Habitualmente celosos de su privacidad, The Beatles no solían recibir muchas visitas en el estudio Abbey Road, donde grabaron la mayor parte de su discografía. Las pocas excepciones eran para familiares o gente de su exclusiva confianza. En esa categoría entraban también quienes trabajaban para EMI, como la fotógrafa Merle Frimark.
Nacida en Queens, Nueva York, como muchos jóvenes de los sesentas ella era una admiradora del grupo desde que los vio por primera vez en el programa de Ed Sullivan. De hecho, estuvo en sus históricos shows en el Shea Stadium. Entonces, apenas supo que la banda tenía una oficina en Manhattan, decidió presentarse a ver si conseguía una chance laboral con ellos.
“Estaban buscando adolescentes para ayudar a clasificar las bolsas de correo de los fans y me contrataron de inmediato. Todos los días, después de la escuela, tomaba el metro para ir a la oficina y, después de graduarme de la escuela secundaria en 1968, me ofrecieron un trabajo de tiempo completo. Nunca olvidaré la emoción del día en que el demo de Back in the URSS llegó a la oficina antes de su lanzamiento; todos estábamos muy emocionados y la reproducimos inmediatamente, una y otra vez, a todo volumen”, recuerda en un testimonio publicado por el matutino inglés The Guardian.
Tiempo después, en julio de 1969, se tomó unas vacaciones en Londres, las que quiso aprovechar para conocer a sus ídolos. “Pasé un tiempo en la sede de Apple Corps en Savile Row, con fanáticos esperando afuera para ver a cualquier Beatle que pudiera aparecer. Vi el alunizaje en un pequeño televisor en blanco y negro en la oficina junto a Donovan”.
Como era parte del staff que trabajaba para el grupo, logró que le dieran la chance de conocerlos. “Derek Taylor, el jefe de prensa de los Beatles y un gran mentor para mí, organizó mi visita a los estudios EMI y entré (...) En el interior, los Beatles estaban dando los últimos retoques al tema Come Together, que acabaría en (el disco) Abbey Road. Un flujo interminable de peregrinos pronto llegaría al paso de peatones de la portada y los estudios cambiarían de nombre a juego”.
“Al entrar, escuché voces y guitarras quejumbrosas. Su asistente Mal Evans me saludó y me tranquilizó -agrega-. John, Paul, George y Ringo estaban dispersos por el estudio. A los chicos (como todos parecían referirse a ellos) se les recordó que yo era de la oficina de Nueva York. Todos sonrieron; Me sentí muy bien recibida. Luego se pusieron manos a la obra. Sin querer ser intrusivo, tomé algunas fotos sinceras”.
Los Beatles trabajaron en Come Together, una canción de Lennon inspirada claramente en You can’t catch me de Chuck Berry, en varias sesiones entre el 21 y el 30 de julio de 1969.
“Cuando empezaron a ensayar secciones de Come Together, Paul parecía tomar la iniciativa. En ciertos momentos se detenía, sugería ‘son cuatro tiempos, Ringo’ y se acercaba para un pow-wow: ‘Todo bien’. Paul y George armonizaron juntos mientras George trabajaba en sus solos de guitarra. John pasó los dedos por el mástil de su guitarra mientras afinaba”, recuerda Frimark.
“Paul era el más animado ese día; John estaba bastante callado ya que recientemente había regresado al estudio luego de un accidente automovilístico en Escocia. Le traje algunas flores blancas y colocó una en el amplificador junto a él. George permaneció bastante pensativo, mientras Ringo tenía mucha paciencia y calma”
“Seguí caminando de puntillas. Tratando de asimilarlo todo, escuchar lo que estaban tocando mientras era invisible. Hice contacto visual con John y Paul varias veces. Me mantuve tranquila y sonreí. El tiempo se detuvo. Era hora de irse. Me despedí con la mano y me aventuré a bajar esas famosas escaleras. En aquel momento no tenía ni idea de lo que vendría: al cabo de un año la banda se separaría”.
Aunque dejó la oficina de los Beatles en 1970, años después Frimark se topó con Lennon en Nueva York. “En agosto de 1980, mientras andaba en bicicleta por Central Park, me encontré con John sentado en un banco con su hijo pequeño, Sean. Me acerqué, saludé y charlé un rato. Estaba muy feliz. Cuatro meses después ya no estaba . Qué privilegio y honor haberme reunido con él y sus compañeros de banda en ese breve y trascendental momento de la historia”.