No sólo The Weeknd: cuando matas tu pasado para cambiar de nombre
El artista canadiense anunció que ya no se llamará más The Weeknd y que a partir de estos días se rebautizará con una nueva identidad para darle otros aires a su carrera. No es el único que ha optado por tan drástica decisión. ¿Qué buscan con ello las figuras de la música? ¿Sirve de algo?
The Weeknd mató a The Weeknd. El nombre con que el cantante, actor y productor canadiense se dio a conocer en todo el planeta, ya no va más.
El popular artista ha cambiado su nombre en las redes sociales por el de nacimiento, Abel Tesfaye. Una determinación drástica. El intérprete había revelado a W Magazine su intención de cerrar esa etapa de su vida artística. “Está llegando a un lugar y un momento en el que me estoy preparando para cerrar el capítulo de Weeknd”, señaló.
Eso sí, también detalló que la decisión no significa un retiro de la música. “Seguiré haciendo música, tal vez como Abel, tal vez como The Weeknd. Pero todavía quiero matar a The Weeknd. Y lo haré. Eventualmente”.
¿Qué buscó con esto? Hasta ahora, no hay una respuesta clara. Muchas veces los artistas intentan explorar brochazos de renovación, otras etapas, nuevos aires y grandes golpes mediáticos. De hecho, no es la primera figura de la música que da semejante golpe de timón. Por diversos motivos, otros también han decidido borrar el nombre que los lanzó al estrellato. Aquí, un breve listado:
*Prince / Un símbolo
Quizás la más célebre, retorcida e incomprensible de las mutaciones de nombre en la industria musical reciente. Porque básicamente Prince no se denominó bajo una nueva identidad creativa clara: simplemente se rebautizó como un símbolo impronunciable.
En 1993, en pleno apogeo de su fama y tras varias controversias con casas discográficas, el cantante sorprendió al mundo del entretenimiento y a sus seguidores cuando anunció que dejaría de llamarse así, y que en adelante sería conocido por el “símbolo del amor”, una mezcla de los símbolos de los géneros sexuales masculino y femenino.
“Es un símbolo impronunciable, cuyo significado se desconoce. Es una invitación a pensar de una manera distinta, conectándose a una nueva frecuencia libre”, escribió el artista en un comunicado oficial publicado en aquel momento.
Neal Karlen, un exredactor de la revista Rolling Stone y uno de los pocos periodistas a los que el artista le dio acceso a su mundo personal, contó hace un tiempo a BBC que juntos escribieron una explicación completa del cambio de nombre, para enterrarla en una capsula del tiempo en la propiedad de Prince, en Paisley Park, Minesota.
Reservándose la explicación secreta, Karlen apenas soltó una de las frases del artista. “Él dijo: nunca busqué romper esquemas”.
*Cat Stevens / Yusuf Islam
Cat Stevens había facturado una carrera de éxito con esa denominación durante la primera parte de los 70. Símbolo de madera, calidez folk y reflexiones en baja frecuencia, había impulsado éxitos como Father and son o Morning has broken.
Pero, de pronto, la conversión religiosa. Y todo cambió. En 1977, el británico se convirtió al islam y un año después pasó a llamarse Yusuf Islam.
Anteriormente, en 1976, Yusuf estuvo de vacaciones en Marruecos, donde se interesó por los sonidos de Adhan (aḏān), cantos o llamados a la oración del islam.
En el mismo año, casi se ahoga en las playas de Malibú, California. Cuando ya perdía esperanzas de salvarse, se dirigió a Dios con un grito desesperado: “¡Dios, si me salvas trabajaré para ti!”. Tras esa frase, según él mismo ha relatado, una ola lo arrastraría a la orilla y lo salvaría de la muerte.
Haciendo valer su promesa, estudió varias religiones y creencias: budismo, zen, tarot, astrología. Finalmente su hermano David Gordon, que se había convertido al judaísmo, le regaló un Corán. La lectura de ese texto caló profundo en su mente y se sintió identificado con José, el hijo de Jacob.
Según el cantante, leer el Corán lo salvó del estándar superficial en que se sentía atrapado a través de la fama y la celebridad. Yusuf, el nombre que adoptaría luego de convertirse al islam en 1977, viene del árabe y transcrito al castellano significa José. Una clara alusión a este personaje bíblico que marcó a Stevens.
Posterior a esta conversión abandonó la música, pues el Iman de su mezquita le dijo que siendo islámico podía continuar tal carrera, siempre que sus canciones fueran moralmente aceptables. Yusuf vio una incompatibilidad en la vida de artista musical y su creencia religiosa.
Pero no fue para siempre. Islam ha seguido despachando discos de corte secular e incluso estuvo en 2015 en el Festival de Viña del Mar.
*Sinéad O’Connor / Shuhada Davitt
La razón es bastante similar a la de Cat Stevens: su conversión a la fe islámica. “Esta es la conclusión natural del viaje de cualquier teólogo inteligente. Todo estudio de las Escrituras conduce al Islam”, dijo la intérprete en su momento para justificar su nueva identidad.
De hecho, en 2018, anunció públicamente la modificación a través de sus redes sociales, creando un nuevo perfil de Twitter, y publicando fotos y videos donde se le veía realizando cánticos en árabe y con su cabeza cubierta con un hiyab.
“Con esto anuncio que estoy orgullosa de volverme una musulmana”, dijo en la plataforma digital. Un año antes, O’Connor ya había cambiado su nombre a Magda Davitt, el cual dijo que eligió para “liberarse de maldiciones parentales”.
Tal período de transformaciones coincidió con problemas personales que, en parte, también explicaron su anhelo por una nueva era. La artista furor en los años 80 estaba diagnosticada con trastorno bipolar y sus intentos de suicidio habían sido recurrentes. Según aclaró en varias entrevistas, su nueva identidad era un intento por zafar del pozo oscuro donde se había sumergido.
Como fuere, también siguió dando shows, interpretando sus éxitos de siempre y presentándose como Sinéad O’Connor, pese a que sus fantasmas del pasado han estado lejos de ausentarse.
*Diddy / Varios
El rapero Diddy ha pasado por todos los bautizos posibles. Ha cambiado de identidad una y otra vez. Y siempre aclarando: sólo responderá a quienes lo traten con su nombre vigente.
En 2017, la noticia la dio a conocer el propio cantante en su cuenta de Twitter, en donde a través de un video explicó que, con motivo de cumplir 48 años, estaba cambiándose de nombre nuevamente. “Se que es un riesgo, sé que puede tomarse como algo ridículo”, dice antes de reveler que su nuevo nombre sería: “Love, a.k.a. Brother Love”, que quiere decir “Amor, alias Hermano Amor”.
El cantante, cuyo nombre verdadero es Sean John Combs y había usado antes los nombres Diddy, Puff Daddy, Niddy, Faun John o Puffy, indicó en esos mismos días que le parecía simplemente natural asumir nuevas caras porque “simplemente no soy quien era antes, soy alguien diferente”. Así de simple.
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