Elton John testificó brevemente el lunes para la defensa en el juicio por agresión sexual de Kevin Spacey, cuando el abogado del actor intentó desacreditar a un hombre que afirmó que el ganador del Oscar lo tomó agresivamente por la entrepierna mientras conducía hacia un baile ofrecido por el músico inglés.
John compareció en el tribunal de Londres vía video desde Mónaco después de que su esposo, David Furnish, testificara que Spacey no asistió a la fiesta anual en su casa de Windsor el año en que el acusador dijo que fue atacado.
Una de las presuntas víctimas dijo que llevaba en auto a Spacey al White Tie & Tiara Ball en 2004 o 2005 cuando el actor lo tomó con tanta fuerza que casi lo hizo salir de la carretera.
Furnish apoyó el testimonio de Spacey quien afirma que sólo asistió al evento en 2001. Furnish dijo que había revisado fotografías tomadas en la fiesta entre 2001 y 2005 y que Spacey solo apareció en imágenes ese año. Dijo que todos los invitados fueron fotografiados cada año.
John dijo que el actor sólo asistió a la fiesta a principios de la década de 2000 y llegó después de volar en un avión privado.
Furnish dijo que la aparición de Spacey fue una sorpresa y que lo recordaba porque fue una sensación.
“Era un actor ganador de un Oscar y había mucho alboroto y entusiasmo porque estaba en el baile”, dijo Furnish.
John dijo que sólo recordaba que Spacey había ido una vez a la gala y dijo que el actor pasó la noche en su casa después del evento. También confirmó que Spacey compró un Mini Cooper en la subasta realizada esa noche para la Fundación Elton John contra el SIDA.
La presunta víctima dijo que tal vez se equivocó de año, pero que no habría olvidado el incidente porque lo dejó sin aliento y casi choca el auto.
Sin embargo, las fechas son importantes porque el hombre testificó que Spacey lo había acariciado durante varios años desde principios de la década del 2000. El incidente fue la última ocasión, dijo, cuando él amenazó con golpear al actor y luego lo evitó.
Spacey dijo que los dos eran amigos y entablaron algún contacto romántico, pero el hombre era heterosexual, por lo que el actor respetó sus deseos de no ir más allá. Dijo que se sintió abrumado cuando supo que el hombre había presentado una denuncia contra él ante la policía y dijo que el hombre había “reinterpretado” lo que habían sido contactos físicos con consentimiento.
Furnish dijo que estaba familiarizado con el acusador y lo describió como “encantador”, el mismo término que usó Spacey.
Spacey, de 63 años, se ha declarado inocente de una docena de cargos que incluyen cargos de agresión sexual e indecente y un cargo de hacer que una persona participe en una actividad sexual con penetración sin consentimiento.
Durante dos días de testimonio la semana pasada, el ganador de dos Premios de la Academia insistió en que nunca agredió sexualmente a tres de los cuatro acusadores que describieron encuentros inquietantes entre 2001 y 2013. Los actos supuestamente escalaron de contacto no deseado a caricias agresivas a una instancia de sexo oral a un hombre inconsciente.
Spacey descartó las afirmaciones de caricias de un hombre como “pura fantasía” y dijo que compartió encuentros consensuados con otros dos que luego se arrepintieron. Aceptó las afirmaciones de un cuarto hombre, diciendo que había tenido un “tropiezo” durante una noche de consumo excesivo de alcohol, pero se opuso a la caracterización de “agarrar por la entrepierna”.
El testimonio de John llega poco más de una semana después de que terminara su gira por 50 años de carrera con un concierto en Estocolmo.
Es la segunda vez que la estrella de Rocket Man y Furnish aparecen en un tribunal de Londres este año. Los dos se presentaron en las audiencias de una demanda de espionaje telefónico que presentaron con el príncipe Enrique contra la editorial del diario Daily Mail.
La pareja, el duque de Sussex y las actrices Elizabeth Hurley y Sadie Frost se encuentran entre un grupo de demandantes que alegan que Associated Newspapers Ltd. violó su privacidad al interceptar mensajes de voz y usar métodos ilegales para espiarlos.
Un juez deberá decidir si desestima el caso después de que la editorial dijera que el grupo esperó demasiado para presentar sus reclamos.