Shonda Rhimes tiene las llaves de Netflix. Tras firmar un millonario contrato con la plataforma en 2017, la creadora de Grey’s anatomy y Scandal pasó a trabajar en exclusiva para el servicio. Estrenó la miniserie Inventando a Anna (2022), que tuvo gran audiencia, pero por lejos su mayor triunfo es Bridgerton, la franquicia basada en las novelas de Julia Quinn, de la que es productora ejecutiva.

Y de ella se desprende La reina Charlotte: Una historia de Bridgerton, la producción que ha hegemonizado el streaming desde el pasado jueves y que se centra en los orígenes de la reina Charlotte (Golda Rosheuvel), una consolidada monarca en la ficción principal.

Foto: Liam Daniel/Netflix © 2023

Protagonizada por India Amarteifio y Corey Mylchreest, la historia sigue la llegada de una joven Charlotte a Londres, donde se espera su compromiso con el rey George, un matrimonio arreglado por su hermano en su nombre. Ya en Inglaterra, debe sortear las complejidades de la vida en el palacio, al tiempo que aprender las costumbres de la alta sociedad y lidiar con su futuro marido, mientras cuenta con el apoyo de Agatha Danbury (Arsema Thomas), una mujer negra de la nobleza que durante años ha sido marginada.

En sólo seis capítulos, la serie sintetiza su historia de amor y ascenso en la monarquía europea. En cambio, cada temporada de Bridgerton se toma ocho episodios para abordar a una pareja diferente: en la primera el eje fueron Daphne Basset (Phoebe Dynevor) y Simon Basset (Regé-Jean Page), y en la segunda la posta la tomaron Anthony (Jonathan Bailey) y Kate (Simone Ashley).

Ambas contemplan anacronismos, con personajes que en ocasiones hablan como si estuvieran en el siglo XXI, y otras libertades, como la incorporación de personas de piel oscura en vez de blanca como en la historia real. Pero ese punto se habría ajustado con la precuela. Así lo consideró la revista Time.

Foto: Liam Daniel/Netflix © 2023

“(La protagonista) recuerda a las heroínas más indelebles de Rhimes. Olivia Pope en Scandal, Annalise Keating en How to get away with murder, Miranda Bailey en Grey’s anatomy: estas mujeres siempre abren el telón para revelar, en discursos apasionados, lo difícil que es hacer que la grandeza parezca fácil (…) Al escribir la historia de la joven reina para que encaje con su propio arquetipo favorito, Rhimes soluciona el mayor problema de Bridgerton: que su Regencia británica anacrónica (o de realidad alternativa) simplemente no tiene sentido”. Y agregó: “Rhimes le ha dado propósito y resonancia a lo que antes era un anacronismo bien intencionado pero incoherente”.

En tanto, Los Angeles Times opinó que es la mejor encarnación de la saga a la fecha. “La precuela, también de la showrunner Shonda Rhimes, expande el encanto de la temporada uno de Bridgerton y compensa el meh que provocó la temporada dos, con un elenco fuerte, una historia fresca y, lo más importante, una nueva complejidad y profundidad. El verdadero sacrificio y la lucha están en el centro de la historia de amor de Charlotte y su ascenso al poder en una serie que sigue honrando las delicias de la frivolidad. El cabello de la reina y el escándalo alcanzan nuevas cotas en la precuela”, argumentó.

“Aunque la serie no siempre logra un equilibrio perfecto entre los dos, el desafío finalmente produce un spin-off que es más rico y complejo que la serie principal, pero no menos delicioso en su romance”, señaló The Hollywood Reporter.

“Si bien La reina Charlotte: Una historia de Bridgerton no es perfecto, el spin-off es más interesante, y menos derivativo, de lo que esperaba. Rompe con el patrón feel-good de la franquicia, por un lado (…) También rompe con el enfoque intensivo de la serie original en torno a una ‘temporada’ social particular llena de bailes y otros rituales de cortejo”, expuso The Washington Post.

Foto: Nick Wall/Netflix © 2023

Menos entusiasta fue la revista Rolling Stone, que se enfocó en que “se ve obligada a lidiar con un problema que crearon las últimas temporadas de Bridgerton: la raza”. “Los temas de la raza y el origen solo atascan la serie con cada nueva mención, dando pocas respuestas y dejando a su paso grandes preguntas sobre el mundo de Bridgerton. Con solo seis episodios, todavía hay mucho brillo y glamour al que se aferrarán los viejos fanáticos. Pero al centrarse en temas serios sin saber manejar ninguno de ellos hábilmente, el resultado final de La reina Charlotte pinta una imagen bonita, pero no una que quieras ver por mucho tiempo”.

Coincidió The A.V. Club en una crítica en que planteó que “a pesar de sus encantos” no está a la altura. “Es probable que los fanáticos de Bridgerton encuentren a La reina Charlotte alegre y divertida, pero cualquier intento de profundizar lamentablemente se queda corto”.

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