*Jimin - Face
Jimin de BTS hizo historia esta semana. Es el primer artista surcoreano en conquistar el primer puesto del Hot 100 Billboard por el single Like crazy, mientras este EP, su debut, llegó al número 2 en álbumes. Las canciones responsables de la hazaña encarnan un homenaje al pop diseñado por Michael Jackson y la influencia del hip hop, una de las fuentes nodrizas de su banda.
El primer corte, Face-off, se introduce con elementos cinematográficos para luego combinar guiños al rey del pop, alternados con un segmento callejero. Interlude: Dive es una travesía instrumental con sonidos incidentales, antesala para el hit de la semana, Like crazy. El inicio es un ardid: la suave guitarra y los susurros de una pareja sugieren una balada de connotaciones eróticas que, en rápido viraje, decanta en synth pop ochentero. Un buen single aunque sin rasgos electrizantes.
Alone es una correcta balada romántica de moderno R&B con estribillo urbanizado, mientras fanfarria y voces corales arrullan Set me free, Pt. 2, una grandilocuente manifestación de hip hop. Jimin domina las formas, como los referentes son tributados y reinterpretados con rigor. Todo en su sitio y funcionando impecable, aunque el empaque no advierte que la sorpresa y la singularidad se venden por separado.
*Boygenius - The Record
“Boygenius: el supergrupo que necesitamos”, proclamó Rolling Stone sobre esta alineación formada por Phoebe Bridgers, Julien Baker y Lucy Dacus, alzando la voz en los elogios para estas artistas consideradas entre las mayores promesas del indie estadounidense de los últimos años, en particular Bridges y sus nominaciones al Grammy.
Tras un Ep homónimo de 2018, este debut oficial se despliega franco, conciso y delicado. Rockea consistente y emotivo cuando debe, los ornamentos corales son de primera, y las piezas acústicas refuerzan el tono confesional y sincero. En cada escenario musical se expresan naturales y conectadas con las necesidades y desafíos de esas casillas.
Con edades entre 27 y 28 años, Boygenius se enfoca en las relaciones personales con acento en la pareja, bajo observaciones implacables y agudas. “Me haces sentir como una igual”, canta Phoebe Bridgers en Letter to an old poet, “pero soy mejor que tú, y ya deberías saberlo”. La suave Leonard Cohen, entona con belleza pastoral “no soy un viejo que sufre una crisis existencial, en un monasterio budista escribiendo poesía cachonda”.
The Record representa las mejores cualidades del indie -sensibilidad, ironía, gusto y arrojo-, en una colección de canciones de alta factura y sin relleno.
*Melanie Martinez - Portals
De cantar ante el escrutinio de Adam Levine y Christina Aguilera en The Voice en 2012, a este tercer álbum de Melanie Martínez (27), hay un viaje interestelar. La artista neoyorquina presente en el último Lollapalooza Chile con un elaborado montaje incluyendo disfraces y abundante maquillaje, sigue clasificando como pop mediante un ingreso lateral que conduce a una sala alternativa, donde su cancionero desfragmenta lo que se entiende por música para ránkings. El imaginario de Martinez coquetea con una estética aparentemente infantil, barroca, onírica y algo fúnebre, como una prima lejana de Grimes que raya con Tim Burton, utilizando elementos de hip hop que le han valido comparaciones con Lorde. A veces canta como si fuera una adolescente romántica mientras la letra habla de ninfomanía, o se explaya sobre experiencias narcóticas y menstruales.
El álbum funciona como un relato circular, que conecta el primer tema con el corte final. A ratos se extrañan algunos cambios de velocidad y temperamento, a pesar del filo de títulos como Evil con su coquetería arrastrada, y la tensión emo de Void. Sin embargo, Portals es un manifiesto de indiscutida originalidad que sugiere la posibilidad de una obra maestra en el futuro.