a Karol G, junto con agradecer la invitación al escenario donde cantó y animó unas cuantas veces varios lustros atrás.
A esas alturas, el público exigía la gaviota, pero Karol G advirtió que aún le quedaba material, junto con anunciar el nuevo álbum Mañana será bonito, introducido con un mensaje a su hermana que acaba de ser madre.
La Bichota cerró la noche premiada con dos gaviotas y el público en el bolsillo.