Cuando Clint Eastwood le dijo no a Superman y James Bond: historia de un rechazo rotundo
El legendario director y actor –hoy en su cumpleaños número 93– desistió de tentadoras propuestas en Hollywood, desde la franquicia James Bond hasta convertirse en Clark Kent en la Superman de Richard Donner. Quizás, pudieron haber cambiado su carrera. También le dijo que no a Francis Ford Coppola, quien en Apocalipsis ahora (1979) le ofreció el rol que terminó en manos de Martin Sheen.
Los 70 fueron la década en que debutó en la dirección y se movió con ductilidad por el western, el drama romántico, el thriller psicológico y la acción. También fueron los años en que se puso por primera vez en la piel de Harry Callahan, el personaje más emblemático de su laureada y extensa carrera. Y ese decenio lo cerró trabajando por quinta y última vez bajo las órdenes de Don Siegel en Escape de Alcatraz (1979), quizás uno de los mejores protagónicos de su vida.
Pero para Clint Eastwood los 70 también fueron una época en que dijo muchas veces que no. El resultado de saber cuándo dar un paso atrás incluso si la propuesta es tentadora en exposición y dinero.
Tras el estreno de Los diamantes son eternos (1971), los productores Harry Saltzman y Albert R. Broccoli se abocaron a encontrar a un nuevo James Bond. Sean Connery había aceptado encarnar al personaje en una sexta y última ocasión, pero no estaba dispuesto a filmar un séptimo largometraje como 007, por lo que les había dejado tarea a los realizadores.
El estudio United Artists consideró a Paul Newman y Steve McQueen, dos estrellas en sus 40 que tenían un problema: no eran británicos, como el personaje originado en la pluma de Ian Fleming. Antes de que la búsqueda se volcará a un actor de esa nacionalidad, el papel apareció en el radar de Eastwood, contemporáneo de los protagonistas de Infierno en la torre (1974).
Al actor de El bueno, el malo y el feo (1966) le ofrecieron un generoso cheque, pero tenía sus propias aprensiones. “Mi abogado representaba a los Broccoli (que producen la franquicia Bond), vino y me dijo: ‘Les encantaría tenerte’. Pero para mí ese era el trabajo de otra persona. Ese es el negocio de Sean (Connery). No se sentía bien para mí hacerlo”, detalló en 2010 a Los Angeles Times. En consecuencia, rechazó el papel y, una vez que se concentraron en hallar a un intérprete británico, optaron por Roger Moore, que asumió el rol en siete cintas seguidas.
Otro que encarnó a su personaje en múltiples ocasiones fue Christopher Reeve, a cargo de dar vida a Clark Kent / Superman en cuatro oportunidades. Antes de que el personaje fuera suyo, se barajaron decena de candidatos más famosos y con varios hubo prueba de vestuario. Uno de los nombres considerados fue Eastwood, quien recibió el ofrecimiento directamente del entonces presidente de Warner Bros., Frank Wells. Sin embargo, prefirió desistir de la propuesta.
“Siempre me gustaron los personajes que estaban más arraigados a la realidad. Tal vez hacen supercosas o cosas más que humanas, como Harry el Sucio, que tiene un don para hacer locuras, o los chicos del oeste, pero, aun así, no son cruzados con capa”, explicó. Si bien reconoció que Reeve “estuvo excelente”, afirmó que “obtienes un rol como ese y te encierra un poco”.
El actor y director concluyó los 70 rechazando a un ganador del Oscar. Tras estrenar la segunda parte de El Padrino (1974), Francis Ford Coppola se volcó a trabajar en su brutal acercamiento a la guerra de Vietnam. Para encarnar al capitán Willard, el director comprometió a Steve McQueen y luego tentó a Al Pacino, pero ambos rechazaron la idea de filmar en Filipinas. Algo de razón tenían, porque el rodaje de Apocalipsis ahora (1979) pasó a la posteridad como uno de los más demenciales de la historia.
En medio de la promoción de Francotirador (2014), Eastwood reveló que también le ofrecieron encarnar a ese personaje (que terminó en manos de Martin Sheen). Cuando era joven había leído El corazón de las tinieblas (1889), la novela corta de Joseph Conrad en que se basa parcialmente la cinta, pero en última instancia terminó negándose a participar. “Dije que no, que no creía que pudiera hacerlo por tanto tiempo. Iba a pasar 16 semanas en Filipinas”, señaló, agregando que “tal vez hay muchos factores desconocidos allí”.
Otra clase de motivos lo habrían sacado de carrera para protagonizar Duro de matar (1988). En principio, Eastwood parecía una opción más obvia para interpretar a John McClane que Bruce Willis, conocido en esa época por la serie Luz de Luna (1985-1989). Encarnar a Harry Callahan en cinco largometrajes –hasta ese momento– había consolidado su estatura de tipo duro e implacable, algo que inspiró la historia que dirigiría John McTiernan.
“Irónicamente, su respuesta a los productores fue: ‘No entiendo el humor’”, contó el guionista Jeb Stuart al portal Slash Film. “Lo cual, para mí, fue un shock, porque si escuchas muchas de esas palabras, Eastwood es una de las pocas personas que podría haber pronunciado una línea como ‘Ven a Los Angeles, diviértete’. Todo ese tipo de cosas. Podías verlo haciendo eso. Él fue mi inspiración”.
Comenta
Por favor, inicia sesión en La Tercera para acceder a los comentarios.