Curioso: por lo que confirman los titulares de las primeras horas, y la propia reacción del público que asistió anoche al primero de sus diez shows en el Movistar Arena, nos llama la atención que Luis Miguel tosa.

Es tanto su perfeccionismo escénico desplegado por décadas, son tanto los dotes casi sobrehumanos que incluso le hemos asignado al rebautizarlo como “el Sol”, algo así como el astro más poderoso sobre nuestro sistema planetario musical, que verlo flaquear y complicarse parece algo inaceptable, inapropiado, que cuesta tolerar. Como si uno de los gestos más humanos posibles -¡cof! ¡cof!- no fuera compatible con su divinidad.

Luis Miguel presentándose en Chile. El Sol de México es un apasionado por los autos. Foto: Pedro Rodríguez.

Pero ahí está: tosiendo, incómodo, molesto, alejando el micrófono, dándole por momentos la espalda al público para poder disimularlo, cubriéndose la boca con el antebrazo, tomando agua cada pocos minutos. Esa fue una de las secuencias más recordadas de la cita de anoche en el Parque O’Higgins, sobre todo en la primera hora, cuando el cuadro viral que contrajo en Argentina -la escala previa a Santiago, donde también ofreció diez conciertos- se exhibió evidente sobre el escenario.

Porque, efectivamente, las primeras señales de un estado de salud tambaleante aparecieron en Buenos Aires.

Con cuidado

Con una tanda de espectáculos que partió el jueves 3 de agosto, un par de días después, el 8, debió abreviar su presentación ante también las molestias detonadas por la tos. De las poco más de dos horas que duraron sus primeras fechas, debió sintetizarlas en algo así como una hora y 45 minutos (lo mismo que duró su paso de anoche por Santiago).

Para el concierto del día 15, la situación fue la misma: tos, carraspeo, pequeñas convulsiones, algo de fastidio, un recital mermado en tiempo.

Pese a ello, el mexicano al parecer no hizo mucho caso a las señales y, tras la última cita en la capital argentina, el viernes 18 de este mes, se acercó a un puñado de fans que lo aguardaban para saludarlas, regalarles un par de sonrisas y dejarse fotografiar sin mayores problemas. Aunque ya lo ha hecho en otras oportunidades, sigue siendo una singularidad para un ídolo con fama de distante e inabordable. En todo caso, siempre se mantuvo protegido con una toalla blanca en el cuello y con guantes en sus manos.

En la madrugada del sábado 19 -a las 1.40 de la mañana-, Micky aterrizó en un vuelo privado en Santiago. Lo hizo acompañado de su actual pareja, la diseñadora española Paloma Cuevas, y dos asistentes de su círculo de hierro. Se trasladó de inmediato al hotel The Ritz-Carlton de la comuna de Las Condes, donde ocupa la suite presidencial.

Han surgido varias versiones sobre sus actividades el fin de semana en el país. por ejemplo, que habría ido a un restaurante de carnes y vinos junto a su actual novia. O que habría ido a una clínica del sector oriente para tratarse el cuadro viral que arrastraba desde Argentina. Los organizadores de sus recitales, la productora Fénix Entertainment Group, desmienten tales informaciones.

21 DE AGOSTO 2023. LUIS MIGUEL EN CONCIERTO EN EL MOVISTA ARENA FOTO Pedro Rodriguez

Un poquito de agua

El cantante abandonó el hotel ayer pasada las 20 horas para dirigirse al Movistar Arena. Al lugar llegó cerca de las 20.40 y ocupó por 15 minutos el backstage. Otro punto llamativo: en otras visitas, como en su anterior de 2019, había decidido no quedarse en el área de camarines y recepción. Esta vez pidió descansar unos minutos antes de saltar a escena.

También exigió que hubiera un par de vasos de agua en el escenario, para que así su garganta no le jugara una mala pasada mientras se desarrollaba su performance. Por supuesto, tenía que ser agua “Fiji”, la única que consume, debido a sus propiedades regenerativas de huesos, piel, uñas y pelo, y por su alta concentración de silicio.

Quizás por eso mismo, logró sacar adelante un concierto torpedeado por su voz exigida, pero donde impuso sus cualidades interpretativas y finalmente pudo deslumbrar sin inconvenientes a las 12.500 fanáticas y fanáticos que atiborraron el reducto.

21 DE AGOSTO 2023. LUIS MIGUEL EN CONCIERTO EN EL MOVISTA ARENA FOTO Pedro Rodriguez

Para ellas, hubo un esfuerzo evidente de parte del artista por empujar la noche, entregándolo todo y demostrando que incluso puede torcer el minuto más difícil. De alguna forma, se lo perdonan y se lo agradecen.

Silvana Cortés, presidenta del fans club oficial Todo por Luis Miguel, dice: “Un show increíble. La puesta en escena fue fabulosa, una entrega con el público, se veía muy feliz de estar de regreso en los escenarios chilenos . Lo vimos sonreír mucho, coquetear con la gente, indicar. Pese a que sí estaba con bastante tos y está resfriado, se nota el tremendo esfuerzo que está haciendo y no quería que bajara el nivel del show. Ayudábamos nosotros a cantar, pero él cantó muchísimo. Cantó, bailó, saltó, hizo todo. Había un momento donde él se sienta, sale humo desde abajo, y uno siente que ahí está tocando el cielo con él”.

“Sí notamos que interactuó más con su público acá en Chile, sí hizo intervenciones nombrando a Chile, mencionando al país. Aquí dijo ‘los quiero, los quiero, los quiero’, lo que en Argentina no hizo. Excelente el show, pese a que fue más corto que en Argentina por motivos de salud, uno queda con ganas de más. Fue tremendo show”.

Ricardo Hargreaves, gerente de recinto del sitio del Parque O’Higgins, acota: “Él se sintió muy bien con todo lo que vivió acá. Y nosotros también lo vimos muy bien. El público quedó feliz y se fueron todos muy contentos”.

Hoy el equipo del hombre de La incondicional le ha sugerido reposo y tranquilidad para enfrentar la maratónica tanda de nueve shows que aún le quedan. Restringir la salida y cuidarse lo máximo posible. Hoy, si ir más lejos, es su segunda escala en el Movistar Arena.

“Luismi” tiene fechas para el 22, 23, 25, 26, 28, 29 de agosto y el 4, 5 y 6 de septiembre. Las miles de personas que lo irán a ver seguro cantarán junto a su figura, pero también estarán atentas a una garganta que ha tropezado con fricciones. Aunque ya está: “el Sol” también es humano. Y también tose.

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