Sadie Sink, la estrella que atormenta a Brendan Fraser en The Whale: “Es una chica muy rota y muy perdida”

SADIE SINK
Sadie Sink, coprotagonista de The Whale

La joven actriz se ha transformado en una promesa de la actuación luego de sus reconocidas y aclamadas intepretaciones en Stranger things, el corto All too well de Taylor Swift, y su reciente paso por la cinta que se apunta como una de las más aclamadas de la temporada. Esta es su historia.


La primera vez que Sadie Sink (20) se cruzó con Brendan Fraser, no sabía quién era él. “No estaba familiarizada con su trabajo, pero estaba como, ‘Hey, encantada de conocerte’”, reveló a Insider. La cinta The whale llegó a la vida de la joven actriz en 2020, fue ahí cuando leyó y se entusiasmó por el guión -sin título en ese entonces- de Darren Aronofsky. Luego llegó la pandemia y todo se detuvo hasta que, un año después en febrero del 2021 el director le pidió a Sink entrar a un zoom con él y Fraser, donde finalmente le ofrecieron el rol de Ellie.

The Whale se estrenó en septiembre del 2022 con una ovación de seis minutos en el Festival de Cine de Venecia y Fraser se ha posicionado como uno de los favoritos de la temporada de premios con una nominación pendiente a los Oscar y dos triunfos consolidados en los Critics’ Choice Awards y en los SAG como Mejor actor. En el drama psicológico, Sink es la coprotagonista de Fraser y da vida a una adolescente que tiene que lidiar con su padre, un profesor de inglés obeso que intenta reconectar con ella.

The whale
Brendan Fraser y Sadie Sink

El trabajo de la actriz no ha quedado ajena al buen recibimiento, incluso el mismo Frase reveló en una conversación con Digital Spy sus impresiones al trabajar con ella. “Esta niña es buenísima. Su talento precede a sus años de experiencia (...) “Fue algo que no he visto a ningún otro actor joven, cómo saber ser tan preciso, tan inventivo, cómo ser tan consistente, tener esa elocución perfecta sin ser afectado. Podría seguir y seguir, y te lo prometo, quiero hacerlo. Ella es simplemente genial”.

De Broadway a Stranger things

En su corta carrera, Sink ya tiene una de las escenas más icónicas del streaming en el último tiempo. Su mirada en trance, con los ojos en blanco, elevándose por los aires mientras escucha Running up that hill de Kate Bush, es uno de los momentos más recordados de la exitosa cuarta temporada de Stranger things. Su llegada a la serie de Netflix en 2017 para la segunda temporada, la llevaron al estrellato y reconocimiento por su interpretación de Max, una patinadora proveniente de una familia conflictiva.

“Empecé a actuar cuando tenía ocho años. Era solo esta cosa divertida que me gustaba hacer y que nunca me tomé demasiado en serio, hasta que, de repente, lo estaba haciendo en un entorno profesional, lo que sucedió cuando tenía alrededor de 10 años. Justo el otro día, mi madre dijo: ‘¿Te das cuenta de que ha pasado una década desde que hiciste tu debut en Broadway?’ Lo que parece una locura. Pero no puedo imaginarme haciendo otra cosa y realmente nunca me tomé el tiempo para aprender a hacer otra cosa, así que me alegro de que todo esté funcionando”, confesó a la revista Interview en diciembre pasado.

Sadie Sink y Millie Bobby Brown

Es la hija mediana, entre cinco hermanos, de un padre profesor de matemáticas y entrenador de fútbol y una madre que cuidaba bebés. Junto a uno de sus hermanos, Mitchell, hacía teatro desde pequeña, lo que llevó a sus padres a aventurarse y mudarse a Nueva Jersey para presentarlos en un casting de Broadway. “Si no hubiéramos sido los dos, hubiera sido muy difícil, no creo que de ser uno solo mis padres hubieran trasladado a toda la familia. Pero, al ser los dos, lo hicieron. No muchos padres lo harían”, dijo a El País en febrero pasado. En 2012 Sink ya tenía el protagónico del musical Annie.

El salto a la pantalla grande

Su participación en el mundo del cine no había sido en primera línea hasta el año 2021, cuando consiguió el protagónico para la trilogía La calle del terror y luego protagonizó el corto ganador de un Grammy All to well de Taylor Swift. La película The whale lo rodó meses antes de embarcarse en la cuarta temporada de Stranger things con el apoyo de sus directores, Matt y Ross Duffer.

Según contó la actriz a El País ella es una gran admiradora de Aronofsky y sus cintas. “Las había visto todas, aunque quizá algunas siendo demasiado joven. Las amo todas. Así que cuando leí este guión me sorprendió mucho. Me preguntaba: ‘¿Dónde está aquí el elemento Aronofsky?, ¿dónde está el aspecto perturbador?’ Parecía más terrenal que nada de lo que había hecho antes. Después ves que hay trampas psicológicas, personajes que de entrada no te caen bien, pero que al final entiendes”.

Dice que a su personaje en The whale nunca lo vio como una mala persona, pero sí muy distinta a cómo es ella. “La veía como una chica muy rota y muy perdida. También enormemente lista, de una manera incluso negativa. Pero sí que empatizaba con ella, lo cual es importante para actuar con honestidad”. Incluso, reveló a Elle que hubo días en que el rodaje fue muy pesado y agotador porque requería despojarse de capas para ser realmente vulnerable. “Es realmente difícil cuando estás haciendo los materiales más oscuros”.

En esos momentos su relación con Fraser fue clave. “Algunas de las cosas que Ellie le tiene que decir, no son cosas fáciles de tomar. Pero nosotros simplemente, confiábamos mucho, mucho en el otro y por eso, creo que estábamos completamente cómodos con el otro”. Según el actor todos mejoraron su actuación luego de rodar la película. “Fue después de The whale cuando volvió (Sink) e hizo la cuarta temporada de Stranger things donde se enfrentó al monstruo aterrador de Vecna, y corrió colina arriba (...) creo que logró poner a ese monstruo con cola entre las piernas, debido a su experiencia enfrentándose a su padre”, dijo entre risas a Digital Spy.

Un punto con el que Sink coincide. Según la joven actriz trabajar en la película le entregó una confianza frente a las cámaras que antes no tenía. “Cuando volví noté la diferencia en mí misma como actriz. Los hermanos Duffer también lo notaron. Sentía que había cosas como actriz que antes no me parecían normales o aceptables y de pronto sí. Hacer preguntas, sentirme vulnerable… esto nos pasa a los que hemos sido niños actores (...) Como niña actriz, solo eres una marioneta, o quizá yo me sentía así. Vi que podía tener mis pensamientos y mis ideas. Te das cuenta de que en el rodaje todo el mundo tiene un trabajo. Si hay un problema con la iluminación, la gente de luces va a parar el rodaje para arreglarlo, y me di cuenta de que si yo tengo un problema, también puedo decirlo”, dijo a El País.

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