Pastillas, excesos y cárcel: lo que muestra el sorprendente documental de Boris Becker
El alemán es el foco del nuevo filme del director Alex Gibney, quien lo entrevistó en 2019 y en 2022, días antes de caer en prisión en Reino Unido. En la cinta –disponible en Apple TV+– John McEnroe, Novak Djokovic, Bjorn Borg y Mats Wilander son algunas de las figuras que entregan su perspectiva sobre uno de los genios más controversiales del deporte.
Con tan solo seis años, Boris Bocker ganó su primer torneo como tenista. En 1985, cuando tenía 17, se convirtió en el ganador más joven de Wimbledon. A los 54, en Reino Unido los tribunales lo condenaron a prisión y tocó fondo. Esa contradicción es la que intenta diseccionar El mundo vs. Boris Becker (Boom! Boom! The world Vs Boris Becker), el documental que acaba de llegar a la plataforma Apple TV+.
Estrenado en el último Festival de Berlín, el filme comienza indagando en la desgracia de su protagonista. En abril de 2022, la prensa aguardaba por su mediático juicio en Inglaterra, el que terminó con una condena de dos años y medio de privación de libertad por ocultar bienes y préstamos para evitar pagar sus deudas. Al final fueron ocho y no 30 meses los que estuvo recluido en Wandsworth, antes de ser deportado a Alemania, pero con el propósito de mantener la tensión, eso solo es revelado más adelante.
Conocido por realizar filmes en torno a Lance Armstrong, Steve Jobs, Elizabeth Holmes y la Cienciología, el documentalista Alex Gibney se citó dos veces con Becker: en 2019, cuando sus problemas financieros ya eran públicos, y en 2022, días antes de caer en la cárcel. El director también se incorpora a sí mismo como narrador y sugiere la tesis de que, a lo largo de su vida, el alemán se las arregló para ponerse en situaciones desfavorables y a partir de ellas alcanzar una fuerza invencible.
Antes de explicar que es el único tenista que ha triunfado consecutivamente en tres Masters Series en países diferentes, entrega una declaración elocuente. “Cuando eres tan joven y te lanzan al mar con tantos tiburones, es muy difícil aprender a nadar. Pero una vez que aprendes a nadar, hay una sensación de invencibilidad, lo que significa que ganas”, señala Becker ante la cámara.
En la primera de las dos partes del documental (titulada Triunfo) Gibney prioriza sus victorias en la cancha y el fervor que desató en Alemania y el mundo. Imagina sus partidos ante Bjorn Borg, Ivan Lendl y John McEnroe como secuencias extraídas de El bueno, el feo y el malo (1966), de Sergio Leone, y cuenta con varios de sus colegas como entrevistados, incluyendo a contemporáneos y a Novak Djokovic.
La cinta también suma el testimonio del rumano Ion Tiriac, una figura clave porque, en su rol de entrenador, lo acompañó en sus mejores años y fue quien le sugirió que viviera en Mónaco para evadir impuestos, una de las aristas que posteriormente le causaría problemas.
El documental resalta que fue un prodigio en la cancha, pero no oculta que puede ser una voz poco fiable. En un momento Becker asegura que abandonó el consumo de pastillas para dormir, pero Barbara, su esposa hasta 2001, señala que eso ocurrió dos años después. No es el único instante en que la palabra de Becker es puesta en duda.
Si la primera parte del documental parece demasiado benevolente es porque la segunda (llamada Desastre) se mete de lleno en su caos financiero, en su mediático divorcio, en su escándalo de paternidad y en las polémicas que lo volvieron una figura habitual para los tabloides.
The Telegraph llamó a la segunda parte “absolutamente fascinante, ya que de repente Becker, tan simpático ante la cámara, parece engañoso o delirante”. “(El documental) cuenta una gran historia y lanza una tesis intrigante para comenzar”, señalo, aunque advirtió: “Es una pena que se necesiten 90 minutos y mucho tenis antes de que se revele el Boris problemático. Incluso un aficionado al tenis te dirá que algunos partidos se prolongan demasiado”.
Desde el Festival de Berlín, donde sólo se mostró el primer episodio, The Guardian aseguró que “a pesar de un gran material de archivo y agradables entrevistas (…) es una experiencia frustrante y decepcionante, debido a la desconcertante forma en que está estructurado, y a que es tanto poco revelador como anticlimático”.
“La película sirve como una inmersión profunda en la psicología del deporte, en lugar del complicado estudio de personalidad de los documentales deportivos como McEnroe (2022), de Barney Douglas”, opinó Screen Daily.
“Es fácil involucrarse en Triunfo y deleitarse con las historias que cuentan Becker y sus contemporáneos, acompañadas de imágenes de archivo increíbles de su viaje completo”, apuntó The Hollywood Reporter, aunque agregó: “Incluso como fanático del tenis y alguien que creció admirando a Becker en particular, me encontré pensando con frecuencia en cuántas ideas interesantes tiene Gibney en El mundo vs. Boris Becker y cuán mal estas se unen a veces”.
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