Palmeras ornamentales, gráficas coloridas, un cuerpo femenino de baile y un DJ. Con ese blindaje se subió Mora (1996) al Banco de Chile Stage este viernes, cuando promediaba la tarde y la temperatura volvía difícil aguantar de pie a pleno sol en la explanada del Parque Bicentenario de Cerrillos.
Tras la presentación de más temprano de Pailita en el otro escenario principal, el puertorriqueño lució como una opción acertada para continuar enfervorizando al público centennial que llegó tras la hora de almuerzo en masa a la jornada inaugural de Lollapalooza Chile.
En términos de arrastre en el universo de la música urbana aún le queda trecho para medirse con otras figuras masculinas contemporáneas como Rauw Alejandro o Anuel AA. Además, habría que someter a debate si en el corto plazo podría igualar o superar el arrastre de Jhay Cortez. Las métricas de lo más escuchado de Spotify en 2022 dicen que todavía falta tiempo para eso.
También es cierto que en el día uno del evento el artista de 26 años congregó un mayor volumen de público y sostuvo de mejor forma la intensidad que este último en el show que brindó en 2022, cuando fue la carta del festival para ocupar un lugar similar en la grilla.
Su lanzamiento más fresco, Blackout, un single que cruza urbano y electrónica, fue la elección de Mora para abrir su debut en Chile. Aunque estaba ante uno de los mayores llenos de las primeras horas del evento, no tenía prisas en disparar de inmediato lo más calado de su catálogo. De hecho, todo lo contrario, porque luego siguieron tres canciones de su tercer y más reciente disco, Paraíso (Domingo de bote, Calentón, Modelito), que salió al mercado hace poco más de cuatro meses.
Quebró la inercia dando paso a su primera invitada. Oriunda de Puerto Rico al igual que el anfitrión, la cantante PaoPao lo flanqueó en dos temas: Cositas, también de su último álbum personal, y la versión remix de Algo así, parte de la carrera de ella.
Quizá consciente de que la primera parte del show mantuvo la energía a raya, introdujo Memorias preguntándole al público si querían “brincar un ratito”. Colaboración con Jhay Cortez y parte de su álbum Microdosis (2022), elevó el fervor entre asistentes que parecían sospechar que pronto serían recompensados por su fidelidad.
Luego de Tus lágrimas, track de ese mismo disco, el músico alertó que algo andaba mal. Primero indicó que la organización estaba preocupada por las aglomeraciones y segundos después se detuvo para que una persona desmayada fuera retirada y se le entregara atención médica. “Me van a bajar, yo me voy a encabronar”, expresó, para luego obligar a que se repartieran botellas de agua entre el público. Y advirtió: “No me pueden cortar tiempo por eso”.
Pasó Tuyo, uno de sus mayores hits y parte de su álbum debut, Primer día de clases (2021), y el calor se volvió a disparar. A causa de eso, recibió a un invitado que no estaba en los planes de nadie.
Un miembro de la producción irrumpió en el escenario para alertar que había otras personas que se estaban desmayando y que era necesario que en las primeras filas retrocedieran unos pasos. En caso contrario, la suspensión definitiva del concierto era una posibilidad real. Mora incluso abandonó momentáneamente la tarima. Un par de minutos más tarde, se reincorporó y tomó la batuta. “Vamos a coger las cosas con calma. No queremos que nadie salga herido aquí”, señaló.
Lo siguiente fue 512, otro de sus buenos éxitos, y la recepción de su segundo artista invitado del día. Gran fenómeno de la escena hispanohablante, Quevedo asombró aterrizando en su show y debutando en la versión local de Lollapalooza. Juntos cantaron APA, de su segundo disco, pero según reconoció el propio Mora no podía dejar ir la oportunidad de incluir una de las canciones más escuchadas de 2022.
Así, sin que estuviera contemplado, Music Sessions, Vol. 52 sonó en Cerrillos, uniendo al público en un coro que vuelve plausible la idea de tener al español en una siguiente edición de la instancia musical.
Para el final el puertorriquense reservó sus dos temas junto a Bad Bunny, a quien lo unen no sólo sus colaboraciones sino que también su pertenencia al sello Rimas. Ya había excedido el tiempo estipulado en agenda, pero despachó Una vez, parte del disco YHLQMDLG (2020), y Volando Remix, en que une fuerzas con la voz de Moscow Mule y con Sech. “Me están botando pero que se jodan”, lanzó en la previa a interpretar la primera.
No se quiso despedir sin antes realizar un anuncio formal: tendrá un show en septiembre en el Movistar Arena. Será su estreno en un recinto por el que ya han pasado algunos de los exponentes más convocantes de la escena urbana. Una oportunidad para repetir o incluso mejorar las sensaciones de su debut en el país.