“Con su rostro de fina greda, firmes los rasgos, caída de amargura la boca, claros los cuencos límpidos de los ojos, vestida recoletamente, va como una monja por los caminos del mundo apacentando los rebaños de sus fieles admiradores”. Con esas palabras, precisas y cargadas de admiración, Marta Brunet describía a Gabriela Mistral.

La histórica poeta y profesora fue una de las protagonistas de Alrededor de una mujer, un espacio dedicado a difundir la labor de maestras, activistas, escritoras, artistas y trabajadoras de diversos frentes y países que, de una u otra forma, lograron destacarse en un mundo predominantemente masculino. Una serie de perfiles pensados y redactados por Brunet en 1935, con las características estilísticas propias de una de las voces más trascendentales de la literatura chilena.

María Luisa Bombal, Amanda Labarca, Marcela Paz, Sarah Hübner y la baronesa Shidzue Ishimoto son sólo a algunas de las variadas mujeres que pasaron bajo la pluma y ojo crítico de Brunet, que veía en ellas un verdadero ejemplo de lucha y subversión a los cánones de género que proliferaban en la época, y que esperaban que la mujer tuviera un rol familiar y lejano a la esfera pública. Justamente, el año en que comenzó a circular la columna resulta especialmente ejemplificador, pues fue la primera elección en que las chilenas pudieron ejercer su derecho a voto.

Hoy, 88 años después del hito que significó Alrededor de una mujer, los perfiles de Brunet vuelven a la palestra gracias a una compilación publicada por La Pollera Ediciones, con el mismo nombre y bajo la edición de la historiadora Catalina Concha y la literata Consuelo Díaz. Dos mujeres que, desde sus profesiones y ocupaciones, se propusieron rescatar el lado más feminista de la autora de Montaña adentro.

Descubriendo a Brunet

Todo comenzó como una tesis de grado, en pleno 2019. “Estaba en un seminario de revistas femeninas del siglo XX, ese era el gran tema que estábamos investigando. Yo estaba bastante perdida con el tema que quería abordar, y el profe guía, muy amoroso, me pregunta si ubicaba a Marta Brunet. Yo no la conocía, la llegué a descubrir con este trabajo. Y me muestra la columna Alrededor de una mujer en la revista Ecran para que la revisara y viera si me interesaba”, comenta la historiadora sobre el inicio del proyecto.

La empecé a leer, me fascinó y en unos pocos meses logré recopilar todo ese trabajo”, agrega. Sin embargo, la contingencia del estallido social que remeció los últimos meses de ese año pausó los planes. Las cosas parecían indicar que la recopilación quedaría relegada al repositorio de la universidad. Hasta que la editorial La Pollera Ediciones lanzó Rodar tierras, una compilación de crónicas, columnas y entrevistas publicadas por Brunet a cargo de la edición de Karim Gálvez.

La coherencia entre ambas propuestas y un simbólico encuentro con Díaz fueron los últimos impulsos para la inmortalizar el trabajo de la escritora en torno a las mujeres. “Con Catalina nos conocemos hace unos años y siempre nos hemos encontrado en marchas y manifestaciones. Y ha sido muy bonito eso, porque si bien no nos reunimos periódicamente, sí nos encontramos a lo largo del estallido. Siempre era muy grato vernos y un día de esos, Catalina me mencionó del proyecto, en la marcha del Día internacional de la eliminación de la violencia contra la mujer, el 25 de noviembre del 2021. Y entre el gran abrazo que nos dimos, me contó que tenía esta idea, que podríamos reunirnos y trabajar. Fue muy motivante, sobre todo en este marco que nos bañaba, de manifestaciones de mujeres”, comenta Díaz.

Así fue como sus esfuerzos se unieron a los de la editorial, que ya lleva un tiempo trabajando por el rescate de la obra de icónicos autores ya fallecidos. Ambas editoras recuerdan su primera impresión con los textos de Brunet, y con una faceta en particular que era desconocida para ambas.

Para mí fue muy maravilloso como lectora, desde un comienzo, su uso del lenguaje, sobre todo. Una escritura muy prolija, muy aguda, muy crítica también. La lectura de clases es muy transversal también al libro. O sea, el 100% de los personajes, o el 95%, son personas de élite. Como ella misma dice, mujeres con ‘dones ancestrales’, herencias culturales de sus familias aristocráticas. Y en ese sentido, si bien ella también es parte de eso, es muy crítica. A veces habla de ellas de forma crítica, pero no menoscabándolas, sino dando cuenta de que esa es la realidad. Pero también me llama mucho la atención el deseo de estas mujeres de salir de lo privado y entrar al mundo público y social a través de sus trabajos, y en el fondo eso es lo que lo que está rescatando Brunet en este libro”, recuerda la historiadora.

