Son algo así como los dueños de casa. Los anfitriones de la gran fiesta. Los rostros más familiares para los chilenos en las últimas seis noches.
María Luisa Godoy y Martín Cárcamo han finalizado su tercer Festival de Viña en conjunto, en una cita que los tuvo para todo el país aceptando rituales como “¡el beso!, ¡el beso!”, presentando a nombres como Karol G, Tini, Los Jaivas o Fito Páez, y enfrentado las pifias cuando la Quinta Vergara rugía tras la fallida rutina de Belén Mora o el éxito de Christina Aguilera. Aquí, en conversación con La Tercera, abordan las jornadas más intensas del verano.
-¿Cómo evalúa su desempeño?
María Luisa Godoy: Ambos con Martín hemos entregado lo mejor, llevamos meses preparándonos y estudiando para poder presentar a cada artista como se merece, y para ser los mejor anfitriones para el público. Hemos tratado de entregar todo nuestro profesionalismo.
Martín Cárcamo: Ha sido extraordinario, por toda la emoción que ha tenido este Festival. Me quedo con una sensación de felicidad, porque se cumple la premisa de hacer un Festival del reencuentro, donde el público se pudo manifestar y disfrutar. Un Festival postpandemia le hace muy bien al país, porque sucede una suerte de catarsis. Siempre va a ser un privilegio estar en este escenario en los momentos difíciles y extraordinarios
-¿Qué es lo que más lo dejó conforme de su cometido y qué es lo que hay que mejorar?
MLG: Lo que más me dejó conforme es que en todo minuto hemos sido genuinos, hemos tratado de sentir la Quinta Vergara. Lo que no me dejó tan contenta... es cuestionable la noche de Belén Mora, era difícil leer ese público, habían unos que pedían gaviota de plata, entonces ahí hubo críticas, que si le deberíamos haber dado (la gaviota) o no. Yo siento que ella se la merecía, porque el público la estaba pidiendo. Esa es una noche y un episodio que hay que sentarse a analizarlo bien. El público estaba dividido y ése fue el momento más complejo.
MC: Siempre hay mucho que mejorar. El momento histórico de Los Jaivas, con la gaviota de platino, es el gran momento del Festival. Es un hecho histórico. Es el premio más importante que con la Mari hemos entregado en nuestras carreras. Por mejorar podría agregar que hay una sintonía fina donde uno tiene que ir leyendo al público en su manifestación. Hay cosas que siempre se pueden mejorar, con los timing de cuándo leer al público.
-En las primeras noches, volvió el ritual del beso. Pero mucha gente cree que es una tradición ya obsoleta. ¿Cuál es su posición?
MLG: Nunca preparamos nada para un beso, y de hecho lo han pedido dos noches de cinco. No sé si hay que sacarlo o no. Cada día lo piden menos, pero nosotros somos súper amigos y nos gusta sentir al público.
MC: A nosotros nos sorprendió. No íbamos preparados para el beso. El público que había (en la primera jornada) era muy juvenil y femenino, y uno pensaría que la tradición del beso es de un público más grande, con una historia aprendida de este ritual, y sin embargo se pidió de forma espontánea, rápida. No sólo el primer día, sino el segundo también. Eso no tiene mayor análisis que una manifestación genuina de lo que el público sintió. Creo que quizás hay lecturas que puedan existir en las redes que no se condicen con lo que pasa en la Quinta con los públicos, y eso hay que saber leerlo. La tradición del beso va más allá de que hay gente que le pueda gustar o no. Es bonito. Dentro de un contexto de festival, si el público lo pide, feliz de darnos un beso.
-Al final del show de Belén Mora, se escucharon numerosas pifias. Incluso, mientras culmina y ella estaba con ustedes sobre el escenario, las muestras de desaprobación continuaron. ¿Sintieron realmente que la gaviota que se le entregó fue pedida? ¿Por qué se decidió continuar?
MLG: Esa es la noche más difícil para nosotros como animadores y hay que sentarse a analizar si leímos bien al público. Yo creo que sí se la merecía, si los primeros 35 minutos la gente se rió harto.
MC: Particularmente ese día había dos públicos muy distintos, dado los artistas que habían (Alejandro Fernández y Los Jaivas). No sé si atribuirlo a eso, pero si estaba muy polarizado en términos de la recepción de la rutina de Belén. Ella parte muy bien. Pero cuando llega el momento de nosotros entrar al escenario, se produjo una polarización que yo al menos no había vivido en Viña. Por un lado, parte del público pedía la gaviota; por otro, existían pifias. Ahí viene la toma de decisiones con respecto a lo que está manifestando el público y creo que ninguna decisión iba a dejar contento a una parte de la audiencia. Como una parte del público estaba pidiendo la gaviota, se entregó. Parte del público después empieza a pedir la de oro, por eso que Belén dice ‘déjenme ganármela’. Ahí es cuando uno no puede decirle que no al artista.
-Los Jaivas salieron pasada las dos de la mañana. ¿Hubieran merecido un mejor horario?
MC: Eso es una decisión que está establecida con mucha anticipación. Creo que podría haber sido mas temprano, es un punto a mejorar, pero sin duda la gaviota de platino hace que tome la preponderancia que tiene y pondría el acento ahí. Todo es mejorable y siempre hay aprendizajes, pero son muchas las variables que están en juego.
-El rating este año ha sido más bajo en comparación a 2020 y 2019, también bajo Canal 13 y TVN. ¿Por qué cree que sucedió?
MC: Ya la única medida para evaluar no es el rating. Es como que evaluaras a un artista sólo por Spotify o sólo por las radios. Sucede que el rating efectivamente es un modo de evaluar la sintonía de un festival, pero hoy están las plataformas y todas las posibilidades de ver el Festival en diferentes instancias. Incluso posterior. Hacer una evaluación en base sólo al rating está obsoleto.
-Cuando termina el show de Christina Aguilera y se da paso al de Fabrizio Copano, la Quinta estaba pifiando. Usted María Luisa decidió enfrentar el momento con un discurso fuerte acerca del respeto.
Siempre cuando hay pifias, son los momentos más tensos y hacen que Viña sea el Festival de Viña. Siempre hemos dicho que esa efervescencia, igual nos gusta. Con Martin nos quisimos hacer cargo y la actitud que me motivó es que tenemos una responsabilidad, y es que se reciba a cada uno de los artistas como se merece. Más encima era Copano, un tremendo humorista y probablemente uno de los standuperos más lúcidos y rápidos. Me parecía injusto que no lo recibieran como se merece.
-¿Le gustaría volver en 2024?
MLG: Me siento muy contenta y honrada de la oportunidad de estar en el escenario más importante de nuestro país.
MC: Le tengo un cariño y respeto sublime, pero creo que después hablamos de eso. No corresponde hacer declaraciones respecto a eso.