“Escribí las tres novelas con ánimo de venganza”, la frase, tan directa como reveladora es de la escritora argentina Ariana Harwicz, una de las plumas más viscerales que han surgido en la literatura latinoamericana de los últimos años. No solo por su forma de escritura, desparramada y salvaje, también en las temáticas que trata, que en términos generales, subvierten todo aquello que se establece sobre las mujeres y la maternidad.

Ese ánimo de cobrarle cuentas a las convenciones sociales la movió a escribir. “No recuerdo nada salvo eso, que una tarde del final de un verano de 2011 en un campo francés, me tiré al pasto, es decir, ‘me recliné sobre la hierba entre árboles caídos y tuve la impresión de llevar un cuchillo con el que iba a desangrarme de un corte ágil en la yugular’. Recuerdo que me levanté del pasto con el cuello ensangrentado, caminé a mi cuarto, entré por la ventana y me senté a escribir la primera frase de lo que sería, Matate, amor. Pero eso no fue escribir. Eso que llaman escribir es mentira, es algo de lo que hay que dudar, eso que llaman escribir es otra cosa siempre, una guerra, caminar sonámbula, es el insomnio, es algo de otra dimensión”.

Ariana Harwicz.

Con ese impulso surgieron Matate, amor (2012); La débil mental (2014) y Precoz (2015). Tres novelas, tres años que le bastaron para hacerse un nombre en el panorama de las letras. En nuestro país, fueron muy leídas. Es que su estilo provocador no deja indiferente.

“Escribo a partir de una emoción, algo que me sacude y me perturba. Lo que busco es un lenguaje que me permita llegar a los bordes, a los extremos de lo que soy capaz de sentir. Mi escritura es visceral, es un acto de exorcismo”, señaló la autora en charla con El País, en 2017.

Hoy, ese tríptico de tres novelas breves vuelve a las librerías nacionales reunidas en un solo volumen, titulado Trilogía de la pasión y que publica en nuestro país la catalana editorial Anagrama.

Como decíamos, Matate,amor es la primera novela de esta sinfonía de tres partes. Sigue la historia de una madre joven y su esposo que se mudan al campo para escapar de la ciudad. Básicamente es una exploración de la maternidad, el sexo y la violencia, y se caracteriza por un estilo lírico y poético que contrasta con la cruda realidad de los personajes. La madre, por ejemplo, se siente incómoda en su rol y lo demuestra con intensidad. “Quería escribir sobre el cuerpo de la mujer, pero no de una manera objetificada o sexualizada. Quería explorar la sensualidad y el deseo desde la perspectiva de una mujer que está lidiando con las demandas de la maternidad y la vida familiar”, dijo Harwicz en una entrevista con el diario The Guardian en 2018.

Por su parte, La débil mental, la segunda novela de la trilogía, es una exploración de la locura y la alienación, y sigue a una mujer que lucha contra sus propios demonios internos. En una entrevista con el sitio web literario The Rumpus en 2019, Harwicz comentó sobre su enfoque en la construcción de personajes complejos y multidimensionales: “Mis personajes no son arquetipos o estereotipos. Son personas reales, con miedos y deseos y contradicciones. Me interesa explorar la complejidad de la experiencia humana y la lucha constante por encontrar sentido en el mundo que nos rodea”.

Mientras que el cierre es Precoz. “Viene a culminar esa especie de estallido, de clímax. Creo que termina una trilogía un poco falsa junto a Matate, amor y La débil mental. Muchos dicen que es un largo poema lúgubre, no lo es, es una novela, pero tiene forma de poema largo, sin cortes, no hay capítulos. Es la más radical de las tres”, señaló la autora en charla con Culto, en 2021.

Precoz es un torrente sin pausas. Relata la historia de una relación obsesiva de una madre y su hijo adolescente. Ambos viven en un entorno marginal, roban en supermercados, arriban a las comisarías sin su voluntad, y tienen una relación más horizontal que vertical, con poca disciplina, y al borde de lo incestuoso. “Quería explorar la idea de la sexualidad femenina como algo poderoso y liberador. Creo que muchas veces la sexualidad femenina es vista como algo peligroso o amenazante, y quería desafiar esa idea”, dijo sobre esta novela a Clarín, en 2020.

Ariana Harwicz.

Quizás por la visceralidad y la fuerza de las imágenes que transmite Harwicz en su escritura, es que las novelas serán adaptadas al cine. “Ya firmé un contrato para las tres películas en versiones traducidas al inglés, serán adaptaciones hechas en Estados Unidos y ese es un proceso que llevará su tiempo. Y también dejé los derechos libres para el teatro, para que obras Precoz, Matate, amor y La débil mental puedan adaptarse también afuera y encontrar su cauce en esos otros formatos, algo que también me tiene muy feliz”, señaló la misma autora en charla con Clarín, en 2022.

De la que se sabe, es de Matate, amor, que será llevada a la pantalla grande nada menos que por Martin Scorsese, quien producirá la adaptación cinematográfica que tendrá a Jennifer Lawrence como su actriz principal y a la escocesa Lynne Ramsay (We Need to Talk About Kevin, You Were Never Really Here) en la dirección.

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