A mediados de 2022, Sylvester Stallone usó su cuenta de Instagram para arremeter sin anestesia en contra de Irwin Winkler. Al histórico productor de Rocky lo rotuló como “sin talento y parasitario”. Un descargo sustentado en su hastío por no poseer participación en la propiedad de la saga y, por lo tanto, no tener poder de decisión sobre los nuevos pasos de la lucrativa franquicia de boxeo que construyó desde sus cimientos.
En otra palabras, no importa que la historia y los personajes originales sean de su autoría y que haya protagonizado todas las películas sobre Rocky Balboa y las que vinieron sobre Adonis “Donnie” Creed (Michael B. Jordan). A la larga, son otros los que deciden el destino de la marca y los que se llevan la mayor tajada del negocio.
Más sereno, en noviembre pasado explicó que los productores le transmitieron su interés en hacer un nuevo largometraje de la serie. Stallone advirtió que esa era una buena oportunidad para plantearles un cambio en la división de la torta –a futuro, no retroactivamente–, a lo que los realizadores se habrían negado.
En ese sentido, llamó a su ausencia en Creed III “una situación lamentable”, descartando cualquier posibilidad de llegar a un acuerdo con Winkler y compañía. “Nunca va a suceder”, aseveró.
Con fecha de estreno en cines chilenos para este jueves 2 de marzo, la tercera entrega llega a la cartelera lidiando con su partida. La secuela presenta a Adonis como un hombre retirado del boxeo y a la cabeza de la familia que tiene junto a Bianca (Tessa Thompson) y la hija de ambos, Amara (Mila Davis-Kent).
Esta vez no es una figura ligada a Rocky el que remueve su vida, sino que uno conectado a su propio pasado. Interpretado por Jonathan Majors, Damian acaba de salir en libertad tras cumplir una pena de cárcel por una situación que lo involucró tanto a él como a Adonis cuando ambos eran jóvenes. Creed se siente en deuda con su viejo amigo de la infancia, por lo que no se resiste a su sugerencia de volver al cuadriletaro, donde ambos eran grandes promesas y sólo uno pudo cumplir su sueño.
El guión escrito por Zach Baylin y Keenan Coogler –a partir de una historia creada junto a Jordan– fija el centro de gravedad del filme en el personaje titular, sin vacilaciones. Y Balboa es mencionado, pero no aparece en ningún momento. Para confirmar que el cambio de guardia es total, el propio actor de Pantera Negra se hace cargo de la dirección, duplicando sus funciones de una forma similar a cuando Stallone dirigió cuatro de las seis secuelas de Rocky.
The Guardian opinó que el intérprete “está más que preparado para el trabajo, toma el relevo con elegancia y traspasa la línea de meta entre un rugido de vítores”. Y el medio llamó a la cinta “un bálsamo muy necesario, una atípica secuela que se acerca a restaurar la fe en el valor y la legitimidad de la franquicia como concepto”.
“Es una película mucho más dinámica que la competente pero formulaica Creed II, incluso si no puede igualar la conmovedora brillantez cinematográfica de la primera Creed”, sostuvo Variety, jerarquizando al largometraje dentro de la saga y agregando que “Jordan ofrece la que puede ser su actuación más completa hasta ahora como Adonis”.
Recientemente visto en Ant-Man and the Wasp: Quantumania, Jonathan Majors también es foco de elogios de la crítica. “La incorporación de Majors es una bendición para Creed III”, afirmó The Hollywood Reporter. “El actor imbuye a a Damian de una complejidad refrescante. En las manos de un talento menor, el personaje habría seguido siendo un antagonista débilmente dibujado”.
Deadline lo presentó como “una bocanada de aire fresco”, destacando que “aunque el viaje de Damien es bastante poco realista, incluso como un desvalido imperfecto, el espectador lo apoya”.
“Adonis valora el control. Lo de Dame es la fuerza bruta. Tanto Jordan como Majors ofrecen energía, carisma y presencia”, argumentó IndieWire, junto con apuntar que “Jordan claramente tiene habilidad como director, y Majors y él forman un dúo formidable en pantalla”.
En tanto, The Wrap calibró el impacto de la marcha de la estrella de Rambo. “El regreso de varios personajes de las anteriores Creed ratifica que la historia de Adonis ahora tiene una mitología completamente separada, una identidad propia, que debe su existencia a la creación de Sylvester Stallone pero que tiene la libertad de tomar sus propias decisiones”, expresó el medio. También reconoció que “hay momentos donde se siente su ausencia”, aunque “no es que Creed III no funcione sin él”.
Paste Magazine concluyó: “Hace una década, que otro actor se hiciera cargo y remezclara la saga Rocky habría parecido un sacrilegio sin sentido. Ahora parece una de las pocas sagas cinematográficas con el impulso para competir”.
Por lo pronto, el futuro de la franquicia continuará con un spin-off centrado en Ivan Drago (Dolph Lundgren) y una cuarta entrega de Creed ya en desarrollo. Y, de nuevo, sin Rocky Balboa.