La noticia revela que el clima de The Tonight show, el late de Jimmy Fallon, es “tóxico” desde hace años. De acuerdo al reporte de la revista Rolling Stone, con testimonios de 14 extrabajadores y otro par aún en el programa, incluso para los estándares de un medio complejo y competitivo como la televisión estadounidense, el espacio conducido por el ex Saturday Night Live parece lejos de los parámetros de la industria, dominado por constantes cambios ejecutivos y en tensión permanente por el ánimo volátil de la estrella.

Desde que asumió la conducción hace nueve años en relevo de Jay Leno, han pasado igual número de showrunners, el puesto que perfila el carácter del late en producción y guiones. Según testimonios en anonimato por temor a represalias o vetos, los showrunners eran incapaces de negarse a las ocurrencias de Fallon.

Las acusaciones describen un comportamiento errático del comediante, actor y músico, ligado a la bebida, mientras el mal humor era proporcional a la resaca. Podía reclamar por cosas insignificantes, o regañar por correo con expresiones como “¡Puaj! Patético. ¿Qué te sucede? Te has superado a ti mismo”.

Algunos trabajadores ocupaban los camerinos de invitados para llorar, superados por esta estrella tan simpática y ocurrente en pantalla, como impredecible en la interna.

Por cierto, en la nota no se advierte que las estrellas del mundo de los espectáculos desarrollan personajes, que no necesariamente coinciden con la verdadera personalidad cuando las luces se apagan. En nuestra propia historia televisiva, el caso de Don Francisco es paradigmático. El hombre chispeante e histriónico que se activa cuando va al aire, tiene poco que ver con Mario Kreutzberger. Para el público que asistía a Sábados gigantes, era curioso presenciar esta transformación propia del doctor Jekyll.

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El reportaje detalla un episodio donde Jimmy Fallon habría regañado duramente a un asistente en una entrevista a Jerry Seinfeld. Un testigo describió el hecho como “bastante incómodo”, con Seinfeld sugiriendo al conductor que se disculpara. “Fue uno de los momentos más extraños del mundo”, asegura la fuente.

Tras el reportaje, Jerry Seinfeld envió un comunicado a Rolling Stone.

“Esto es ridículo”, afirmó. “No fue incómodo en lo absoluto (...) Es una tergiversación estúpida de la historia”.

El reportaje pone en duda el futuro de Jimmy Fallon conduciendo The Tonight show, a pesar de un contrato firmado hasta 2026. El animador hizo una reunión por Zoom con el equipo pidiendo disculpas. “Me siento tan mal”, aseguró, “que no puedo ni describirlo”.

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The Tonight show encarna una institución seminal de la televisión con categoría planetaria. Creado en 1954 en la cadena NBC, es el programa de entrevistas más antiguo del mundo, y el espacio de entretenimiento de más larga trayectoria en la pantalla estadounidense, con largas temporadas en Nueva York y otras estadías en Los Ángeles.

Sus animadores han sido grandes personalidades de la comedia, entre ellas, Jay Leno y Conan O’Brien. Cada vez que el puesto queda vacante, se desarrollan verdaderos dramas griegos para la sucesión. David Letterman debió asumir en 1992, pero una serie de maniobras de Jay Leno, incluyendo su agente desplegando noticias falsas, le permitieron quedarse con la animación; Letterman se marchó a la cadena rival CBS.

En el listado sobresale Johnny Carson, el animador referente de Don Francisco para dar vida a Noche de gigantes (1978). A cargo del programa durante 30 años, Carson fue sinónimo del show, junto con definir el estilo de la conversación nocturna intercalando números artísticos. Se convirtió en un modelo de esta mezcla de animador irreverente, emotivo, rápido y divertido. La gran mayoría de los grandes conductores y comediantes estadounidenses -capos como Dick Cavett, Mel Brooks, el propio Jimmy Fallon- lo citan como influencia.

