Cualquiera que haya visto el documental Dig! (2004), donde se muestra a la banda hacer una gira por Estados Unidos junto a The Dandy Warhols -un periplo marcado por el conflicto y la drogadicción-, puede deducir que la reputación que tiene The Brian Jonestown Massacre es especial.
Ellos son exhibidos en el documental como la banda más disfuncional del universo. Los integrantes entran y salen de su elenco, usualmente después de pelearse en el escenario; los únicos constantes son Anton Newcombe y Joel Gion, su panderista.
Esta reputación que construyó en la primera década de la banda, hizo que muchos asistieran a sus shows solo para provocar a Anton, algo que se ha mantenido con los años. “Siempre me hacen eso. La gente lo intenta si voy a bares, pero eso no es nada nuevo. La gente me lo ha hecho desde el kinder, y pareciera ser que lo hacen para mostrarle a otros que no me tienen miedo, cuando en realidad sí lo tienen. Solo están siendo estúpidos. Ya tengo 55 años. ¿Para qué voy a pelear con ellos?”
Pero a veinte años del periodo registrado en el documental, Anton parece haber dejado esas actitudes de lado.
El frontman conversa con Culto desde una de las casas que arrienda en Los Ángeles y que utiliza como estudio de grabación. A ratos nos muestra las múltiples guitarras que usa en sus discos, y su extensa colección de vinilos. También muestra sintetizadores y equipamiento análogo, de los cuales saca sonidos, pero luego procesa en el sistema digital Pro Tools; las cintas para producir en análogo son demasiado caras, según dice. Lo aqueja un leve refrío, el que espera que se pase rápido para que pueda dar su próximo concierto en Chile -el 16 de abril en Basel venue- en buen estado.
“Siempre entro aquí sin saber lo que voy a hacer. Y eso me encanta. No vengo con canciones extras, o cosas que grabar pensadas anteriormente, como otras bandas que dicen ‘seamos los próximos Beatles. Veamos cómo hicieron todas esas cosas’ u ‘hoy nos convertiremos en los próximos The Jesus and Mary Chain’ o algo así”, dice, mientras muestra los pedales de su guitarra que le han permitido adquirir ese especial sonido psicodélico y lo-fi de sus discos.
Anton recuerda una anécdota en particular sobre esto de los años 90, cuando estaba en un club famoso de Los Ángeles llamado Spaceland. No recuerda si estaba ahí tocando o viendo tocar a alguien. De repente se le acercó Daniel Lanois, productor conocido por sus trabajos con U2 o durante la era del renacimiento de Bob Dylan, y le dijo. “Tu disco, Take it from the man, lo usé para convencer a Bob de que grabara Time out of mind tal como él sonaba. Le dije ‘mira a estos chicos y los discos que hacen, sonando como sea. Debes dejar de hacer esa mierda de magos en el estudio y simplemente ser tu mismo. Simplemente suena como tú’”. Para Newcombe, esto fue como recibir un premio.
Tu futuro es tu pasado
La banda se destaca especialmente por su músculo prolífico Desde 1995, han sacado 20 álbumes, explorando a través de ellos una diversidad de géneros (folk, electrónica, rock), pero todos hermanados con la psicodelia.
La pandemia no lo detuvo. Pillando a Newcombe en Berlín, ciudad que desde hace unos años llama su hogar, y teniendo un estudio en su residencia, el confinamiento le dio el tiempo para grabar diversas canciones, las que luego conformaron los discos Fire doesn’t grow on trees (2022) y Your future is your past, este último lanzado en febrero. Las canciones, muchas de ellas registradas, producidas y subidas en su canal personal de YouTube el mismo día, fueron más bien un intento de mantenerse en sus cabales, y su hijo tuvo un rol especial en ellas, sugiriéndole letras y títulos.
“Todos se fueron a casa durante la pandemia. Solo intenté mantenerme positivo durante todo ese tiempo porque tengo un hijo pequeño, Wolfgang, que tenía siete años cuando todo esto empezó. Solo traté de mantenerlo bravo y decirle ‘oh, esto es solo una aventura en la que estamos’. Al mismo tiempo, creo que fue algo bueno. Grabar es prácticamente mi trabajo, y estando en este estudio en mi hogar, no podían decirme que no fuera al trabajo. Estos discos no tratan tanto de la pandemia como de lo que gané manteniendo una actitud positiva y compartiendo todo en lo que estaba trabajando. Solo traté de que la vida siguiera adelante. ¡Porque la gente estaba loca!”
Estos son los discos que vienen a presentar a Chile el próximo 16 de abril en Basel, el nuevo recinto de eventos ubicado en el Mall Barrio Independencia. Haber vuelto a los escenarios el año pasado, luego de cuatro años sin hacerlo, es toda una experiencia para Newcombe.
La última vez que vino a Chile fue en 2016, compartiendo la parrilla del festival Fauna Primavera junto a Primal Scream y Air, entre otros; recordando la ocasión, Newcombe aprovecha de manifestar su desagrado con este tipo de conciertos. “Justo hoy estaba en conversación con Primal Scream, sobre su idea de tocar un festival en junio, después de que toquemos en Sudamérica. Pero por más que amo a esos chicos y quiero que todos la pasen bien, detesto tocar por solo una hora. Estar así, con un horario fijo encima. Prefiero relajarme, como en el jazz”.
Las entradas para el show están disponibles a través de Ticketmaster.