Martín Cárcamo dijo no más. El rostro de Canal 13 reveló durante la tarde del jueves que había decidido renunciar a su rol como animador del Festival de Viña del Mar, por lo que no estará junto a María Luisa Godoy en la próxima edición del certamen, la última bajo la alianza de la ex red católica y TVN.
“Cuando terminó el festival de este año, lo conversé con los ejecutivos, porque venía reflexionando acerca de lo afortunado que he sido como conductor y de las oportunidades que he tenido. Por lo mismo, y como siento que no hubo, no hay y no habrá nada más importante en mi carrera que el Festival de Viña, conversamos para que esta experiencia la puedan vivir otros conductores. Es importante mirar el festival más allá de uno mismo”, argumentó Cárcamo como una de sus razones para el paso al costado.
Esta mañana en el programa Tu día, Canal 13 oficializó a Francisco Saavedra (45) como su sucesor en el escenario de la Quinta Vergara para Viña 2024. Godoy se mantendrá por parte de TVN.
¿Qué transformó a Saavedra en la gran carta de Canal 13 para el espectáculo más popular y célebre del país, el techo natural de todo rostro televisivo, la cima a la que se llega tras años de trayecto?
Aquí, un par de motivos:
*Persistencia y obsesión
Como pocas figuras de la TV local, “Pancho” Saavedra nunca ocultó que anhelaba con pararse alguna vez en el escenario de la Ciudad Jardín. Él debía ser el escogido por sobre muchos colegas. Para otros como Felipe Camiroaga, Sergio Lagos, Rafael Araneda o Martín Cárcamo, fue más bien parte de las circunstancias, una consecuencia de que sus respectivos canales se adjudicaran el certamen. Incluso algunos llegaron a negarse a animar la cita, como Luis Jara a mediados de los 2000.
Pero el hombre de Socios de la parrilla siempre tuvo claro que su destino definitivo era decir “buenas noches Quinta Vergara”.
“Me encantaría hacer Viña, pero en tres años más”, dijo en octubre de 2018 a La Tercera. Si se considera que el Festival estuvo dos años suspendido -en 2021 y 2022 debido a la pandemia-, casi le acierta.
“Me gustaría animar, pero en unos años. Lo que sí espero es que no sean animadores perpetuos. Siento que hay otros. Me encantaría ver a la Diana, estar yo. Que haya otros colegas, porque tienen el mismo derecho Cristián Sánchez, Nacho Gutiérrez”, reforzaba en esa misma entrevista, justo en el año en que TVN con Canal 13 -su casa televisiva- se habían adjudicado el espectáculo.
Y aunque Cárcamo por esos días ya había sido oficializado como carta estelar para Viña, Saavedra alertaba de que ojalá la rotación fuera la tónica de la dupla animadora, para que así todos los rostros del canal pudieran ser considerados y estar en carrera.
De alguna forma, tener al Festival de Viña en la mira se condice con una carrera que siempre trató de ir ambicionando metas, adjudicándose logros cada vez mayores, aprovechando el momento idóneo para saltar a un espacio con mejor vitrina.
Ello incluso se vio desde su origen más pretérito: cuando en 1993 apareció por primera vez en la pantalla chica, ofreciéndose desde el público en el programa Una vez más, de Raúl Matas, para ser hipnotizado por el omnipresente en esos años Tony Kamo. Ahí lo hicieron retroceder a su yo de dos años: llorando por la papa y el biberón.
Y no se quedó ahí. A fines de los 90 aceptó ser parte de un microespacio en Chilevisión llamado Señor cine, donde algunos días de la semana a las 22 horas, presentaba diversas películas sentado en una silla de filmación y en un ambiente de set de grabación. “Mi real inicio prime, Jajajajajaja”, escribió hace unos meses en su Instagram para recordar ese hito formativo, desplegando su risotada habitual.