Johnny Carson no solo estructuró el formato, sino que también ejemplifica cómo estas grandes estrellas de la animación pueden ser la simpatía personificada en pantalla, y pequeños demonios tras las cámaras.

Carson no perdonó a Joan Rivers, una habitué de su late, haber tenido su propio show como competencia en la cadena Fox, entre 1986 y 1987. El animador nunca más le dirigió la palabra.

También tuvo problemas con el afamado cantante Wayne Newton, derivados de una fricción por un negocio inmobiliario en Las Vegas, cuya puja favoreció finalmente al intérprete. Carson, molesto al ser tildado de perdedor por la prensa, utilizó el programa para burlarse de Newton. El cantante concurrió a la oficina del animador para ofrecerle una paliza si seguía con los chistes, sin saber que Carson había sido campeón de boxeo invicto en la marina.

David Letterman, a quien Carson consideraba como su sucesor en The Tonight show en 1992, enfrentó un chantaje que resolvió en cámara en octubre de 2009. Joe Halderman, novio de una trabajadora del programa, descubrió un diario donde la mujer de 34 años, asistente personal del animador, detallaba una larga relación íntima con su jefe de 62. Halderman, productor de 48 horas en CBS, urdió un plan que consistía en exigir dos millones de dólares a Letterman, para dejar sin efecto un guión y un libro revelando su aventura.

Junto con relatar el intento de chantaje en pantalla, el animador confesó:

“He tenido relaciones sexuales con mujeres que trabajan para mí en este programa”.

El público, creyendo que se trataba de una rutina, aplaudió y vitoreó a David Letterman.

Para el equipo era un secreto a voces que el animador, padre de familia, mantenía un romance no solo con su asistente, sino que todo tipo de mujeres que pasaban por el late, contando practicantes, modelos, y diversos miembros del staff.

Halderman fue llevado a juicio y condenado a seis meses de cárcel.

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El presentador británico James Corden se consagró en Estados Unidos con su late show gracias al Carpool karaoke, ese paseo en auto con estrellas de episodios memorables, como el recorrido de Liverpool junto a Paul McCartney cantando canciones de los Beatles, convertido en viral.

Su carrera parecía imparable con un estilo empalagoso y adulador, hasta que se confirmó que era un plomazo increíblemente arrogante. Armó una pataleta en Balthazar, un exclusivo restaurante de Manhattan en octubre del año pasado, por una tortilla de huevos de 25 dólares que no agradó a su esposa porque, aparentemente, faltaba cocción.

El dueño Keith McNally lo vetó argumentando que se trataba de “el cliente más tirano en 25 años”.

“James Corden es un comediante enormemente dotado”, escribió en Instagram, “pero como persona es un cretino”.

Corden ya había armado escándalo en el mismo local por haber encontrado un pelo en la comida; exigió con tono patronal que todo el bebestible de la cena corriera por cuenta de la casa.

Otro rostro sonriente denunciado por maltrato fue Ellen DeGeneres. En julio de 2020 un reporte de BuzzFeed compiló denuncias de una decena de exempleados del talk show con su nombre. El ambiente laboral fue descrito como racista, tóxico e intimidante.

Un extrabajador afroamericano aseguró que un guionista le dijo que sólo conocía “los nombres de los blancos que trabajan aquí”; Ellen se quejaba desde el aspecto de las uñas de una trabajadora, hasta gestionar el despido de un conserje autista por hablarle. Las denuncias sumaban despidos por licencias médicas o asistir a un funeral.

(Photo by Matt Sayles/Invision/AP, File)

Ellen DeGeneres pidió disculpas públicas pero nunca se repuso del impacto de estas acusaciones, y otras sobre el trato al equipo durante la crisis del Covid, cuando declaró sentirse “en prisión” en su mansión de California. La mujer más divertida del país no parecía muy sensible.

Después de 19 temporadas, su talk show tuvo un último capítulo el 26 de mayo de 2022.

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