Wayne Shorter, saxofonista que dio forma al género del jazz moderno con sus composiciones, falleció este jueves en la ciudad de Los Ángeles, en Estados Unidos, a los 89 años. Su fallecimiento fue confirmado por su publicista, quien no reveló la causa.

Su carrera duró mas de medio siglo, empezando en la década de los 60 como compositor y saxofonista en el grupo de Art Blakey Jazz Messengers y el quinteto de Miles Davis. Como compositor, estuvo detrás de piezas musicales que se volvieron estándares dentro del género. Y como lider de conjuntos de jazz, lanzó múltiples piezas en el importante sello Blue Note.

El intérprete se convertiría mas tarde en uno de los pioneros del jazz fusión. También tuvo incursiones en la música popular, cruzando géneros para colaborar con artistas como Joni Mitchell, Carlos Santana y la banda Steely Dan. Para The New York Times, el saxofonista tenía “un estilo astuto y confiado en el saxofón tenor, identificable al instante por su tono de bajo brillo y sentido elíptico de la frase. Su sonido fue más brillante en la soprano, instrumento en el que dejó una influencia incalculable; podía ser inquisitivo, bromista o esquivo, pero siempre con una entonación precisa y claridad de ataque”.

En entrevistas, Shorter señalaba que lo que le atrajo a la música en primer lugar fue su “velocidad y misterio”. Uno de sus álbumes más celebrados es Speak no evil, lanzado en año 1966. el LP -el tercero en su extensa discografía- es recordado por las atmósfera que crea y los legendarios músicos que participaron en él: Shorter tuvo a Herbie Hancock en el piano, Ron Carter en el contrabajo, Freddie Hubbard en la trompeta y a Elvin Jones en la batería. Un dream team.

Los problemas de salud lo alejaron de los escenarios en 2018, pero el músico se mantuvo activo, componiendo piezas para obras de ópera y solo. A los 85 años lanzó el álbum triple Emanon, y Shorter, fan e ilustrador de cómics desde la infancia, lo acompañó con una serie de caricaturas que describían su filosofía.

El jazzista visitó nuestro país en octubre de 2005, dando una presentación en el Teatro Teletón que Felipe Salas, baterista de Cómo Asesinar a Felipes, describió en una ocasión a Culto como el mejor de su vida. “Wayne Shorter tocando ahí… fue una cuestión que me voló la cabeza. Fue especial. Han habido muchos conciertos en los que me ha pasado eso, pero es el que me acuerdo ahora. (...) Influyó mucho en mí, en mi manera de ver la música. Era sentado en una butaca... me transportaron a mil lugares diferentes ahí sentado en el teatro. Fue un concierto súper especial”.

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