Desde ahí no claudicó y vino un peregrinaje como panelista en espacios como Extra jóvenes o Panoramix, en Chilevisión, o Viva la mañana, Bienvenidos y Alfombra roja, en Canal 13. También tuvo una notoria presencia desde siempre en el propio Festival de Viña: era jefe de campaña de las candidatas a reinas escogidas por Canal 13, lo que lo llevaba a hacer regalos a la prensa acreditada -desde donas hasta galletas- o tener una figuración constante en la pantalla.
Pero su instinto más sagaz lo empieza a desplegar hacia 2013. Lugares que hablan no era nada más que un espacio que Canal 13 emitía los sábados en la noche -como parte de del segmento Sábado de reportajes prime- para cumplir con las horas culturales exigidas por el Consejo Nacional de Televisón (CNTV). En sus primeros capítulos, ni siquiera era conducido por Saavedra: simplemente se invitaba a diversos rostros a pasear por rincones típicos de Santiago y Valparaíso. Por ahí pasaron Lucía López, Pancho del Sur, Karen Doggenweiler, Héctor Morales, Aldo Duque, Cristián “Chico” Pérez” y el propio Saavedra.
Pero el programa comenzó a tomar vuelo propio, sobre todo en una audiencia más adulta, y en un día y horario sin las exigencias habituales de sintonía. Hacia 2014, Saavedra ve tal oportunidad y se hace al mando del proyecto. Por fin podía mostrarse tal cual era e imponer su estilo.
Así lo definió en una entrevista con el medio Portal Puente Alto: “Este programa es un ‘cuevazo’ programático. Por exigencia del CNTV se exige ciertas horas de programación cultural. Recuerdo cuando decidieron ponernos el sábado en horario prime. Yo estaba con dolor de colon y lo único que pedía era no sacar dos puntos de rating. Sufrí hasta que me llega un WhatsApp de un productor del canal: “Estai en 14 puntos conch..”. Así empezó todo, jajajá”.
En efecto, el gran mérito que tuvo Lugares que hablan bajo la batuta -y la risa- de Saavedra fue la ruda competencia que significó para Morandé con compañía, de Mega, espacio nocturno que parecía imbatible.
“No soy un personaje en ese programa: soy yo. Es la primera vez que soy yo en la tele y más auténtico que nunca, me acepté allí: mi cuerpo, mi guata, todo. Me aprendí a querer. Me pegué un aterrizaje forzoso. Uno a veces se ahoga en un vaso de agua por estupideces, pero al ver cómo una familia tiene que barajar el presupuesto familiar para ver a qué hijo le compran zapatos, la realidad te pega tres cachetadas”, decía en el mismo portal.
En rigor, Lugares que hablan lo había catapultado como un rostro cercano, reconocible, afable, de mirada costumbrista. Una huella dactilar que con los años fue ganando estatura en otras instancias, como Contra viento y marea, Socios de la parrilla o Te paso a buscar; pero, sobre todo, ante el repliegue de otros colegas que representaban un acento similar.
Por distintas circunstancias, conductores como Luis Jara, José Miguel Viñuela o el propio Don Francisco empezaron a desaparecer del primer plano, lo que dejó mayor terreno a nombres como Saavedra.
Nada más ilustrativo de aquello que la última Teletón. Con el anuncio meses antes por parte de Mario Kreutzberger de que relegaría funciones y ya no estaría en toda la cruzada, la gran interrogante era quién tomaría el mando y la posta, y quién abriría la jornada solidaria desde el teatro Teletón.
Pancho Saavedra fue el primero en salir la noche del 4 de noviembre de 2022 a dar la bienvenida ante todo el país. “El sucesor natural de Don Francisco”, reseñaron sin matices algunos medios.
De la silla desolada de un programa olvidado llamado Señor cine al rótulo del gran reemplazo del monarca de la TV local había existido una ruta llena de sentido de oportunidad y obsesión.
*¿Alguien para llenar la vacante? ¿Había otros nombres?
Pero también la ruta al éxito está hecha de azar y de circunstancias inesperadas que escapan incluso a la voluntad más insistente.
Martín Cárcamo sólo iba a animar las dos primeras ediciones del Festival de Viña a cargo de Canal 13 y TVN, en este caso las de 2019 y 2020. No tenía contemplado retornar en la siguiente, que resultó ser la de 2023: la idea inicial era que la dupla se fuera rotando y que se le diera la posibilidad a otros rostros de ambas estaciones.
