La era del streaming ha cambiado la industria como la conocíamos. Las grandes estrellas se habituaron a moverse con comodidad –y sin los prejuicios de antaño– entre las series y el cine, algunos de los directores más reputados empezaron realizar películas para servicios digitales, y producciones no habladas en inglés alcanzaron enorme éxito en latitudes impensadas.
Sin embargo, no todos los oficios están satisfechos con la revolución gatillada por Netflix y el resto de las plataformas. Los guionistas que trabajan en la industria estadounidense consideran que el sistema está “roto”. Y con un conjunto de peticiones bajo el brazo, este martes iniciaron su primera huelga desde que en 2007/2008 detuvieron sus actividades durante 100 días.
El grupo –compuesto por 11.500 profesionales– tomó la decisión tras no llegar a acuerdo con la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP), la entidad que reúne a los estudios de cine más veteranos, a los canales de televisión y a los servicios como Netflix, Apple TV+ y Amazon Prime Video.
“La supervivencia de la escritura de guiones como profesión está en juego en esta negociación”, afirmó el Sindicato de Guionistas (WGA, por sus siglas en inglés) a mediados de abril, en un correo compartido a sus miembros. El paro obtuvo un 98% de respaldo en la votación realizada la semana pasada y ha tenido a sus participantes manifestándose en Los Angeles y Nueva York, las urbes que acogen las oficinas de las principales compañías del rubro.
Una de sus demandas centrales consiste un “cambio radical” en sus salarios, partiendo por un alza significativa del sueldo mínimo. También buscan una mejor paga residual, el monto que reciben cada vez que una serie es reposicionada o licenciada a un tercero. En la época del reinado de la televisión tradicional esa regalía se multiplicaba a través de los diferentes eslabones de la cadena (DVD, otros canales y otros), pero con la arremetida del streaming esta se ha reducido a un único monto.
Además, reclaman que con la rebaja en la extensión de las temporadas (de 20 a entre 8 y 12 episodios) sus ganancias en las series han disminuido ostensiblemente. Y muestran su disconformidad con al aumento de una figura que atentaría contra sus ingresos: las llamadas “mini-salas”, instancias pensadas para trabajar los arcos de las temporadas y que están compuestas por guionistas que no continúan siendo parte de la producción cuando la escritura entra en tierra derecha.
“Los estudios y las cadenas no quieren pagar para mantener un personal completo para hacer las cosas que nuestro título dice que debemos saber hacer”, planteó una fuente anónima a IndieWire.
Por último, y no menos importante, el sindicato quiere imponer restricciones al uso de la inteligencia artificial en la escritura de películas y series, probablemente el siguiente reto de la profesión en los años que se avecinan.
¿Qué pasa con las series que vienen?
House of the dragon, una de las series más populares del último año, comenzó el rodaje de su segunda temporada a inicios de abril en Inglaterra. Y, según detalló ayer el portal Variety, la ficción de HBO continuará con el trabajo pese a la huelga en curso en Hollywood.
¿La razón? Los guiones habrían estado listos con anterioridad, de modo que el proceso no se vería demorado. Sin embargo, apuntó el medio, “no está claro cómo el canal manejará las reescrituras que se requieren en la serie”, dirigiendo la mirada a un problema que podría aquejar a todas las producciones que comenzaron su rodaje durante las últimas semanas y que seguirán adelante con sus grabaciones.
El veterano David Simon (The wire) usó Twitter para refutar ese punto, sosteniendo que “la escritura no está terminada durante la filmación, nunca”. “Afirmar eso es mentir y faltar el respeto a nuestra posición y oficio”, disparó.
Una situación algo diferente es la que vive Yellowjackets. La serie de la cadena Showtime (disponible en Latinoamérica a través de Paramount+), se encontraba en pleno proceso de escritura de su tercer ciclo y aún restaba tiempo para comenzar el trabajo en el set con el elenco. “Fue increíble, vigorizante desde el punto de vista creativo, y muy divertido, y estoy muy emocionada de volver tan pronto como el WGA obtenga un trato justo”, detalló Ashley Lyle, cocreadora de la historia.
Aunque todo dependerá de la extensión de la movilización (la más larga fue la de 1988: 153 días), en principio la vigente huelga no causará el mismo impacto que la de 2007/2008. Actualmente la producción de series tiene plazos más similares a los del cine, espaciando en el tiempo la escritura de guiones y el rodaje. Por ello, un número importante de los estrenos programados para este año ya pasaron por su fase de escritura y su llegada a la pantalla no debiera verse afectada.
Los late shows son un caso aparte. Todos entraron en receso después del inicio del paro, y lo mismo se espera que ocurra con Saturdary Night Live, que se emite cada sábado por la noche y ya canceló el episodio programado para esta semana. A cambio, los canales programarán repeticiones de los mismos espacios.