Fabrizio Copano las hizo todas y da el mejor show de humor de Viña 2023
Bajo las pifias del Monstruo que no perdonaba a los animadores por el fin de la actuación de Christina Aguilera, Copano debió bregar duro e improvisar en su rutina para sacarla adelante. Lo logró, y con maestría hizo una presentación que mezcló cultura pop, aspectos personales y sus clásicos guiños a la contingencia. De los mejores números de humor que se han visto en Viña. Hasta con una reunión de parte de El Club de la Comedia y Los Bunkers.
Y Fabrizio Copano volvió a la Quinta. El comediante hizo reír de buena gana al Monstruo en la penúltima noche de Viña 2023. A diferencia de su primera vez, en 2017, cuando recién estaba despuntando su carrera en el humor, ahora lo hizo consolidado como uno de los nombres de primera línea del stand-up comedy del país. Como el único de su generación -la del extinto Club de la Comedia- que se encuentra dando pasos firmes para su internacionalización. Con su habitual estilo rápido, lleno de referencias claras para el mundo millenial, pero también con cierta transversalidad, Copano tuvo siempre el control de la rutina.
Claro que tuvo un difícil comienzo, ya que al empezar, en la Quinta había una ruidosa pifiadera del Monstruo, que rugía por el fin del show de Christina Aguilera -de poco más de una hora, muy breve para una artista de su calaje-. Con mucho nerviosismo, los animadores trataban de controlar a un público que pifiaba más y más.
Pero cualquier presagio quedó algo corto, ya que al momento de ser anunciado, la ovación fue cerrada. Su “¡Buenas noches Quinta Vergara, Buenas noches festival, Buenaaaaaaas Nocheeees Viñaaaaaaa!” fue casi como un desahogo. Apareció con una cortina de fondo, al estilo estadounidense. Con la tensión creciente, se vio obligado a improvisar para calmar al Monstruo hasta que reconoció: “Ahora estoy más tranquilo”, tras unos tensos primeros minutos, logró aquietar las aguas turbulentas. Las pifias, claro, eran a los animadores.
Partió con una breve autorreferencia, a su reciente participación en The Late Show with James Corden, y de ahí pasó a referirse a su vida en los Estados Unidos, y las diferencias culturales entre ambos países. “El bullying chileno es una talla, en Estados Unidos, balazo”, dijo y arrancó risas. El humor negro -bien usado- nunca falla, en una de las marcas de su estilo. Además contó un chiste sobre cómo venir a Chile desde Estados Unidos en pandemia y la burocracia que enfrentó. ¿Sobre la pandemia? Muy poco, solo una pasada sobre las vacunas, aunque eso le dio pie para otra cosa.
Y eso fue que se dio el gusto de subir al columpio a José Luis Repenning (”¿Es Nepe, o Repe?”), arriesgada decisión considerando que el conductor de Tu Día es un regalón de la audiencia, pero ahí se notó el nivel de Copano manejando el chiste con efectividad. Además, a lo Pamela Leiva, se llevó un besito de Gonzalo Valenzuela. “Es súper buen actor. Lo vi reírse del chiste de la ensalada”, dijo en referencia a la fallida rutina de Belén Mora de hace sólo un par de días. También molestó a Robert de Niro (con un notable chiste de doble sentido), a Benjamín Vicuña, Gonzalo Feito y a Tonka Tomicic (″No le pregunten la hora a la Tonka”).
Uno de los momentos de la rutina fue cuando se refirió a Sebastián Piñera (ante la sonora pifiadera de la Quinta) y - como lo hizo en el The Late Show with James Corden- aludió al Presidente Gabriel Boric, ante un Monstruo que se largó a gritar “Booric Booric”. Y señaló que era importante “huevear al Presidente”. “Ninguna chaqueta le queda bien, ¿agarró las que dejó Piñera en el piso?” y lo comparó con el osito de los comerciales de Ambrosoli y con Winnie The Poo, mezclando contigencia y cultura pop, acaso la marca registrada del estilo Copano. ¿Hace cuánto que no había buen humor político en la Quinta? Mucho rato.
Además de señalar que “Muchas veces cuando queda la cagada acá, pensamos que sólo pasa en Chile. Ahora en cada país hay un Trump. Kast tendría que ser el de Chile. Pero, ¿por qué nos tocó el más tome de todos? Los otros igual eran chistosos. Bolsonaro una vez agarró un niño y era un enano. ¿Kast que tiene? Como 20 hijos. Y cada uno con mas cara de pavo que otro. Que alguien le de unas metralletas y prostitutas a esos jóvenes. Y unos enanos también”.
Esto no es raro. En la previa, ya anunciaba que la contingencia sería parte de su rutina, marcando una diferencia con lo mostrado por sus colegas en los días anteriores del Festival, quienes se enfocaron más en lo autobiográfico y la pandemia. “Yo generalmente intento hablar de las cosas que me parecen interesantes, y que a mí me atraen...la política y la sociedad son parte de lo que a mí me interesa, entonces, por supuesto que va a haber algo de esto”, señaló a Culto durante su rueda de prensa previa a subirse al escenario de la Quinta, el pasado miércoles. Por supuesto, aludió brevemente a los convencionales de la ex Convención Constituyente y con su humor negro, dijo: “está mejor organizado que este año del festival” aunque eso fue más un golpe a la productora Bizarro.
Y cómo no, también se rió de Pailita. “Me gusta porque es el tierno del género urbano”, y mencionó al talquino Marcianeke, de quién se rió de su particular tipo gutural de voz “EGG”, dijo (aunque es casi imposible reproducir el sonido en una pantalla) y lo trató de que antes “era un cuico que dejaron afuera de un refri y se pudrió”, pero que ahora le gustaba más cómo lucía.
Además, un chiste notable fue la historia de un carrete, “el mejor carrete de mi vida” en el que deslizó la chance de haber consumido cocaína con Miley Cirus. Y también, de peor, en el que compartió con jóvenes de clase alta. “El zorrón te habla como por acá...Esa voz como que es buena onda y mala onda al mismo tiempo”, y que terminó pegándole tras haber peleado con su novia.
Hacia el final, siguieron otros chistes, como de que Chile “no es un país famoso...que lo último que recuerdan son los mineros (del 2010)”, y conoció a un estadounidense “fanático” de Chile, y que era pinochetista...pero que le ofreció descuentos en neumáticos.
Aunque uno de los puntos altos de la noche (y con Sabotage, de Beastie Boys, de cortina), fue cuando llamó a escena a dos invitados: Sergio Freire y Pedro Ruminot -en una pequeña reunión de El club de la comedia-, con quienes bromearon con la talla que alguna vez les dijo Sebastián Piñera (cuando era dueño de CHV) con que se parecían a Los Bunkers. De hecho, se pusieron a molestar a los penquistas...quienes aparecieron en escena, junto con Rodrigo “Guatón” Salinas. Sobre la tarima y en toda su dimensión.
Un multiverso total. El cierre final, corrió con Ven aquí, del grupo que ya tiene agendado su regreso para marzo en el Estadio Santa Laura.
Tras un comienzo duro y tenso, Copano se fue aplaudido a rabiar por el Monstruo, que le otorgó las dos Gaviotas, de Oro y Plata, y quizás, es una de las rutinas de humor en Viña que van a quedar en la retina de las más memorables, de esas que nos vamos a repetir en YouTube una y otra vez.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.