Cuando el colosal avión de Panagra (“La aerolínea más amigable del mundo”) pisó la loza del aeropuerto internacional de Santiago, entonces ubicado en Cerrillos, los ágiles de la prensa se movieron para poder obtener una reacción. En ese mayo de 1962, la noticia estaba en la redonda emoción del fútbol. Estaba por inaugurarse la Copa Mundial de Fútbol “Jules Rimet”, de la FIFA. El mundial del 62. Y en ese vuelo, venían las autoridades de la FIFA además de la selección de Inglaterra (que jugaría en la sede de Rancagua). Sin embargo, también venía un personaje que pasó casi desapercibido. El científico Robert Oppenheimer, el “Padre de la bomba atómica”, retratado magistralmente en la película (Oppenheimer)recién estrenada de Christopher Nolan, basada en el libro Prometeo americano · El triunfo y la tragedia de Oppenheimer, de K.Bird/M.J.Sherwin (Debate, 2023).
“Oppenheimer, invitado por la Universidad de Chile, fumaba pipa y lucía un zapato distinto en cada pie”, señalan Juan Cristóbal Guarello y Luis Urrutia O’Nell en su clásico Historias secretas del fútbol chileno (Ediciones B, 2005). El científico vino a dar una charla en la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Casa de Bello, ahí en calle Beaucheff.
En una entrevista concedida a LUN, el astrónomo Eduardo Hardy recordó cómo fue ese momento. “Yo estuve presente ahí, en una reunión que debe haber sido por el 61. Recuerdo una sala relativamente oscura, no muy grande. Me llamó mucho la atención el tema del cual hizo la charla, pues hizo una presentación de lógica formal. Uno esperaba que hablara de física o matemática, pero él se manejaba en varios temas”.
En su charla, Oppenheimer señaló: “No soy el único responsable de la bomba atómica, ni me enriquecí con ella”, palabras reproducidas por La Nación, de 23 de mayo de 1962. Oppenheimer solo estuvo hasta el 26 de mayo, luego emprendió vuelo al Perú.
La visita dejó un registro fotográfico del científico. “Fue tomada en el laboratorio de Cristalografía, en el tercer piso del edificio del Departamento de Física”, señaló el científico Hugo Arellano a LUN. Oppenheimer falleció el 18 de febrero de 1967, en Princeton, Estados Unidos, por un cáncer de laringe.