Mientras el concierto de Young Cister se extendia más de lo programado, el escenario Banco de Chile del Lollapalooza esperaba expectante la entrada en escena el venezolano Danny Ocean. Los clamores del público por su salida solo se intensificaban.
El ambiente amenazaba con que el intérprete empezaría su set tal como paso ayer con varios de los artistas. Por suerte, la espera no fue muy extensa.
Ocean (quien toma su nombre del personaje principal de Oceans Eleven) arrancó 5 minutos más tarde de lo presupuestado con el hit que lo llevó a las listas de éxitos, Me rehúso. Todos coreándolo, bajo un sol que no daba tregua con los asistentes. El mismo intérprete se refirió a esto durante su show, preguntándose cómo los centenares de fans que lo esperaban podían aguantar temperaturas tan altas y viéndose obligado a sacarse la polera, ante los gritos atónitos de sus fans.
El coro fue disminuyendo a medida que el cantante avanzaba con su repertorio, formado principalmente por tonadas de ritmos latinos que se han vuelto un panorama típíco dentro del festival: Veneno, Swing y ???. Además, invitó a sus compatriotas Rawayana, quienes fueron parte de la parrilla del festival el año pasado.
Destacaron más las canciones ADA y Mónaco, temitas que ven al intérprete venezolano incursionar en estilos más cercanos al synthpop. Terminó su set con Me rehúso, el sencillo que lo hizo un nombre conocido dentro del pop latino hace 6 años atrás, y lanzando confetti al final. Una conclusión espectacular a un show que se destacó no necesariamente por los éxitos urbanos/caribeños, sino por aquellos momentos en los que se alejó de estos géneros.