En una conferencia de prensa realizada el día de ayer, en la antesala de su presentación en la tercera noche del Festival de Viña del Mar 2023, Alejandro Fernández señaló que su presentación tendría homenaje a su padre, Vicente Fernández, fallecido en diciembre de 2021. Su show, con el que comenzará la tercera noche del certamen viñamarino, marca la cuarta aparición del músico en los escenarios de la Quinta Vergara.
La relación entre padre e hijo puede describirse como una cercana, pero marcada a momentos por el conflicto y los tratos duros.
Alejandro fue el tercer hijo que tuvo el Charro de Huentitlán con doña Cuquita, nacido el 24 de abril de 1971. Desde pequeño mostró aptitudes por el canto que su padre trató de fomentar; existe un registro del pequeño cantando junto a su padre en Texas cuando solo tenía 5 años.
“A mí, mi papá, me hizo muchísimo daño”, declaraba Alejandro en una entrevista con Adela Micha en 2015 donde describía las presiones que recibía de él, algo que el Chente nunca negó. “A los 18 me lo llevé a las giras, y él no quería. Se paraba en el escenario, se jorobaba y yo le decía ‘Voltea pa’ arriba, estúpido, sonríe a la gente!’. Yo lo traía hecho talco”, admitiría más tarde a la misma periodista.
Alejandro aguantó, hasta que un día le dijo a su padre que no quería cantar más con él. “Vieras qué feo sentí cuando un día me dijo ‘Oye papi, yo no quiero venir a cantar contigo’. Es que cuando canto contigo me quieren porque soy tu hijo”.
Habiendo desarrollado sus talentos bajo su tutela, Alejandro tuvo que decidir a los 18 años si quería seguir los pasos de su padre. Dudó en un principio, matriculándose en una universidad local para estudiar Arquitectura, pero el mundo del éxito al final lo terminó atrayendo hacia la música. Su primer álbum de rancheras fue lanzado a fines de 1991 y logró vender cifras a la par con Vicente.
Cuando Alejandro viró hacia el pop
Tras lanzar diez discos inspirados por el género, en 2004 el Potrillo decidió dar un giro a su carrera e incursionar en el pop, algo que no le cayó bien a Vicente. “Me enojé tanto que le dije: ‘Tú y yo representamos a México, somos como las tunas, nopales, como los magueyes. ¿Y quieres cantar pop?”. Pero después de pensarlo, y a pesar de “estarle fallando al género”, dio su aprobación a Alejandro para pasarse al pop.
Habría sido Vicente quien le inculcó el hábito de beber antes de los conciertos, tema ampliamente discutido hace unas semanas luego de que se viralizara un video donde Alejandro parecía estar bajo los efectos del alcohol. Además de declarar que le gustaba beber después o antes de algunas presentaciones, dio más detalles sobre este hábito en un podcast: “Yo era muy penoso, demasiado penoso, y mi papá con el ánimo de que se me bajara el nervio cuando me iba a presentar, me dijo: ‘Chíngate un traguito de coñac’ y pues me gustó”.
Sin embargo, Alejandro ha asegurado en numerosas ocasiones que no le guarda rencores a su padre, homenajeándolo en sus conciertos, entrevistas y publicaciones en redes sociales. Hablando con Micha, aseguró estar en paz con su padre a pesar de todo. “No estoy hablando en metáfora, ni le estoy echando indirectas, ¡para nada! Mi padre tuvo sus errores y hoy se lo respeto y sé que lo hizo con el único fin de vernos bien a nosotros”.
Tras ser preguntado por su padre en la conferencia de prensa de ayer, Alejandro se sinceró sobre el duelo que sufre a un año de su partida. “Todas las presentaciones han sido diferentes. Se le extraña mucho, de verdad, nunca pensé que fuera a ser tanto. (...) Es difícil pues saber que antes contabas con una persona que tenía toda la experiencia y que cualquier problema que tenías, te podías voltear y decirle que te ayudara. Él mismo se se preocupaba y nos ayuda a resolverlo. Y saber que no está esa persona, pues pesa”.