Una columna que salió del molde

En el contexto de la época, la columna de Brunet supo desafiar los estereotipos con inteligencia. Un claro ejemplo de ello es su irrupción en la revista Ecran, dedicada al mundo del cine, con perfiles que no sólo apuntaban a oficios diferentes al cinematográfico, sino que daban tribuna a mujeres con características y motivaciones que se desmarcaban de los valores promovidos por entonces en dicho espacio.

Creo que su columna viene a ser una interpelación política muy consciente sobre el mismo contenido de la revista. Dentro de las líneas editoriales de Ecran hay una sección que se llamaba ‘bellezas chilenas’. Eran mujeres de la oligarquía, de la aristocracia chilena que cumplían con ciertos estándares de belleza muy norteamericanos, porque este magazine de cine dialoga mucho con la industria norteamericana, sigue ciertos estereotipos”, comenta Díaz.

“Y de repente, entre esas páginas de bellezas y estrellas del cine, aparece Alrededor de una mujer. Ella se inserta en este discurso de la revista Ecran, pero con un discurso político bien claro que viene a interrumpir el lineamiento de la de la revista. Y creo que también es una decisión muy consciente de Marta Brunet. De que, claro, estamos hablando de mujeres, utilizo este título, pero además les doy este contenido mucho más potente. Era presentar mujeres e importantes sujetas políticas y sociales que estaban llevando sus propios oficios, demostrando que no es necesario ser una belleza del cine”, complementa la literata.

Marta Brunet.

Además, las académicas destacan la importancia del contexto político en que surge la serie, cuando la lucha sufragista conquistaba sus primeros logros históricos. “Por su contenido, viene a potenciar esa capacidad de agencia de las mujeres. O sea, esa libertad de operar y de moverse en el mundo político y también de auto reconocerse como sujetas políticas y sociales de derecho. Por un lado, la mujer adquiere un espacio bien ganado en la agenda pública y, por el otro, es complementado por la columna de Brunet a nivel cultural y social”, afirma Díaz.

Para las editoras, el trabajo de la escritora en Alrededor de una mujer también aborda la importancia de que sea precisamente una mujer quien investigue, valore y difunda el valor de otras. “Siento que este libro es una especie de Mujeres Bacanas del período. Cuando recién la empecé a leer, me pareció muy curioso que se hiciera de esa manera”, dice Concha.

¿Por qué volver a Marta Brunet?

Tal como queda en evidencia a través de sus perfiles, los escritos de Brunet sobre mujeres tienen un enorme valor en su contexto. Sin embargo, la compilación y re-publicación de sus columnas también adquieren un fuerte sentido de contingencia.

Este libro es una invitación a seguir investigando a estas referentes. Si bien hay varias que son conocidas, hay un montón que no. Referentes bailarinas, esculturas, también hay dramaturgas, personas que se dedicaron a hacer teatro de títeres, cosas que uno encuentra fascinantes incluso hoy, y difíciles de realizar. Y entra el cuestionamiento de cómo habrá sido en ese entonces desarrollar un proyecto de ese calibre. Me entusiasma mucho ver qué sucede con estas personas, dónde están sus archivos, qué hay bellas para seguir buscando, por dónde empezar...”, reflexiona la historiadora.

“También es una invitación a reflexionar qué ha cambiado dentro de estos oficios”, agrega Díaz. “Qué ha cambiado o que se mantiene, e incluso en qué hemos retrocedido respecto a las labores femeninas y las labores de las mujeres. Hay muchos oficios de los que habla Brunet y que siguen siendo sumamente precarizados. Pienso en compañeras del teatro, que trabajan en las artes visuales, artes plásticas... Podemos hablar de avances en el respeto por su trabajo y la valoración de sus labores. Me parece que también es una invitación y una interpelación a pensar qué pasa con estos oficios y cómo podemos hacer que se destaquen”.

Sin embargo, las editoras no dejan pasar un punto que resulta ejemplificador para la historia de la lucha por la igualdad de género en nuestro país. “En muchos de los perfiles, la autora usa concretamente la palabra feminismo. Deja en evidencia que es algo que ya se está hablando en esos años, en el marco de la primera ola. Se reconocen entre sí como feministas, algo que me llama mucho la atención. Es súper inspirador y genial rescatar que, en el fondo, entre elementos transversales que tienen estas mujeres está el trabajo. Mucho ímpetu trabajador, aventuras, valentía, mucho deseo por salir y sacar lo propio”, expresa Concha.

“Es realmente gratificante tener referentes tan directos, no tan lejanos históricamente. Es importante siempre, como mujeres y disidencias, tener estos referentes que muchas veces no se hacen presentes. Y sobre todo por la diversidad de trabajos que aquí se muestran. Y nunca está de más decir que está la importancia de Brunet misma como un personaje de Alrededor de una mujer. Si bien no hace su propio perfil, creo que vemos mucho de ella a través de sus escrituras. Y en ese sentido, creo que Brunet misma es un personaje inagotable”, concluye la historiadora.

Alrededor de una mujer, compilación de columnas de Marta Brunet (La Pollera Ediciones)