Esta jornada, a los 87 años falleció el destacado artista visual chileno Francisco Brugnoli. En su trabajo, puso un pie fuertemente en la vanguardia, porque construyó piezas a partir de objetos de uso cotidiano que pegaba sobre un soporte bidimensional. Lejos de las expresiones clásicas de las Bellas Artes, lo suyo era un paso más allá, a tono con el arte contemporáneo. Así se refleja en obras como El aborto. Sus obras se expusieron en Alemania, Argentina, Ecuador, España, Estados Unidos y Francia.
Alumno de José Balmes, tuvo también un destacado paso como académico por las aulas de la Universidad de Chile, ya que entre 1966 y 1973 hizo clases en la Facultad de Artes. Tras el golpe de Estado, debió salir exonerado, luego se reincorporó mediante concurso público en 1992. De hecho, fue Vice-Decano de la Facultad de Artes.
En 1998, fue nombrado director del Museo de Arte Contemporáneo, cargo que desempeñó hasta 2021, cuando asumió el actual director, Daniel Cruz. Bajo su dirección, trajo al artista estadounidense Spencer Tunick, a realizar su recordada performance masiva de fotografía desnuda colectiva, en 2002.
“Él me preguntó cuánta gente creía yo que se iba a juntar. Yo le dije que Chile era un país muy conservador y si en Sao Paulo había juntado 250 personas, en un caso muy óptimo acá podríamos llegar a las 200. Me dijo: ‘No importa, lo hacemos’”, recordó a Culto en 2022.
Es que para Brugnoli, la idea siempre fue de abrir el museo, y al arte, para el gran público. “Yo quisiera un museo en la casa de cada chileno. En el teléfono de cada persona, que ahí pudiéramos dialogar, decirle ‘Mira, mira, estos son los deseos de los artistas sobre la realidad que tú estás viviendo’. Un museo cerrado es una paradoja. Tenemos que cumplir en el espacio público”, dijo a este medio, en 2020.
“Chile es un país de 18 millones de habitantes, entonces si yo digo que tenemos 200 mil personas que nos visitan en redes sociales no estoy diciendo nada. Además, las carencias que tiene esta sociedad en educación son muy graves, entonces el museo tiene que ayudar a pagar esa deuda. Esas serán mis últimas locuras ahí”.