La saga cumplirá el próximo mes 22 años de vida, pero existe unanimidad en que la forma actual de la franquicia es más reciente. Estrenada en 2011, la quinta entrega –titulada Rápidos y furiosos: 5in control– le dio el espíritu definitivo a la serie de películas que encabeza Vin Diesel: secuencias de acción en cantidades groseras, un elenco saturado de personajes y una trama de alcance global en que ceñirse a un mínimo de lógica es lo de menos.
Quizás en un guiño a ese momento de consolidación del universo, Rápidos y furiosos X vuelve a esa cinta de hace 12 años. Al comienzo repasa el momento en que el equipo liderado por Dominic Toretto (Vin Diesel) y Brian O’Conner (Paul Walker) acabó con la vida de Hernán Reyes (Joaquim de Almeida), un zar del crimen de Río de Janeiro.
Según plantea la décima parte, desde ese momento se empezó a fraguar el plan de venganza de Dante Reyes (Jason Momoa), el hijo del villano, quien fue testigo de la muerte de su padre. Ahora ese personaje, convertido en un psicópata, buscará conseguir su objetivo cazando a los cercanos a Dom, tanto a su familia sanguínea como a sus amigos (y exenemigos) que lo rodean.
Dirigido por el francés Louis Leterrier –en reemplazo de Justin Lin–, el filme también cuenta con las apariciones de Brie Larson, Rita Moreno, Daniela Melchior y la hija de Paul Walker, Meadow Rain Walker, pero el compás dramático lo marca el malo encarnado por la estrella de Aquaman. Una figura estrafalaria que ha causado diversas reacciones.
“Momoa interpreta a Dante como un extravagante villano de Disney, lo cual es un lindo cambio de ritmo pero tiene dificultades para encajar en el mundo de la película”, postuló Entertainment Weekly. “No hay dudas de que esta franquicia es una tontería (…) pero tener a un personaje ridiculizando constantemente a los demás y burlándose de todo quizá se siente un poco exagerado”.
Asegurando que la cinta “ofrece más de lo mismo”, The Guardian trazó un paralelo con las actuaciones que brindaron Nicolas Cage en Contracara (1997) y Johnny Depp en Piratas del Caribe. “En una serie que celebra la valentía de los tipos duros, Dante representa una amenaza reaccionaria feminizada, aunque el mayor problema aquí es que Momoa no tiene el talento de Cage o Depp para devorar el escenario”, argumentó el medio.
En contraparte, The Hollywood Reporter sostuvo que “Momoa es una de las mejores cosas que le han pasado a la franquicia. Es el mejor villano con diferencia (sin mencionar que hace muchas de sus propias acrobacias) y se roba el filme por completo con su interpretación deliciosamente desquiciada de Dante”.
“Jason Momoa está haciendo una parodia como el nuevo y extravagante villano de la franquicia”, apuntó Los Angeles Times. “Al menos Momoa y Leterrier se divierten en Rápidos y furiosos X. El resto de la pandilla parece un poco perdido, desgraciadamente dispersos por el mundo, protagonizando peleas a puñetazos sin sentido”.
Primera parte de un desenlace que supuestamente estará compuesto por otras dos películas, la superproducción debe enfrentar preguntas en torno a la vigencia del ADN de la saga. “Pone el pie en el acelerador desde el principio y no pisa el freno hasta los créditos finales e, incluso entonces, deja las cosas abiertas para al menos un giro más de la rueda. Eso es parte del rumbo con estos filmes, pero lo que sorprende es lo divertida que puede ser esta fórmula trillada”, expuso Screen Daily.
Presentándola como “ridículamente entretenida”, The Telegraph indicó que “llamar a Rápidos y furiosos X uno de los filmes de acción más ridículos jamás realizadas sería una tautología límite para cualquier entrega de la franquicia Rápidos y furiosos. Pero este se lleva el premio”.
“La mayor parte del tiempo es difícil entender por qué Dom y compañía están haciendo lo que están haciendo, además de la cuestión obvia de que están tratando de no repetirse, lo cual es irónico, ya que la película comienza con un refrito de seis minutos del clímax de Rápidos y furiosos: 5in control”, disparó Variety, reconociendo que la saga es “una máquina de hacer dinero bien engrasada”.
En tanto, Entertainment Weekly lanzó sus dardos a su creciente parecido con las películas de superhéroes. “Una cosa buena de la franquicia Rápidos y furiosos solía ser cómo podía ofrecer un tipo de espectáculo de blockbuster similar al del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU) y, al mismo tiempo, hacer algo claramente diferente. Esas líneas ahora se han desdibujado, y Rápidos y furiosos X incluso se ha hecho eco del aspecto más molesto del género de los superhéroes: la interminable narración serializada”, opinó. Y concluyó que la décima parte “quiere toda la grandiosidad asociada a un final, pero sin terminar nada”.