Esta jornada, falleció Harry Belafonte, cantante, actor y activista que se convirtió en un partidario indispensable del movimiento por los derechos civiles, según informó su vocero, Ken Sunshine, a CNN. Tenía 96 años. La causa de su muerte fue una insuficiencia cardíaca congestiva.
Como músico, Belafonte fue apodado el “Rey del Calypso” después del éxito revolucionario de su éxito de 1956, The Banana Boat Song (Day-O). Su aporte a la música caribeña es gigantesco: ayudó a masificarla, a cruzarla con otros géneros y a convertirla en símbolo de identidad y resistencia. El mundo conoce tal expresión -como los ritmos jamaicanos- gracias a su impulso pionero. Su voluminosa cantidad de discos y compilados son imperdibles hasta hoy.
También se convirtió en una estrella de cine después de actuar en la adaptación cinematográfica del musical de Broadway, Carmen Jones.
Fue el primer afroamericano en ganar un premio Emmy y en 2014 recibió un Oscar honorífico, siendo catalogado por la Academia como un “artista legendario y multitalentoso”. Fue recaudador de fondos y se hizo amigo cercano del reverendo Martin Luther King Jr., quien a menudo se retiraba al apartamento palaciego de Belafonte en Nueva York para hablar de estrategia o escapar de las presiones de liderar el movimiento de derechos civiles. Todo esto, arriesgando su carrera.
“A menudo respondo consultas que me preguntan: ‘¿Cuándo, como artista, decidiste convertirte en activista?’”, dijo una vez. “Mi respuesta a la pregunta es que fui activista mucho antes de convertirme en artista. Ambos se sirven mutuamente, pero el activismo es lo primero”.
En sus últimos años, incluso se refirió a las protestas raciales que se extendieron por EE.UU. en el verano de 2020 después de la muerte de George Floyd y escribió que “nunca hemos tenido tantos aliados blancos, gimiendo para estar juntos por la libertad, por el honor, por una justicia. que nos libere a todos al final…”.