Fabrizio Copano realizó una curiosa invitación a fines de julio: a través de Instagram, convocó a todas las personas a las que alguna vez les han dicho que tienen un parecido físico con él, con el fin de que participen en una “performance especial” que será parte de sus shows programados para este viernes 4 y sábado 5 de agosto en el Teatro Caupolicán.
Revela que pronto llegaron más de un centenar de interesados en sumarse al espectáculo. “Hay algunos que no se parecen en nada, pero mejor aun”, dice el comediante a Culto. “Hay de todas las edades. Hay niños, hay ancianos. Es variopinto. Hombres, mujeres, por supuesto”.
El humorista de 34 años acaba de aterrizar en el país desde Nueva York, donde reside junto a su familia. Será una estadía breve, de menos de una semana, donde el eje principal será su doblete de shows en el recinto de calle San Diego (últimas entradas disponibles en Puntoticket).
Copano cuenta que allí incorporará nuevas experiencias personales y situaciones del acontecer nacional, conservando el formato que mostró en su último paso por el Festival de Viña. “Yo digo que es como una suerte de encore de la rutina anterior, sin obviamente ser los mismos chistes; son todos chistes nuevos. Pero la idea es cerrar los cabos que quedaron sueltos”, señala.
En este momento de su carrera esa conclusión opera en un sentido más amplio. “Tiene que ver con cerrar una etapa. Estamos abandonando una versión y empezando una nueva. Hay toda una propuesta audiovisual con eso, con cerrar esta etapa, que parte en Canal Copano y termina en el Caupolicán”. Y sugiere: “Después de esto, me voy a desaparecer un rato, a pensar. Tengo algunas ideas vagas en la cabeza, pero no creo que vayan a terminar siendo lo final”.
El balance de su última actuación en la Quinta Vergara fue abrumadoramente positivo, pero también dejó controversias. La principal estuvo vinculada a Pailita. El cantante urbano se habría molestado con las bromas que lanzó durante su presentación, iniciándose una suerte de “round” que siguió incluso una vez terminado el espectáculo.
“Yo doy un poco por cerrado ese capítulo. Jamás es la intención herir, menos a Pailita, que no tengo nada contra él”, sostiene. Luego agrega: “La exposición pública es un lugar difícil y uno de a poquito se va acostumbrando y entendiendo que esto es como un teatro donde uno es un personaje”.
“Tampoco te diría que he hecho un análisis de mi vida con perspectiva. Porque la verdad me parece que todos los que estamos en cualquier tipo de espacio público tenemos un montón de beneficios y esos beneficios vienen con algunos peros, que uno con el tiempo va sabiendo administrar mejor. Algunos nunca aprenden, pero la mayoría sí aprende”, argumenta.
El comediante ejemplifica su punto con otra decisión de libreto que tomó en febrero pasado. “En esa misma rutina de Viña estaba nombrado el Kiwi y justo él había perdido la pega. Una persona que trabaja con él me contó que sufría una depresión bien grave. Y no se nombró al Kiwi. Ninguna de estas cosas es escrita ni pensada para destruir la autoestima de nadie. De hecho, uno como que se sube a lo que está en el ambiente. No es que uno inventa. No es que uno calumnie o saque del bolsillo una acusación que no es pública. No es una denuncia. (Aunque) siempre uno está pensando en eso. Yo creo que es inevitable. Bueno, a menos que sea Robert De Niro. No pienso en Robert De Niro, porque está en otra esfera”.
Cambios y Times Square
Copano analiza las consecuencias de “un verano muy explosivo”. Su arranque de año incluyó el Festival de Viña y, un mes antes, The Late Late Show with James Corden, el exitoso programa de televisión conducido por el presentador británico.
“Yo creo que se asentó un poco más mi carrera acá. Se paró de una manera más estable”, explica sobre el impacto en suelo nacional. En Estados Unidos sumó dos hitos: firmó con WME, una de las agencias de talentos más importantes de esa industria, y se convirtió en una figura regular del Comedy Cellar, el recinto más emblemático de la comedia neoyorquina. Hoy está en medio de una gira que pasará por Nueva York, Miami, San Francisco, Filadelfia, San Diego, Chicago y otras ciudades.
En la Gran Manzana también protagonizó una performance que se hizo viral: hace un par de semanas, llegó hasta Times Square para desplegar una imagen de Checho Hirane con el mensaje “nunca te olvidaremos”. Anteriormente, Copano ya había “matado” al humorista y comentarista político –provocando su enojo–, pero esta vez decidió revivir el capítulo debido a que la figura de radio Agricultura había vuelto a referirse a él y a su hermano Nicolás.
El exintegrante de El Club de la Comedia utilizó una aplicación en que, a cambio de US$ 40, se puede exhibir la imagen que el usuario desee en una pantalla de Times Square durante 15 segundos. Acudió a ese turístico punto de la urbe acompañado de un amigo y una cámara con un micrófono, con el propósito de que la performance fuera parte de su podcast Escápate de tu Casa.
“No es nada más que una travesura divertida y no tiene ningún otro fin ni otras capas que leer”, indica. “Me da mucha risa que él crea que lo queremos ‘matar’. Me causa más risa lo absurdo que se transforma algo así, tan estúpido, en la cabeza de alguien que también se dedica al humor, pero que obviamente no le ve el humor a nada”.
Con eso da por cerrado su intercambio con Hirane. Por ahora. “Quién sabe si (a futuro) logro proyectar su cara en la Luna. Tendría que ser algo más espectacular. El desafío no está en que sea cruel. El desafío está en que sea más grande, más absurdo”.