Luis Miguel es un hombre de pocos amigos, pero de lealtades férreas. Cuando alguien le da garantías de confianza y discreción, él responde con una amistad a prueba del paso del calendario.
Así al menos lo puede testimoniar Ángel Leopoldo “Polo” Martínez, empresario argentino y uno de los mayores amigos del ídolo mexicano desde hace cuatro décadas. Pese a la diferencia de edad y a la distancia geográfica, han cimentado un vínculo que va más allá de las apariencias y las oportunidades: el artista tenía 11 y el ejecutivo tenía 30 cuando se conocieron. Uno vivía en México y el otro mucho más al sur, en Buenos Aires.
Pero, ¿cómo llegaron a fraguar tal lazo? El argentino lo contó en Teleshow en 2018: “Lo conocí un verano en Mar del Plata. Yo tenía el Hotel Riviera, y manejaba el Teatro que estaba en la parte de abajo. En ese momento, (el empresario Ricardo) Berbaris me dice: “Mirá, va a venir Luis Miguel”. Lo iban a llevar a una nota en la radio, y yo le digo a Berbaris: “No lo lleves porque están las patotas de los galancitos” (por un grupo violento que solía agredir a Ricardo Darín y Raúl Taibo, entre otros). Yo estaba hablando con (el ex presidente de River Hugo) Santilli, y de golpe veo que viene corriendo Luis Miguel. Lo alcanzo a cubrir y lo meto adentro del hotel. Él se reía… Ahí empezó nuestra historia. Luego volvimos a Buenos Aires y desde ahí nos hicimos muy pero muy, muy, amigos”.
Por lo demás, con respecto a Luis Miguel: la serie -la producción de Netflix que por esos años fue furor-, Martínez comentó: “Siento que quería contarla. Nadie entendía por qué había tantos problemas a su alrededor. Luis la pasó muy mal. Todo es verdad”.
Pero en la entrevista llegó el momento de hacer escala en la gran pregunta: como cercano a Micky, ¿qué cree que pasó con Marcela Basteri, la mamá de Luis Miguel, desaparecida por décadas sin dejar ningún rastro?
El ejecutivo fue claro y revelador: “Yo no puedo decir nada. Sé que fue a buscar a su hijo Sergio y que luego se iba a encontrar con el papá. Pasó un tiempo, y no hablamos más. Cuando algunos parientes dicen que Luis no la buscó, no es así: la buscó por todos lados. Lo dije mucho tiempo antes de que salga la serie: Luis Miguel había ido a los servicios de inteligencia judíos”.
Incluso Martínez desliza la frase que habría dicho el intérprete y que entregaría luces de cuál finalmente fue el desenlace de su progenitora: “Y cuando esa gente le dio un informe, me dijo: “Que Dios la tenga en la gloria”. Así que algo le comentaron muy fuerte, porque él estaba convencido de eso”.
Además, agregó que la desaparición de su madre fue el peor momento en la vida del hombre de La Incondicional.
¿Más sobre la intimidad del artista? Cuando se le pregunta sobre la estrella que no conocemos, lo presenta así:” Se preocupa, ayuda a cualquier cantidad de gente, es increíble. Es amigo de sus amigos. Lo que pasa es que, si lo defraudan, él tiene un carácter fuerte. Hay cosas en las que se parece mucho al de la serie. Es un tipo muy sensible. Y él siente que todo el mundo lo defrauda, muchas veces”.
Hoy “el Sol” cumple 53 años y se alista para su primera gira internacional en cuatro años. Pasará por gran parte de Latinoamérica y ya tiene fechas amarradas en Chile: será en la última parte de este 2023 en un recinto de alta convocatoria.