Llega el filme que irritó a la Iglesia Católica: “Cualquier cosa que se diga sobre la religión, va a generar algún tipo de inconveniencia”
Russell Crowe lidera El Exorcista del Papa, cinta de terror que se inspira en la vida del sacerdote italiano que durante 30 años ejerció como el principal especialista en posesiones demoníacas del Vaticano. “Al final de esta película, no te miento, estaba bastante mal”, dice a Culto Daniel Zovatto, el coprotagonista del filme, quien también se refiere a las críticas de la Asociación Internacional de Exorcistas.
Designado como principal exorcista del Vaticano, el padre Gabriele Amorth sabe distinguir una posesión demoníaca de un sujeto psicológicamente atormentado. Así se lo explica a un escéptico tribunal que desea relevarlo de sus funciones. El Papa no sólo lo blinda de las críticas, sino que lo envía a una abadía en Castilla, España, para que indague en el caso de una familia estadounidense atormentada por una presencia maligna.
Esa es la premisa central de El exorcista del Papa, la película dirigida por Julius Avery que llegó a los cines para atraer a los incondicionales de las películas de terror y ce la tradición que inició en 1973 El exorcista. Uno de sus ganchos es que se basa en los escritos de Amorth, quien ofició desde 1986 hasta 2016 como el principal encargado de la expulsión de demonios por parte de la diócesis de Roma.
El neozelandés Russell Crowe da vida al clérigo con solidez pero con un dejo de humor, la dosis necesaria para que mientras conduce una Vespa suena de fondo Faith No More. Su contraparte es el padre Esquivel, el religioso que se ve superado por el caso en España. Un personaje encarnado por el costarricense Daniel Zovatto (San José, 1991), actor con experiencia en cintas como It follows (2014) y No respires (2016), y la miniserie de HBO Station Eleven (2021).
“Requiere de mucha energía estar metido en la paranoia”, dice en conversación con Culto. “Todas las películas han sido diferentes, pero estar metido en esa energía requiere mucho. Tras hacer eso todos los días, por dos meses, al final siempre salgo enfermo. Te tiran al piso. Lo más difícil es lo físico que es”.
Zovatto afrontó los últimos días del rodaje de El exorcista del Papa tomando medicamentos. “Estaba muy, muy enfermo. Estaba con antibióticos. No tenía voz. Entonces, al final de esta película, no te miento, estaba bastante mal”, cuenta.
No es una gran revelación decir que el padre Amorth y el padre Esquivel están juntos durante gran parte del metraje de la cinta. Mientras intentan abordar el caso de Henry (Peter DeSouza-Feighoney), un niño traumatizado que parece poseído por una fuerza demoníaca, los sacerdotes forman una relación de maestro y aprendiz. Un vínculo que también se trasladó al trabajo en las filmaciones.
Parte de su lazo con Crowe consistió en “ver su forma de prepararse, su forma de preguntar cosas, saber por qué estaba diciendo esto, por qué no estaba diciendo lo otro”. La otra consistió en escucharlo relatar algo de la trastienda de su extensa y premiada carrera. “Tenía mil y un historias para cada una de esas películas”, detalla. “Una escena le podía recordar algo y entonces me contaba una historia. Todo el tiempo eran diferentes cosas”.
Estrenado en salas del mundo en plena Semana Santa, el largometraje generó reacciones del mundo que retrata. La Asociación Internacional de Exorcistas, la entidad cofundada en 1994 por Gabriele Amorth, emitió un extenso comunicado en que cuestionó su “poca fiabilidad en un tema tan delicado y relevante”. Basándose únicamente en su trailer, la institución afirmó que “tergiversa y falsea lo que verdaderamente viven y experimentan durante el exorcismo las personas realmente poseídas”.
“Me parece completamente normal, no creo que ellos dirían algo distinto. Ellos tienen que su forma de ver las cosas”, plantea el intérprete, añadiendo que la cinta “está basada en artículos reales escritos por Gabriele Amorth, (pero) de alguna forma tiene un poco de su fantasía, misterio y suspenso. Yo creo que eso no les gustó”.
Y agrega: “Estamos haciendo una película sobre religión y yo creo que cualquier cosa que se diga sobre la religión, pues va a generar algún tipo de inconveniencia o va a haber gente a la que no le va a gustar o que va a decir que esta no es una representación de lo que debería de ser. Pero cada uno tiene su opinión”.
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