Es algo así como una segunda oportunidad que le da la vida. Cuando en 2022 se sometió a un trasplante de médula para zafar de una leucemia mielomonocítica crónica, seguro el escritor italiano Alessandro Baricco pensaba que la pesadilla llegaría hasta ahí.
“No quiero decir mucho más. Tengo la suerte de vivir todo esto con amigos de verdad alrededor, niños inteligentes, una compañera de vida irresistible y el mejor Torino desde el Scudetto. Son cosas, las tres primeras, que te cambian la vida”, aseguró el autor de la majestuosa reescritura de Homero, Ilíada, el monólogo teatral Novecento, los ensayos de Next. Sobre la globalización y el mundo que viene y contó que los médicos que lo tratan “tienen todo el aire de poder hacerlo lo suficientemente rápido”, posteó él mismo en su cuenta de Instagram en aquella ocasión.
Sin embargo, la leucemia volvió. Con sus estragos, con sus dolores, marcando nuevamente su cuerpo. Ello obligó al turinés, de 65 años, a regresar al quirófano para un transplante de médula ósea. “La enfermedad había vuelto, tenía que hacérmelo”, comentó en su cuenta de Facebook. El procedimiento fue realizado por el personal médico del hospital San Raffaelle de Milán, quienes le aseguraron que la operación salió bien.
“Todo lo que sé es que han sido 41 días difíciles, pero ahora todo es fantástico. También lo logré porque mi pareja, Gloria, es una mujer increíble, mi familia está formada por gente muy fuerte y mis amigos nunca me han dejado solo. Oh, cómo les agradezco a todos. Ahora vuelvo a ponerme de pie mirando los árboles centenarios que, como me enseñaron Coccia y Mancuso, saben vivir mejor que nosotros”, agregó, ya dado de alta hace pocos días, el 16 de agosto.
Y a renglón seguido, se encargó de dejar en claro que su reactivación es en serio, ya que tiene una actividad agendada en octubre, en Milán. “Cómo les agradezco a todos. Ahora vuelvo a ponerme de pie mirando los árboles centenarios que, como me enseñaron Coccia y Mancuso, saben vivir mejor que nosotros. Mi agenda dice que volveré a estar en público el 29 de octubre de 2023 en el Teatro alla Scala donde seré el narrador en un concierto de las legendarias hermanas Labèque (qué alegría, amigos míos)”.
Clases sobre narración
Baricco, quien en 2019 estuvo en Chile en el marco del ciclo La ciudad y las palabras, es uno de los nombres relevantes de la narrativa itálica, junto con otros autores clásicos como Dacia Maraini, Roberto Calasso o Claudio Magris. Su obra best seller es Seda, una novela de 1996, y que en castellano se puede leer por la editorial catalana Anagrama.
Y también por esa misma casa editora acaba de llegar a Chile su nuevo libro, La vía de la narración. Una charla que dio en 2021 en la Scuola Holden, donde reflexionó acerca de la escritura y la narración. Agrupada como una serie de pequeños capítulos, casi a modo de sentencias, Baricco se explaya sobre los secretos de su oficio.
“Lo que saca a la historia de sí misma, trayéndola así al mundo, es el acto de contarla. Que, sin embargo, no es un acto natural ni indoloro. Para acceder a la forma del relato, la historia debe perder gran parte de sí misma. El relato es bidimensional, la historia vive en infinitas dimensiones. Es una esfera, debe convertirse en una línea”.
“No hay peor error que confundir trama e historia. La trama es un viaje lineal dentro de una historia: solo pretende pasar por determinados puntos de la historia y hacer visible solo una parte de ella. Es como una línea de ferrocarril que cruza un continente”.
“Y también aborda puntos más específicos: “Donde hay una historia, apoyada por una trama, lo que falta todavía es una voz. El estilo”, y añade. “El estilo es de unos pocos. Surge de una intimidad muy elevada y misteriosa con un material concreto. No se puede enseñar, se posee. Es un acontecimiento. Ocurre cuando el lenguaje, cualquier lenguaje, deja de ser una herramienta externa y se convierte en la prolongación de un cuerpo. Mano, no martillo”.
Esa veta ensayística, Baricco también la abordó en su título anterior, Lo que estábamos buscando (Anagrama), donde reflexionó sobre la pandemia del Covid-19. En una de las pocas entrevistas que ha concedido, al matutino El País, se explayó sobre el volumen, que, como relató, pagó él mismo, algo más usual en autores menos conocidos que en uno con su renombre. “Lo medité mucho, no quería contar banalidades. Cargué todas las ideas y luego lo escribí en una semana. Lo importante era encontrar la forma. Y era bastante extraño, iba a ser gratis, con movimientos laterales. Se podía leer desordenado y también escucharlo leído por mí. Esa era la mitad del proyecto. Ahora ha salido el libro físico, que es la parte más simple. Lo otro fue distinto: lo escribí y en una semana había 100.000 personas en Italia que habían entrado. Lo pagué yo, costó 2.000 euros. Quería dar a conocer estas ideas lo antes posible. Que se pudiera leer de pie, mientras esperas… Casi diría mientras haces otra cosa. La edad media del lector era de 25 a 30 años. Pero no lo leía nadie de más de 50, así que sacamos el libro físico”.
“(La pandemia tendrá más efecto) en los jóvenes. De los 50 en adelante el impulso es volver a poner las cosas en la mesa tal y como estaban antes del terremoto. Pero los jóvenes tendrán el instinto de ese mundo distinto. Están muy nerviosos. Hay un resentimiento que crece porque han sido los grandes sacrificados. Tenían un riesgo de mortalidad nulo y les han robado un año y medio de vida. El objetivo principal de un chico de 14 años es liberarse de su familia. Pero, en cambio, han sido obligados a encerrarse con ellos en casa. La proporción entre riesgo y sufrimiento ha sido muy alta. Así que nos pasarán la cuenta, y es justo que sea así”.