En sus primeros años, John Lennon y Paul McCartney literalmente hacían canciones donde fuera. Donde los pillara la vida. Hacia inicios de 1963, The Beatles ya habían publicado dos singles, Love me do (que logró un poco entusiasta puesto 17) y su primer número 1, Please, please me, en enero de ese año.
Para capitalizar el éxito de ese single, es que se grabó a toda prisa -en un solo día- y se editó el álbum Please, please me, su primer largaduración, el que alcanzó el número 1 de los rankings. Pero a Parlophone, la pequeña etiqueta subsidiaria de EMI que los contrató, no le bastaba. Estaban delante de una mina de oro y a los muchachos se les comenzó a pedir más canciones.
Por eso es que Lennon y McCartney se vieron compelidos a utilizar el poco tiempo disponible que tenían para componer. Así que el dúo aprovechó el viaje en una combi que los llevaba de York a Shrewsbury para trabajar en sus próximos hits. ¿Qué hacían en esa camioneta? No era una gira propia, sino como músicos de acompañamiento de la cantante Helen Shapiro, una especie de ídola adolescente que había obtenido hits en 1961 con canciones como You Don’t Know y Walkin’ Back to Happiness. De hecho, nacida en 1946, solo tenía 17 años. Tres menos que George Harrison, el menor del conjunto, quien contaba 20.
De esas horas sentados en los poco mullidos asientos de la destartalada combi, nació From me to you. La idea nació de una manera casi anecdótica. John y Paul eran lectores de la prensa musical -algo que mantendrían a lo largo de sus carreras incluso siendo mega estrellas- y una revista que solían revisar era el señero New Music Express (NME), que contaba con una sección de cartas que se llamaba “From you to us” (De ustedes a nosotros), y al dúo se les ocurrió que cambiar los artículos del nombre de la sección para personalizarlo más podría resultar.
“Había un truquito que aprendimos al comienzo y del que nos aburrimos después, que consistía en poner Yo, Mi o Tú en el título y en la letra para hacer que la canción pareciera más directa y personal”, contó Paul años después en declaraciones que recoge el libro Los Beatles - Desde el comienzo (1962-1966), de Sergio Marchi y Fernando Blanco.
Además, aprovecharon la nueva canción para innovar en el uso de acordes -usualmente se usaban los mayores- y así jugar un poco más. “La nueva melodía llegó rápidamente. Trabajando en la clave de Do, esbozaron un verso utilizando una progresión estándar de cuatro acordes. Pero cuando llegó el momento de construir la sección media, Paul accidentalmente tocó un Sol menor y sintió que algo cambiaba. ‘Fue a un lugar sorprendente’”, comenta Bob Spitz en su libro The Beatles. The biography.
Poco antes de irse a la gira con Shapiro, Lennon y McCartney habían finalizado otra canción, Thank you girl. Antes del show en Shrewsbury, recurrieron a otro de sus procedimientos clásicos: mostrarle la canción a otras personas para tantear opiniones y sensibilidades. Así, Paul se sentó a un piano y le pidieron a Shapiro que fuera a escuchar las nuevas canciones y le pidieron que juzgara respecto a cuál debería ser el próximo Lado A. From me to you o Thank you girl. Ambos cantaron. Una vez que finalizaron, las miradas de los chascones se posaron a la mozuela. “Les dije que prefería la primera y estuvieron de acuerdo”, relató más tarde.
Pero, siempre incorformistas, al día siguiente volvieron a tantear terreno, esta vez en el Odeon Cinema de Southport, Lancashire, cercana a Liverpool. Ahora el juez era Jim McCartney, el papá de Paul y quien ya había realizado esas funciones. “Estaban preocupados porque la letra era simple y la música complicada, pero Jim les dijo que era una linda melodía”, relatan Marchi y Blanco. Ahí terminaron de convencerse.
Publicado el 11 de abril de 1963, con George Martin en la producción y Norman Smith como ingeniero (en un tándem que duró hasta el álbum Revolver, de 1966), el tercer single de la carrera de los Beatles alcanzó el número 1 de las listas de Reino Unido. Esto, para Marchi y Blanco fue un hito porque de algún modo los asentó. “Un tema puede ser suerte, dos ya es más difícil. Pero si hubieran fallado en el cuarto o quinto simple, era una caída de la cual podrían haberse recobrado con cierta facilidad; no tener éxito con el tercer simple hubiera implicado que se hablara de ellos como un one-hit wonder, es decir un grupo que tuvo éxito efímero. Dos número uno consecutivos, en aquel tiempo, era una proeza admirable y muy poco frecuente”.
La canción -junto al Lado B, Thank you girl- está acreditada como McCartney / Lennon. Sería la última vez que ello sucediere, porque en adelante, por contrato, los temas se registrarían como Lennon / McCartney, incluso si solo uno de los dos la había compuesto. Así pasó, por ejemplo, con Yesterday, de Paul; o incluso Give peace a chance, uno de los primeros singles solistas de John Lennon.
Décadas más tarde, Paul intentó revertir el orden en algunos temas, pero se encontró con la firme oposición de Yoko Ono. Ya entrados los 2000, Paul pareció allanarse y aceptarlo. “Estoy feliz con la forma en la que es y siempre ha sido. Lennon y McCartney sigue siendo la marca del rock ‘n’ roll de la que me enorgullece ser una parte – en el orden en el que siempre ha sido”, dijo el zurdo en 2003.