La conductora Claudia Conserva está en medio de una compleja polémica. La Asociación Chilena de Agrupaciones de Pacientes Oncológicos (ACHAGO), lanzó duras críticas al documental Brava, donde la figura televisiva retrata su lucha contra el cáncer de mama triple negativo, uno de los más agresivos. El registro es emitido desde hace un par de semanas por TVN. Este jueves se emite su último capítulo.
Quienes han sufrido la enfermedad, partieron señalando en un comunicado: “Desde la Asociación Chilena de Agrupaciones de Pacientes Oncológicos (ACHAGO) hemos trabajado arduamente y desde hace muchos años, en educar a nuestro entorno en cómo hablar de cáncer. De una manera certera, cuidadosa y compasiva con las personas que se encuentran viviendo la enfermedad y sus familias”.
“¿Qué son las guerras? Las guerras son luchas armadas entre dos naciones o bandos de una misma nación, donde inevitablemente hay ganadores y perdedores, dolor, sufrimiento, mucho temor y necesariamente la muerte. ¿Enviaría a alguien que amas a un escenario como este?” sigue el escrito.
“Cada paciente tiene el derecho de expresar y vivir su enfermedad con total libertad. Sin embargo, otra cosa es que determinadas vivencias y relatos sean masificados en televisión abierta. Donde pueden funcionar como un modelo de enfrentamiento que incluye aspectos riesgosos”, afirmaron.
“Como aquellos mensajes que plantean que la actitud es determinante en los resultados de los tratamientos o la presunción de que las personas serían responsables de la aparición de la enfermedad por su estilo de vida, carga laboral o gestión emocional. Todo este contenido desplegado con una línea editorial que utiliza la hiperdramatización, el sensacionalismo y el morbo”, sigue el texto.
La reacción
Ante ello, Claudia Conserva decidió esta tarde responder a los dichos. “Quiero señalar que me parece positivo dar visibilidad a estas reacciones y además se genere un debate sobre cómo y con qué lenguaje se debe enfrentar esta enfermedad”, aseguró en un principio en un texto en su redes sociales.
“Reflexionemos al respecto: estamos en un cambio cultural donde paulatinamente hemos tenido que aprender a modificar el lenguaje. Esto requiere tiempo. Supongo que con la forma de referirse al cáncer pasará lo mismo a futuro”, añadió.
“En mi experiencia, parto de la premisa que cada cual es libre de ‘abordar’ (sería el término adecuado según especialistas) como le parezca y sienta que le sirve para sanarse, y depende de cada personalidad”.
“Me resulta tan evidente intentar que el paciente después del shock del diagnóstico (donde toda la familia se derrumba) se le transmitan ganas de vivir y que intente mantener una mentalidad positiva”. En mi registro caí no una, sino que muchas veces y me volví a parar. Porque así lo sentí”.
“Nadie nunca me exigió ser una guerrera fuerte, es algo a lo que yo me aferré y no solté jamás. Volvemos a la personalidad y reacción individual”.
Sobre la crítica por hiperdramatización, Conserva dijo que “puede ser, pero así me tocó vivirlo”. Si algunos pacientes tuvieron un cáncer con un tratamiento más amable, siéntanse afortunados. No todos se tratan igual y algunos ni siquiera requieren de quimioterapia”.
“Aunque científicamente no esté comprobado, sospecho que una actitud con que se ‘aborde’ cualquier enfermedad siempre va a ser mejor pensar que el tratamiento puede resultar y apostar a eso. No me imagino a mi familia diciéndome que no me haga falsas expectativas y que es probable que no funcione”.
“Mientras haya vida, hay una oportunidad. Me aferré a eso”.
Respecto a las terapias alternativas o las creencias espirituales que ella misma ha mostrado seguir en el documental, “es parte de la libertad de un paciente elegir esas opciones”.
“Sin tener fe, hice la operación en los Monjes Brasileros, donde te envían un mail con un protocolo y remarcan que jamás debes dejar de lado tu tratamiento médico. La mayoría de las personas le piden a Dios que las ayude, tampoco veo el conflicto”.
“Tampoco hay garantías. Si algo aprendí es que en la salud no hay certezas”.
“Todos los años cooperé poniéndome la cinta rosada en la ropa, sin embargo, hoy como comunicadora que vive la enfermedad, siento que no es suficiente y mi deber es que se hable del cáncer y crear conciencia sobre la detección precoz y que se implementen varios pendientes en materia de salud en nuestro país. Hasta ahora está dando resultado y eso es bueno”, culminó.