Antes de la era del people meter, cuando los televisores eran unos armatostes voluminosos que transmitían en blanco y negro, los chilenos y chilenas también solían engancharse con alguna teleserie. Haciendo gala del histórico vínculo de nuestro país y México, el culebrón más visto en el Chile de la Unidad Popular, al menos entre 1972 y 1973, venía justamente de país del norte, lo transmitía TVN y se llamaba Muchacha italiana viene a casarse.
La estrella de la telenovela era la actriz mexicana Angélica María (nacida un día como hoy, de 1944), quien también tenía una carrera como cantante, siendo una de las primeras showoman que se conocieron en el mundo del espectáculo latinoamericano.
Por esos años, no eran tan usuales las visitas de celebridades internacionales al país, con excepción del Festival de Viña. Por ello, la noticia de que la actriz llegaría a Chile tuvo alta repercusión. Así, a mediados de junio de 1973, la estrella llegó al aeropuerto de Pudahuel (con 4 horas de retraso, como se consignó entonces) la esperaban muchos admiradores. “Hace diez años que me estoy preparando para venir a Chile y nunca había podido”, le dijo al reportero de la revista Ercilla que, con mucha paciencia, la esperó en el lugar.
Aprovechando su condición de showoman, la actriz tenía en agenda algunas presentaciones en el país. Pero los acontecimientos posteriores la obligaron a cambiar de planes.
En esos tensos días de junio, la mexicana -aunque nacida en Nueva Orleans, Estados Unidos- se topó con la tensa coyuntura política que vivía el país. Ya se habían vivido episodios de violencia política, como el atentado al general René Schneider, en 1970, o la muerte del exministro del Interior de Eduardo Frei Montalva, Edmundo Pérez Zujovic. Pero lo ocurrido el 29 de junio de 1973 seguro superó cualquier otra cosa que se imaginara. La sublevación del Regimento Blindado Nº2, que se conoció como el “Tanquetazo”. Cuando, al mando del coronel Roberto Souper esa unidad de artillería se propuso derrocar al gobierno del Presidente Salvador Allende.
Aunque parezca increíble, Angélica María Hartman Ortiz, como era su nombre original, había presenciado hechos similares en México. Como la tristemente célebre Matanza de Tlatelolco, el 2 de octubre de 1968, cuando un grupo de estudiantes fue masacrado por el Ejército mexicano en la Plaza de las Tres Culturas; o la llamada Matanza del Jueves de Corpus, conocida como el “Halconazo”, del 10 de junio de 1971 (y recreada magistralmente por Alfonso Cuarón en su película Roma, de 2018).
Pero esa terrible acumulación de experiencia no le bastó para prepararse ante lo que le tocó vivir el 29 de junio, ya que, como consta en la prensa de la época, a la estrella le tocó presenciar el alzamiento del regimiento Blindado muy cerca de La Moneda, en el Hotel Carrera.
Tras el alzamiento, ese mismo día se decretó Toque de queda en la provincia de Santiago, gracias a las facultades de la Zona de Emergencia. La medida regía desde las 23 horas hasta las 6 de la mañana del día siguiente. Esta iniciativa, junto a la incertidumbre que rodeó los acontecimientos golpeó a los espectáculos que animaban la vida nocturna de la capital.
Por ello, Angélica María, muy asustada tras presenciar el alzamiento desde el Hotel Carrera donde estaba alojada (es decir, a pasos de La Moneda), redujo a dos sus presentaciones en Chile, además de cumplir con la grabación de un especial que tenía pactado con TVN. La ópera rock Jesucristo Superestrella, no pudo ser vista en el Gran Palace, pero se reagendó para los días posteriores. Tras ello, emprendió rumbo de vuelta a su país. El “Tanquetazo” había anunciado las dificultades que tendría la música chilena más adelante, consumado el golpe del 11 de septiembre. Pero esa es otra historia.