*Daft Punk - Random access memories (10th anniversary edition)
Hace una década, el último álbum de los desaparecidos Daft Punk estableció que la humanidad dominaba un proyecto reconocido por su estética robótica y el uso de máquinas y sonidos prometedores de un futuro previo a internet y la computación en casa. Tras cuatro años de proceso, Random access memories se convirtió en el trabajo más orgánico de Thomas Bangalter y Guy-Manuel de Homem-Christo. Reclutaron a reputados sesionistas en la ejecución de piezas instrumentales, y estrellas pop a cargo de singles imbatibles como Instant crush con Julian Casablancas, y Get lucky con Pharrell Williams y Nile Rodgers. Sin embargo, el montaje recurrió a métodos propios de la electrónica, demostrando la elasticidad de sus recursos para una obra marcada por la nostalgia y la ambición narrativa.
El segundo disco de este aniversario descubre la artesanía de canciones como Fragments of time, a medida que el dúo la compone con Todd Edwards; Infinity repeating junto a Casablancas, una tornasolada pieza que coquetea con el bossa; una prueba de vocoder para Lose yourself to dance; la desfragmentación de la monumental Touch, y el soft rock de tránsito cósmico en Horizon, entre otras, para un título que en su juego de citar el mañana con los clichés del ayer, conquistó la atemporalidad.
*Juanes - Vida cotidiana
En los últimos años, Juanes (50) se presenta como una estrella del pop contraria a renunciar a una existencia normal donde la pareja, la familia y la cotidianidad no se transan. Este décimo álbum propone postales y reflexiones que redundan en el paso del tiempo, el amor con algunas variables, y la contingencia de Colombia. Juanes domina varios lenguajes dentro del pop rock y la música de raíz adaptada que, en la medida que envejece, se expresan con creciente naturalidad, como si los estilos se acomodaran a él y no al revés.
Vida cotidiana contiene éxitos con piloto automático como Cecilia junto a Juan Luis Guerra, el astro dominicano que todo lo que canta lo convierte en hit. Pero son las canciones con cierto detalle agridulce las más atractivas como Ojalá, que aborda esos amores con mal timing, el indie mezclado con synth pop de Gris sobre un romance fallido, y la fluidez estilística que concita Más, transitando con autoridad entre el funk y el pop. Hay un algún traspié menor -la anodina Veneno-, pero Vida cotidiana certifica la categoría mundial de la gran estrella colombiana, que mucho antes que Bad Bunny, decidió que el español no se negocia cuando se trata del mejor pop para conquistar al mundo.
*Jonas Brothers - The Album
Jonas Brothers pertenece a la misma categoría del colombiano Camilo, triunfador del pasado festival de Viña mediante una sobredosis de música empalagosa e inofensiva, pensada para un público infantil y púber. Aunque a estas alturas el trío de hermanos compinche de Hannah Montana en el canal Disney son unos tempranos veteranos en pleno segundo aire tras una larga pausa, sin que ninguna carrera solista floreciera, The Album semeja un catálogo de muestra de pop chicloso. Se trata de una docena de canciones que apenas superan la media hora, compuestas y producidas con una vibra que recuerda los contornos de una campaña publicitaria.
Los Jonas siempre han tenido serios problemas para personalizar su música. Las voces de Nick, Joe y Kevin siguen siendo correctas a lo sumo y difíciles de reconocer, más aún gracias al generoso uso de efectos. Si bien hay un intento por asumir algunos asuntos propios de la adultez como la intimidad y la vida en pareja, el cancionero se mantiene fiel a la superficialidad para expresar afectos y romance. El mayor problema de Jonas Brothers no son las letras por cierto, sino encarnar escaso compromiso y pasión por la música. Hay carreras que definitivamente no merecen segundas partes.