“Faltó La Ley o Congreso”: el debate que dejaron los cinco chilenos en la lista de los mejores discos latinos de Rolling Stone
El reciente listado de la revista que revisó los discos de rock latinos fundamentales seleccionó solo cinco títulos nacionales. Consultados por Culto, un grupo de expertos comenta si es una cifra representativa. Además, se preguntan por las ausencias más llamativas, como La Ley, y la sorpresiva presencia de Mon Laferte en un listado que se centra en el rock.
Hace pocos días, la señera revista Rolling Stone dio a conocer su particular listado con los mejores 50 álbumes de rock latino de todos los tiempos. En sus tres primeros lugares, hay nombres icónicos. El primer lugar fue para el clásico Re, de Café Tacvba (1994); luego, Bocanada, de Gustavo Cerati (1999); y en tercer lugar, La pipa de la paz, de Aterciopelados (1996). Cabe aclarar que no se indicó en la nota cómo se elaboró el listado.
¿Los chilenos? Solo cinco álbumes hechos desde esta larga y angosta faja de tierra fueron incluidos. A saber: Alturas de Macchu Picchu (1981), de Los Jaivas, en el lugar 47; Vida de perros (2005), de Los Bunkers, en el 45; Fome (1997), de Los Tres, en el puesto 32; Vol. 1 (2015), de Mon Laferte, en el 28; y el seminal Corazones (1990), de Los Prisioneros en la casilla 23, el disco nacional mejor ubicado.
¿Es una medida justa incluir solo 5 discos chilenos dentro de 50? El conductor de radio Sonar, Alfredo Lewin, indica: “Me parece que sí, considerando que -para variar- la parte más importante se la llevan los argentinos, con todo merecimiento, y los mexicanos. También hay una cuota colombiana que no es menor, porque Colombia es Colombia, tienen particularidades muy especiales que llegan hasta Carlos Vives, que yo no consideraría rock, pero sí es parte de nuestra cultura de principios de los 90, un lenguaje que luego supo modificar Juanes”.
Algo similar opina el crítico de música de Culto, Marcelo Contreras. “Sí, yo creo que sí. Tiene que ver con un tema de mercado también. Nuestro mercado es súper pequeño y la relevancia que tiene la música chilena al extranjero siempre es más a cuenta gota respecto de otras potencias musicales de la región como Argentina, Colombia, México y en el último tiempo Puerto Rico. Así que bajo esa perspectiva, respecto de lo que significa nuestra importancia como mercado, como artistas, para el mercado latinoamericano, creo que me parece que es una buena medida para lo que realmente representamos considerando que somos un país que está lejos, tenemos características isleñas”.
Contreras agrega un factor no menor. “Podemos discutir otro punto aparte en este tipo de listados, podemos discutir la calidad y física musical de este tipo de material, pero lo que uno entiende también en este tipo de elecciones y de rankings, sobre todo en un medio como la Rolling Stone, siempre están asociados al impacto comercial”.
También se pronuncia el director de radio Futuro, Rainiero Guerrero. “Yo creo que uno siempre va a querer que aparezcan más discos. Siempre va a quedar afuera algún favorito, algún disco que uno piensa que tiene mayor influencia. Pero en general pienso que es bastante equilibrado y preciso el listado. Los chilenos que están ahí son todos muy merecedores de su espacio”.
Lewin también coincide sobre la representatividad de aquellos cinco LPs nacionales. “Al final, uno puede cuestionar cada uno de los discos, que me parece que con justeza son los que son, excepto el caso de Mon Laferte, pero quizás porque no conozco tanto de ella para decir que es ese, pero su presencia en el ranking no la cuestiono para nada, porque es como Natalia Lafourcade, o Julieta Venegas”.
“Creo que me parece que la elección es bastante justa -añade Marcelo Contreras-. Creo que no es un mal ranking respecto a lo que han sido los discos chilenos de pop rock más destacados de los últimos 40 o 50 años”.
“Cada uno representa muy bien las décadas, me parece que los Jaivas representan muy bien los 70 y 80; Los Prisioneros representan los 80; Los Tres representan los 90 y Los Bunkers representan los 90 y los 2000″, agrega Guerrero.
