Alice Oseman (Kent, 1994) estaba completando su último año de estudios en literatura inglesa en la Universidad de Durham cuando publicó Heartstopper. Era 2016 y decidió subirlo como un cómic gratuito a Tumblr, una de sus plataformas favoritas. Con el paso de los meses fue notando que su número de lectores crecía y que cada vez había más interés en la historia de Charlie y Nick, dos jóvenes que se enamoran en una escuela británica.

“Era algo que estaba haciendo solo para divertirme. Al principio no había manera de que pensara que podría llegar a este punto”, cuenta Oseman. Dos años después, su obra de temática LGBTIQ+ salió en una edición física y en abril de 2022 esa misma trama aterrizó con una adaptación en Netflix, mediante ocho capítulos de media hora escritos por ella misma.

Foto: Samuel Dore/Netflix

The Guardian la llamó “posiblemente la serie más encantadora de la televisión”. Tuvo una gran recepción de la crítica y la respuesta de los espectadores fue tanto o más calurosa, superando con holgura las expectativas de todos los involucrados, comenzando por la autora.

“No pensábamos que la serie iba a explotar de la manera en que lo hizo. Pensábamos que iba a ser bastante de nicho, que iba a tener una audiencia pequeña. Pero realmente explotó a lo grande. Yo estaba muy sorprendida, emocionada y feliz. Fue increíble”, indica a Culto a través de videollamada.

Mientras todavía asimilaba las implicancias del fenómeno, Oseman tuvo que regresar al trabajo, porque la plataforma renovó inmediatamente su ficción por dos temporadas más, una decisión poco usual en la era del streaming. El segundo ciclo, que se lanzó esta semana en el servicio, comienza un día después del final del anterior, cuando Nick (Kit Connor) decide contarle a su madre (Olivia Colman) que se asume como una persona bisexual.

“Es un poco obvio que los actores están un poco mayores y no es del todo creíble (la edad que representan). Pero tenemos que mantener en suspenso nuestra incredulidad, porque esa es la historia de los cómics”, advierte sobre la nueva tanda de episodios, un regreso con el que desea que “la gente sienta esperanza, alegría y consuelo”.

Foto: Teddy Cavendish/Netflix

Según la hoja de ruta que otorga la novela gráfica, Nick y Charlie (Joe Locke) están establecidos como pareja, pero el primero no sabe cómo revelarle su orientación sexual a una de sus mejores amigas. Además, debe enfrentar los comentarios homofóbicos de su hermano mayor y una relación distante con su papá. Y todo el grupo de amigos se embarca en un viaje a Francia.

“Salimos de nuestro pequeño y lindo mundo y nos vamos de viaje escolar a París. Con los adolescentes en la ciudad del amor, sin los padres, hay muchas oportunidades para las travesuras y el drama. Por lo tanto, se siente que el mundo se vuelve más grande. Y todos los adolescentes están creciendo un poco en pequeños aspectos”, plantea.

La creación de Heartstopper se explica en gran medida por los sentimientos de la autora frente a la ausencia de relatos que la hicieran sentir vista. Ella se identifica abiertamente como asexual y arromántica, un lugar del espectro sexual aún poco visible en la sociedad y con escasa o nula presencia en la pantalla.

Foto: Netflix

En cuanto a mi propia identidad, nunca he visto nada en la televisión o en el cine que me represente”, confiesa. “Comencé a escribir ficción para adultos jóvenes y un libro que me causó un gran impacto fue Summer bird blue (2018), de Akemi Dawn Bowman, que técnicamente es una historia sobre el duelo, pero donde la protagonista también se está dando cuenta de que es arromántica y asexual. Ese fue el primer libro que leí que explora el viaje de esa manera”.

En consecuencia, en la segunda temporada de su serie uno de los personajes que rodean a Nick y Charlie descubre que es asexual, un concepto que agrupa a las personas que no experimentan atracción sexual por otros. “Heartstopper es una historia sobre adolescentes queer, sobre el autodescubrimiento y descifrar quién eres. Es el lugar ideal para desarrollar una historia de revelación de alguien asexual”, sostiene.

De ese modo, la producción ensancha su área de estudio de diferentes experiencias. “Debido a que los cómics están muy enfocados en Nick y Charlie, no ocurre mucho con los otros personajes. Pero en la serie tenemos mucho más espacio para hacer lo que queramos. Ha habido muchas cosas que he debido inventar, muchas cosas nuevas. Eso ha sido bastante desafiante”, explica.

Tras el estreno en Netflix, se han multiplicado los mensajes en que personas de diferentes lugares le relatan a Oseman la importancia de su ficción en haber descubierto su orientación sexual y en haber guiado las conversaciones con su entorno. Y también en servir como soporte para encarar situaciones derechamente hostiles.

Foto: Samuel Dore/Netflix

“Para mí Heartstopper siempre se trata de equilibrar la luz y la oscuridad”, define. “Se trata de ser consciente de no inclinarse demasiado hacia un lado o hacia el otro. Mostrar los problemas reales, pero no de una manera intensa que cause que se sientan demasiado oscuros. Y proteger los momentos realmente hermosos, para que se sientan más impactantes, porque, si estos están sucediendo en todo momento, no se sienten tan increíbles”.

La escritora afirma que aún no sabe si existirá una continuación en el streaming después del tercer ciclo, ya oficialmente anunciado. Pero su mundo literario sigue en expansión. “El volumen cinco saldrá en diciembre y luego habrá un volumen seis, eventualmente, por lo que todavía hay mucha historia por explorar en la serie”, apunta. “No sé si realizaremos más temporadas, pero estoy muy emocionada de profundizar en algunas de las cosas del volumen cuatro en la tercera”.

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