Fue el 9 de mayo de 1964 cuando Miguel Tapia Mendoza vino al mundo. 14 años después, al conocer a Jorge González y Claudio Narea en el Liceo 6 de San Miguel le dieron vida al grupo musical más importante de los 80, Los Prisioneros. Del lote, Tapia es el mayor por edad, le sigue González (del 6 de diciembre de 1964) y luego Narea (del 13 de julio de 1965). Esas heladas salas de clases darían vida a su formación como melómanos, y posteriormente instrumentistas. Con el liderazgo absoluto de González lanzarían su primer álbum, La voz de los 80, en 1984.
En las 10 canciones que conforman ese seminal primer disco, solo una no está compuesta íntegramente por Jorge González. ¿Quién mató a Marilyn? acreditada a González y Tapia, pero compuesta en su mayor parte por este último. Fueron durante esos años en San Miguel, entre los toques de queda y Sábado Gigante, cuando el joven baterista escribió el tema.
“Yo era un cabro chico, tenía 18 años más o menos, pero tenía una mirada súper crítica de la época. Uno prendía la tele y todos los días habían noticias especulando sobre la muerte de Marilyn, y yo me preguntaba a cada rato: ¿a quién le importa que haya muerto? ¡Si acá estaban pasando cosas mucho más importantes!”, comentó en una charla con Publimetro, en 2016.
En el libro Orgullos y pasiones (Vía X, 2016), de Julio Osses, Tapia expande algo más la versión. “La idea de Marilyn salió porque hacía años que yo escuchaba que se celebraba el aniversario de la muerte de Marilyn y seguían saliendo nuevos antecedentes de quien la mató. Entonces me llamó la atención que todos los años salía una versión distinta; empecé a escribir la letra como riéndome de esa huevá, o sea, quién mató a Marilyn, si fue un extremista, si fue un marxista, si fue un comunista...ya no cacho la letra, ya no me acuerdo, pero fue un poco como riéndome de eso (...) Parte es mío, después Jorge terminó la letra y la música la llevaba yo en la cabeza a la casa, se la tarareé a Jorge y la hicimos. Al final esa era la idea: ¿qué tanta huevá con Marilyn Monroe?”.
En esos primeros años, González y Tapia pretendían ser casi una especie de émulo de Lennon / McCartney, pero el curso del río fue tomando otro rumbo. En Maldito sudaca (RIL, 2005), de Emiliano Aguayo, Jorge González lo explicó así: “Al comienzo componíamos juntos, sí. Miguel, me acuerdo, hacía más letras que yo. Y Claudio también componía al comienzo. Todos componíamos cuando empezamos. Lo que pasa es que al final elegimos el material que iba a quedar para el primer disco y las canciones mías eran mejores...no es que yo me haya acabronado, sino que al final vimos que realmente en que tenía dedos para el piano para componer era yo. Además, era lejos el que más componía”.
Como sea, para Miguel Tapia, la canción no pasaba de ser más que una humorada. “Muchos piensan que yo era un admirador de Marilyn, y eso no es cierto. La canción era una sátira, por eso incluimos al ratón Mickey, a la prensa… Pero insisto en que en ese momento lo importante eran otras cosas, como el atropello a los derechos humanos. Y claro…la muerte de Monroe le sirvió a los medios para distraer la atención”.
En esos iniciales 80, con la dictadura cumpliendo 10 años en el poder, comenzaban a surgir las primeras voces disonantes. El anonimato que permite la multitud hacía que cuando Los Prisioneros tocaban en vivo la canción, y Miguel cantaba la frase ¿Quién mató a Marilyn?, la gallada respondiera: “¡Los pacos!”. Tapia aseguró años más tarde que eso surgió de manera espontánea.
“¿Si pensamos en esa respuesta? No, para nada. De hecho recuerdo un concierto en Lota en que la gente decía ‘los pacos’ a cada rato. Producto de eso la policía entró al lugar y no nos dejó terminar el concierto”, comentó a Publimetro”.
En los albores de los 2000, cuando el grupo regresó de su primera separación, y se encontraban en gira por Chile, Jorge González se dio el tiempo de analizar canción por canción los discos de grupo hasta ese momento (2002). La particular entrevista se publicó en el sitio web del grupo y ahí, el líder se refirió a la canción, siempre con sus frases breves, pero certeras. “Es la canción más antigua de las que quedaron en el disco. Era una letra con la que llegó Miguel al colegio y la música yo la hice en un piano. La canción era mortal, el sonido era súper bueno. Tenía mucho de The Cars: el sonido de la caja de la batería bien fuerte, pero el bombo no tanto. Era la canción más instantánea de todas”.