Entre La Ley y los 80
¿Quiénes faltan entre los chilenos? Lewin se la juega con dos nombres. “Por una cosa mía, rescatar algo de la etapa ochentera de Congreso. Así como también se rescatan bandas como Los Shakers, de Uruguay, Congreso no están tan lejos de ellos. Los que faltan son La Ley, de todas maneras, la cosa está entre Doble opuesto e Invisible. Si veo que aparecen un par de bandas brasileñas, más encima aparece Diamante eléctrico, falta La Ley”. Cabe recordar que en esa etapa de Congreso se publicaron sus imprescindibles discos Estoy que me muero...(1986) o Para los arqueólogos del futuro (1989).
“Yo creo que esta lista fue hecha con una inclusividad enorme, estos tipos seguro pensaron en darle al menos un cupo a cada país”, agrega Lewin.
Por su parte, Marcelo Contreras también extraña a los hombres de Tejedores de ilusión. “Quizás podría haber estado Invisible, de La Ley, o en algún otro título de ellos. También el Viva Chile, de Electrodomésticos. Creo que por ahí uno podría recelar respecto de este ranking de Rolling Stone, podría haber agregado un sexto título chileno, pero en general me parece que está el material que tiene que estar destacado”.
Rainiero Guerrero habría escogido otro título de Los Tres. “Yo tengo mayor afinidad en términos personales con La espada & la pared que el Fome. Me gusta mucho más ese disco y creo que fue mucho más trascendente en términos de lo que significó a Los Tres en Latinoamérica. Creo que el Fome es un disco más de culto que se ha ido haciendo más famoso con el tiempo, a no a todo el mundo le gustó cuando salió”.
Aunque Guerrero también rescata un nombre esencial. “Creo que todo lo que hizo Florcita Motuda a finales de los 70, a mí me parece que es un trabajo absolutamente único, irrepetible en términos de la historia de la música latinoamericana. Su álbum homónimo que incluyó Cueca espacial o Brevemente... geeente. Toda esa experimentación psicodélica, cósmica, rockera, chilena fue algo muy único y creo que también pudo ser parte del listado”.
¿Mon Laferte rock?
En un listado de discos de rock latinoamericano llama la atención la presencia del Vol.1 de Mon Laferte. Más deudor de la canción popular latinoamericana que del rock, la viñamarina firmó un álbum que tiene algunos de sus temas emblemáticos: Amor completo y Tu falta de querer.
¿Es justificable la presencia de una cantante pop en un listado que rescata al rock? Para Alfredo Lewin la respuesta es sí. “Es una sorpresa, pero ella es un fenómeno panregional, Latinoamericano como nunca lo hemos tenido, puede que haya habido algo bien parecido como Los Prisioneros con el Corazones, pero en esta música que es tan popular y tan mexicana hay un fenómeno como el de Los Bunkers, su peso especifico en México es tremendo. Es lo que la revista Rolling Stone menciona en la previa, destaca la mezcla de estilos. Mon Laferte mezcla balada, bolero, no es nada muy nuevo, pero puesto en el paquete de una mujer. No es menor también lo bien ubicadas que están las mujeres. Ella es la muestra más clara del contraste de estos mundos, las visiones de una chilena en México que tiene ese filo de rock alternativo, lo mismo que se decía de Julieta Venegas”.
Marcelo Contreras también opina de manera afirmativa. “Creo que el rock tiene ya un concepto mucho más elástico, eso se ha visto reflejado en una entidad como el Salón de la Fama de Rock and Roll, donde hoy en día caben artistas de hip hop y de otros estilos que tradicionalmente hasta 20, 30 años atrás no se comprendían dentro del rock. Creo que el rock tiene que ver más con una actitud, si se quiere, que con un estilo musical definido, con un género que está ligado a cierta instrumentación”.
“Además lo que rodea la historia de ese disco de Mon Laferte, que es un álbum en que básicamente se jugó al todo o nada, si no regresaba a Chile, significó un triunfo comercial y artístico absoluto, así que me parece que está súper bien considerada en ese sentido. Creo que, de alguna manera, Mon Laferte es una artista súper rockera, tiene una intensidad súper visceral, y veo que está mucho más emparentada con el rock que con otros géneros a los cuales uno la podría ligar de manera más inmediata”.
Rainiero Guerrero opina: “Sí, de la misma manera, también podría preguntarle si el Bocanada es un disco de rock, o si el disco de Aterciopelados es rock, y hay una cantidad de bandas también de las que podríamos hacer la pregunta si es rock. Me parece que lo que se enmarca es como el impacto que tienen estos discos hacia la sociedad en términos de actitud, en término de la resonancia que tienen, que siempre se va a asemejar a esa cosa más rockera”.
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