Tras sus años de megaestrella, Tina Turner puso el punto final a su carrera en los escenarios en 2013, cuando contaba 73 años y después de una carrera musical de nada menos que 54 años. Lejos del bullicio al que estaba habituada en los Estados Unidos, prefirió radicarse en Suiza, el país históricamente neutral en Europa. De hecho, optó por la ciudadanía helvética, dejando claro que había cerrado la puerta por fuera.
Pero esos años no fueron solamente sentarse ver girar las ruedas. En 2019 su historia llegó a Broadway, acaso una de las cunas del espectáculo en los Estados Unidos. Fue con Tina, el Musical en que repasó su vida con canciones, su historia de amor con Erwin Bach, su segundo esposo y por supuesto, los duros tiempos junto a Ike.
En 2021, Turner realizó una de sus últimas apariciones con el documental biográfico Tina. “Lo primero que dijo cuando estábamos sentados fue ‘No quiero hacer esto’”, comentó el codirector del docuemental, Dan Lindsay, aunque había sido el propio marido de la cantante, Erwin Bach, quien se había acercado para realizar el proyecto.
Es que no sería fácil. Tina debía volver a mirar atrás, en episodios que le habían dejado huella, como la tormentosa relación que tuvo con Ike Turner, cuyas cicatrices aún latían en su piel. “Para mí, la mayor revelación es el hecho de que incluso en este capítulo de su vida, sufre de trastorno de estrés postraumático. Y eso fue tan inesperado para nosotros que cambió fundamentalmente nuestro enfoque de toda la película”, dijo TJ Martin, co-director de Tina.
Poco antes de su muerte, había tomado una decisión pensando en el futuro de los suyos. Siguió la ruta que han tomado otros grandes del rock que se encuentran en el otoño de la vida: vender su catálogo. Así, Tina Turner entregó su catálogo musical a BMG a cambio de 50 millones de dólares.
En el retiro, lo que más hacía Tina Turner era disfrutar de la calma y la quietud que la vida en Suiza le entregaba. “Pueden deducirlo: No soy madrugadora. Empiezo cada día con calma. Lo que más me gusta es cuidar de mis flores en el jardín”, contó en una entrevista en 2021 con Vanity Fair. “Me encanta sentarme en mi jardín y escuchar la naturaleza, cuidar con cariño mis plantas. También me gusta charlar con los amigos. Hace poco vino Cher de visita. Cotilleamos y nos reímos mucho. Lo pasamos muy bien”.
Ese mismo año, ingresó al Salón de la fama del Rock n’ roll. “Es un gran honor para mí -dijo al respecto en la citada entrevista-. Al mismo tiempo, siento cierta humildad por estar en una fila con los más grandes músicos de este mundo”.
También confesaba que no echaba de menos la vida de estrella. “Lo pasé muy bien, pero ya es pasado”, dijo escueta.
Pero la tragedia también puso su sombra larga sobre ella. Y le ocurrió lo peor que le puede ocurrir a una madre: la muerte de dos de sus cuatro hijos. En 2018, el mayor, Craig, se suicidó cuando contaba 59 años. Poco después del hecho, Turner declaraba -en una especie de mea culpa- que Craig buscaba una paz que nunca había encontrado, que siempre se había sentido abandonado por una madre superestrella que tenía miles de obligaciones y dejaba a su hijo al final de la lista de prioridades.
Luego, fue el menor, Ron, murió de complicaciones de cáncer de colon en 2022 a los 62. “Ronnie, dejaste el mundo demasiado pronto. Con dolor cierro los ojos y pienso en ti, mi querido hijo”, posteó la estrella en su cuenta de Instagram.
Quizás por ese constante sufrir, Turner tenía una visión menos bucólica del pasado. “Mi vida fue muy diferente a lo que piensan. No fue una buena vida. Lo bueno no alcanza a compensar lo malo. Así que no quiero más recordar todo eso”, dijo alguna vez.