La rutina de Fabrizio Copano en la penúltima noche del Festival de Viña 2023 fue la más elogiada de todas. Tras un comienzo duro y tenso, Copano se fue aplaudido a rabiar por el Monstruo, que le otorgó las dos Gaviotas, de Oro y Plata.
Uno de los puntos altos de la noche (y con Sabotage, de Beastie Boys, de cortina), se dio cuando invitó a dos figuras al escenario: sus excompañeros de El club de la comedia, Sergio Freire y Pedro Ruminot. Con ellos, bromeó sobre la comparación que alguna vez les hizo Sebastián Piñera con Los Bunkers. El chiste fue rematado con la entrada del mismo grupo al escenario junto a su otro ex compañero en el programa de Chilevisión, Rodrigo Salinas. Los penquistas aparecieron desde la tarima situada en la parte trasera de la Quinta Vergara.
Este martes, Ruminot se refirió a la trastienda de todo el evento en un capítulo del podcast Tomás va a morir, revelando que la entrada del grupo y Salinas al escenario no se dio exactamente como se planeó. “Pareciera que salió bien, pero no, porque se tenía que abrir altiro. Fabrizio supo salir, inventó un chiste de la nada, que Los Bunkers se bajaron con Maná”, agregó.
Efectivamente las puertas de donde debían salir tuvieron que ser abiertas dos veces y la música ambiente para la escena debió repetirse, pero Copano, Freire y Ruminot lograron disimular el problema. “Con Sergio dijimos: ‘¿Qué pasa si no sale?. Hacemos rutina para salvar, inventemos algo’. Pero salió muy bien, estaba muy feliz Fabrizio. Además, cerró muchas cosas y todo cuajó perfecto”.
La aparición de la banda en la rutina se gestó en secreto durante enero, para evitar filtraciones. El hermetismo fue tal que varios de los colaboradores del equipo del comediante ni siquiera lo comentaron a sus familias.