Sin embargo, ante las particularidades que rodearon la última entrega -la vuelta post pandemia, la crisis económica-, los ejecutivos de la señal le pidieron que retomara funciones sobre la Quinta Vergara. No estaban para experimentar. El animador aceptó, pero advirtiendo que ahora sí sería su adiós. Ya no quería más.
“Yo este año me subí sabiendo que sería la última”, confesó esta mañana en el matinal Tu día, de Canal 13.
Ante tal contexto, y cuando el hombre de ¡Qué dice Chile! les confirmó que no continuaba, los encargados de la cita barajaron una serie de alternativas para su reemplazo. Se analizaron algunos nombres y se proyectaron escenarios. El sitio estaba vacante.
Saavedra se alzó como opción por su buena evaluación entre la audiencia, por su popularidad, su cercanía y por la misma experiencia que ya ha tenido en otros espectáculos multitudinarios, al animar las versiones 2019, 2020, 2021 y 2023 del Festival de Las Condes, el que también emite la ex red católica. También acumulaba bagaje en los más múltiples encuentros comunales, como el Festival de la Vendimia en Curicó.
Todo sumado a que el conductor, por supuesto, estaba más que dispuesto y durante años le insistió a la plana mayor de que él debería ser el elegido, incluso por sobre otros. Y a que también no había muchas más cartas en el horizonte: Sergio Lagos no estaba disponible y José Luis Repenning -los otros créditos masculinos de la estación- posee otro perfil.
“Esto era un sueño de niño. Cuando Martín decide dar un paso al costado, habían conversado con otros animadores, el puesto estaba vacante y me preguntan (si quiero). El que diga que no quiere animar Viña está mintiendo, cómo no vas a aceptar un desafío así”, comentó hace unas horas a Tu día.
También hay otro punto: esta podría ser la última vez de Canal 13 involucrado en el evento. En los próximos meses empieza el proceso de licitación para materializar el canal que por los próximos cuatro años (desde 2025) se hará cargo para la cita. Por tanto, la estación se ha dado pie para explorar a otra clase de rostro y para ver cómo funciona Saavedra a la cabeza de la fiesta más expuesta y masiva del país.
*Un nombre atípico
De hecho, el fichaje de Pancho Saavedra puede abrir la llave hacia otro estilo de animación, luego que en los últimos años el rol de los anfitriones viñamarinos se rigidizó en exceso, subordinados a libretos que restaban carisma y espontaneidad.
Así lo describió el crítico de Culto Marcelo Contreras tras el término de Viña 2023: “María Luisa Godoy y Martín Cárcamo han tenido mejores jornadas en la quinta Vergara, y necesitan con urgencia libretos de calidad, una falencia notoria por años. El abuso de los adjetivos, las aseveraciones dudosas convirtiendo a cada artista en lo mejor del mundo mundial, y la sensación de que ninguno conoce muy bien a la figura de turno -digan lo que digan de Antonio Vodanovic, pero el experimentado animador sabía perfectamente quien estaba en el escenario-, requieren revisión. Un asunto clave como el manejo de la voz asoma descuidado en el caso de María Luisa Godoy. Sus pasajes necesitan matices e inflexiones”.
En ese sentido, Saavedra viene de otra escuela. A diferencia de Lagos, Camiroaga, Araneda o Cárcamo, su salto a la Quinta Vergara no se da desde la experiencia de los franjeados, desde un estelar en vivo o desde la conducción de un matinal con varias horas al aire. Su experiencia más bien está en espacios envasados y grabados donde ha cultivado el vínculo directo con la gente, en particular en regiones.
Esa cercanía y ese recorrido -mejorando su estilo muchas veces destemplado y abrumador, como él mismo lo ha reconocido- pueden ser un plus para romper el disciplinado molde que ha atado en los últimos años a los animadores viñamarinos, hasta por momentos volviéndolos actores secundarios de su propia fiesta. Es un desafío a tomar en cuenta.